OMEGACEMBER 2023 // Desafío aldoriana

25. R U T I N A

Rutina :: (Deseo + Responsabilidad sexual)

Propio del apareamiento, o sea que es capítulo hot xd

۵

—¡Ay Valdo! — gritó Aldo mientras sentía como el nudo en su interior crecía.

Se sentía lleno de una buena manera, más no satisfecho; y la prueba de ello era su erección aún intacta.

— ¿No te viniste mi niño? — preguntó un tanto incrédulo Osvaldo, su respiración entrecortada por su reciente orgasmo.

— No... aún quiero más Valdo. — expresó el moreno, mirando a través de sus pestañas al alfa sobre él.

— Si no lo supiera mejor creería que estas entrando en celo, Aldito. — respondió con una sonrisa para dejar caer su frente contra el hombro del omega.

— No es eso, es sólo que siento que nos estamos encasillando en la rutina. — expresó el omega, el nudo empezando a bajar.

Osvaldo pareció pensarlo y Aldo temió por un momento haber hecho sentir mal al alfa, sin embargo este le miró con una ceja alzada y una sonrisa ladina antes de responder.

— ¿Tienes alguna fantasía? — preguntó como si nada, como si preguntara por el clima.

Aldo se coloreó de rojo.

— Un par, ¿por? — preguntó expectante.

Osvaldo siguió sonriendo y habló en su oído.

— Cuéntaselas a tú alfa... — murmuro con la voz ronca.

Aldo se mordió su labio mientras sentía el miembro del alfa aun duro comenzar a moverse de nuevo en su interior. Un pequeño gemido salió de entre sus labios, de esos suaves y dulces que volvían loco al alfa, el cual se tuvo que contener como siempre de follarselo duro hasta parterle.

El omega acercó sus labios a la oreja de Osvaldo y le dió una mordida ligera al lóbulo, para luego responder.

— Algo de exhibicionismo y que ya no te contengas, me distrae un poco sentir como te contienes a través del lazo, amor. — movió un poco su cadera para encontrarse con las estocadas flojas que le daba el alfa. — Cogeme duro y áspero, como cuando estabas en celo, papi.

Eso fue todo lo que el alfa necesito escuchar, soltó un gruñido y se separó un poco del cuerpo del moreno para poder tomar sus piernas y abrirlas de par en par; admirando como su entrada recibía su gran miembro alfa, para luego comenzar a embestirlo duro y profundo, logrando que el omega gimiera largo y agudo.

— ¿Así te gusta omega? — preguntó con la voz gruesa, apretando los dientes en su esfuerzo por dar duras estocadas.

Aldo apretó su entrada con los ojos cerrados y gimió.

— Más rápido y duro alfa, dame todo lo que tien- — sus palabras se cortaron cuando sintió el miembro de su pareja entrar y salir de su interior con fuerza, robándole la respiración de la mejor manera. — ¡SI ALFA, ASÍ ASÍ!

Sin más Osvaldo se detuvo, sacando un gemido de protesta del omega. Sin embargo antes de que pudiera quejarse lo tomó en sus brazos y lo llevó hasta el balcón, donde lo bajo al suelo, le giró para que le diera la espalda y después lo empinó, dejando a la vista su regordete culo para poder darle una dura nalgada que resonó a través del silencio de las calles vacías a altas horas de la noche. Aldo gimió necesitado mientras movía su trasero, pidiendo por más.

Osvaldo le complació y volvió a penetrarle con rudeza mientras gemía encantado. Él también tenía muchas ganas de darle duro como cajón que no cierra a su omega pero no sabía si a Aldo le gustaba así, y que se lo haya pedido se sentía como una bendición.

Volvió a darle una dura nalgada, y luego le dió una estocada dura que estaba seguro rozó su próstata al tiempo que golpeaba su útero, logrando que Aldo se estremeciera entero mientras gritaba complacido.

Seguro mañana tendrían quejas de sus vecinos.

Sin embargo eso era lo de menos cuando tenía a su hermoso y sensual omega recargado en la barandilla del balcón, gimiendo como puta mientras le cogia el culo salvajemente y golpeteaba su útero con insistencia. Apostaba lo que sea a que el miembro del omega se estaba restregando contra el vidrio de la barandilla al ritmo de sus duras estocadas, dando una vista más que erótica a cualquiera que pasará por la calle.

— Esto te encanta, ¿no es así omega? — preguntó roncamente, haciendo que Aldo se estremeciera. — Te encanta que todos te escuchen gemir como puta, e incluso que vean como te la meto completamente...

Aldo gimió mientras asentía con la cabeza, sus dedos fuertemente enroscados en la orilla del cristal. Osvaldo gruñó y le dió otra fuerte nalgada, amando el grito que abandonó los labios del omega y como sus glúteos ya estaban completamente rojas cual cerezas.

Enredó sus dedos en el cabello oscuro del omega y lo jaló al tiempo que gruñía.

— Respóndeme con palabras, omega...

— ¡SI ALFA! — gritó Aldo, sus mejillas rojas y húmedas con lágrimas de placer, su labios hinchados e igualmente rojos. — Si... amo como me coges duro y rico a la vista de todos, me encanta que todos sepan que soy sólo tuyo... ow alfa que rico me coges, que rico si...

Las palabras que abandonan los labios del moreno eran incoherentes para este punto, sólo murmurando lo bien que su alfa lo estaba haciendo sentir. Siguieron así un rato más, gimiendo como animales en celo hasta que el omega estalló en un fuerte orgasmo, dejando su esencia manchada en el cristal y su lubricante resbalando por el largo de sus piernas.

Todo fue demasiado para Osvaldo, el cual sin poder contenerlo más ensartó su nudo hinchado en el interior del moreno, haciéndole temblar entero.

Ambos respiraron pesado tratando de regularizar su respiración, y entonces Aldo soltó una carcajada que resonó en el silencio de la noche.

— ¿De qué te ríes mamon? — preguntó extrañado Osvaldo.

— De que esta salida de la rutina fue increíble, te amo Valdo. — respondió con una sonrisa brillante, aún de espaldas al alfa mientras esperaban a que el nudo bajará.

Osvaldo soltó una risilla.

— Yo también te amo Aldo.

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Ya casi se acaba enero y yo aún no termino esto, jodeeeer 😩