DÍA 1. A U T O C O N T R O L

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AUTOCONTROL :: Responsabilidad Sexual.

La época de apareamiento es dominada por los instintos primitivos, así que tu protagonista deberá hacerle frente a eso, ya sea porque está en el trabajo, en vía pública, su pareja no se encuentra o lo que decidas.

۵

— Aldo, tienes que venir a Monterrey wey, a la fiesta de Ari.— expresó tajante Osvaldo a través de la videollamada con Aldo. — Es la oportunidad perfecta para que al fin nos conozcamos en persona.

— Si ya sé wey, pero aún debo ver si me alcanza loco. — respondió Aldo con una pequeña sonrisa apenada. — Yo no facturo lo que tú, ¿sabes?

— Seas mamon wey, si ya has de facturar bien cabrón, con esas vistas... — dijo Osvaldo con una sonrisa, haciendo reír al moreno.

— Pues si wey, pero estoy ahorrando para comprarme una casita.

— Ándale wey, es más yo te compro el boleto de regreso, ¿va?  — expresó alegre Osvaldo, haciendo que Aldo le mirará con los ojos enormes por la sorpresa de la propuesta.

— No, como crees wey...

— Hablo en serio Aldo Geo, y no acepto un no por respuesta.

{***}

Aldo estaba charlando animadamente con Juan, un omega streamer con quien se había llevado muy bien cuando se conocieron en un server de rolplay en gta v y la razón por la que estaba en Monterrey en primer lugar, ya que lo había invitado a la fiesta de su esposa a celebrar su cumpleaños. Grande fue su sorpresa al notar como el omega tenía un fuerte aroma a naranja mezclado con lo que asumió era el olor de Abril, su alfa: rosas, almizcle y cuero.

Vaya combinación tan más letal, pensó Aldo.

Volviendo al presente, nuestro querido protagonista se encontraba charlando con entusiasmo con Juan cuando un olor dulce y picante, como de fresas con chamoy (un poco extraño si le preguntaban) le llegó. Olfateo el aíre buscando la fuente pero el cuerpo del otro omega se le atravesó.

Juan le miraba con una sonrisa confundida y divertida.

— ¿Me estás olfateando descaradamente? — preguntó el colombiano. — ¿Si sabes que eso es de mala educación, no? Deberías de tener más autocontrol.

Aldo bufo rodando los ojos.

— Quisieras Juan. — respondió. — En realidad trataba de ubicar otro olor, creo que era de un omega en celo.

— ¿Y cómo era ese olor? — preguntó de nueva cuenta Juan, ya más interesado y preocupado.

A sus espaldas Osvaldo y Samantha habían llegado y estaban saludando a todos en la fiesta. Aldo observó atentamente cada movimiento del alfa más alto del lugar mientras respondía.

— Fresas como con picante, un poco extraño la verdad. — susurró mientras sus ojos hacían contacto con los de Osvaldo.

Y fue como si un rayo le hubiera impactado de lleno, sacudiendo por completo de adentro hacía afuera todo su cuerpo. Sabía que su amigo era atractivo pero no que en persona lo fuera aún más.

— Am, creo que es el aroma de Oscar si no me equivoco. — respondió Juan, observando como el moreno miraba embobado a Osvaldo. — Pero es extraño ya que normalmente él huele solo a fresas.

Solo entonces la atención de Aldo volvió al otro omega, extrañado.

—Espera, ¿Qué Filis no es un alfa? — preguntó extrañado, no era común un alfa con olor dulce.

A pesar de lo extraño del olor del alfa, las feromonas empezaron a hacer estragos en él, sintiéndose extraño. Sin duda su omega reaccionando al olor de un alfa en celo.

— Lo es... — expresó Juan viendo los gestos de Aldo con preocupación. — Ven Aldo, vamos con Osvaldo para que lo saludes. — expresó el omega colombiano.

Sabía perfectamente el impacto que podía tener el olor de un alfa en celo sobre un omega sin marcar, así que evitándole una vergüenza al moreno lo tomó del brazo y lo llevó casi a rastras ante el alfa de olor a madera de roble y almizcle.

Cuando Aldo llegó hasta Osvaldo, esté le recibió con los brazos abiertos y una sonrisa enorme plasmada en su rostro. El omega no dudo en fundirse en un abrazo con el alfa, enterrando su rostro en el pecho del otro y aspirando su embriagante aroma.

— Mi pendegeo, ya era hora de conocernos cabrón. — Aldo solo se limitó a asentir, con su rostro aun enterrado en el pecho del alfa.

El aroma de Osvaldo era tan embriagador, delicioso y reconfortante que le hacía cosas a su interior. Y por cosas hablamos de que de pronto sintió como sus entrañas se estrujaban y su entrada empezaba a lubricar, por lo que alarmado se separo del abrazó de su mejor amigo con las mejillas encendidas.

— V-voy al baño. — expresó deprisa el moreno y salió corriendo a la planta de arriba, dejando a Osvaldo con una mueca confundida.

— ¿A dónde fue Aldo tan deprisa? — preguntó Samantha a su lado, no había alcanzado a saludarlo como se debía.

Osvaldo se encogió de hombros mientras rascaba su nuca nerviosamente. Él también había sentido ese tirón de atracción y excitación con el dulce aroma a chocolate amargo del moreno.

— Al baño, supongo.

Toda sentimiento de extrañeza por el omega desapareció cuándo vieron como Ama y Filis salían corriendo de la casa, al parecer el alfa estaba entrando en celo y era muy peligroso que estuviera en un lugar repleto de otros alfas.

{***}

— No seas pendejo Aldo, concéntrate. — se dijo a sí mismo el moreno al espejo después de haberse mojado el rostro con agua fría.

Se sentía tan abochornado por haberse excitado con solo el olor de su mejor amigo cuando lo abrazó. No era un adolescente hormonal como para ponerse de esa forma ante el primer olor a alfa que le llegaba.

Tal vez el simple hecho de haber olido a Filis entrando en celo y luego oler el delicioso aroma de Osvaldo le jugaron una mala pasada.

Tenía que tener más autocontrol de ahora en adelante si no quería estropear su amistad con Osvaldo y pasar el ridículo allá afuera en la fiesta.

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Listo primer capítulo c:

Nos vemos mañana con el siguiente <3

Nos vemos mañana con el siguiente <3

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OMEGACEMBER 2023 // Desafío aldorianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora