No podía decirle que mi madre me había vendido literalmente a la familia Miller, antes de siquiera yo conocer a Justin.No quería que me tuviera lástima, ni que en un ataque de rabia arremetiera con el que fue o es su mejor amigo. A pesar de que Justin me había amenazado, le tengo lástima, sé que puede sonar descabellado, pero no es su culpa, es de su madre quién lo controla como si él fuera un títere.
Justin me había enviado varios mensajes amenazantes, diciéndome que si no dejaba a Jake, pronto vería las consecuencias.
No le creí y no le pienso creer. Solo trata de amedrentarme, de usarme para la pantalla de su familia perfecta. Sinceramente no entiendo para qué me quieren a su lado, si está muy claro que nunca me quiso ni me querrá, al igual que yo tampoco.
—¿Me vas a responder? —Jake me sacó de los miles de pensamientos en mi cabeza—. ¿Qué es lo que tienes que pensar, Jessica?
—Quiere que vuelva con él —admití a medias y lo vi tensarse, la vena de su cuello salió a flote y su mirada se oscureció—. Lo cual no pienso a hacer, no te preocupes, Je.
—No pensaba preocuparme, confío en ti —declaró con la voz grave, tensa—. Pero le haré revivir las pocas neuronas que tiene.
—Jake, no puedes resolver todo a los golpes —negué con la cabeza en desaprobación y él rodó los ojos—. ¿Por qué no hablas con él?
—Claro, iré corriendo —su ironía me hizo suspirar exasperada y él agregó más seriamente—; Lo solucionaré, a mi manera, pero lo haré.
—¿Qué vas a hacer? ¿Golpearlo?
—Eso ya no funciona con él, entre más golpes más idiota se vuelve.
—Entonces...
—Hay cosas mucho más efectivas, gatita —mis mejillas se encendieron al escuchar el apodo—. Aún te sonrojas.
—Por ti —admití a regañadientes.
—Lo sé —de pronto su mirada cayó en el cielo y luego a los lados, parecía nervioso—. Por la noche nos iremos, solos.
—¿T-Tan pronto? Falta un día —hice un puchero y él se echó a reír—. ¿Qué?
—Nada.
Y en un movimiento rápido Jake estrelló sus labios en los míos uniéndonos en un pasional beso desesperado. Nos olvidamos donde estábamos, del mundo y sus alrededores. Éramos solo él y yo, besándonos, sintiendo el deseo en nuestros cuerpos.
De mi boca sale un leve gemido que termina en su boca, consumido por sus labios que saben a Whisky, y se mueven tan suavemente. Disfruto tanto de nuestro contacto que me dejó llevar por él. Una de sus manos se va mi trasero y aprieta con fuerza, mientras que la otra me aprieta de la cintura sosteniéndome. Mis brazas están alrededor de su cuello y entre más nos hundíamos en el agua, mis piernas flotaban y terminaron por abrazar su cuerpo.
—¿Hola? ¿Se dan cuenta de que estamos aquí? —no fue la voz de Lorie la que nos detuvo, fue la falta de respiración—. Ahora entiendo a Jake, los odio, se ven tan lindos que me da envidia.
—¿Y si jugamos a callarnos? —cuestionó Jake con sus labios hinchados y rojos, Lorie al verlo se echó a reír—. ¿Qué es tan gracioso?
—Que te pareces al Wason —acotó William que venía detrás de ella y Ellie detrás de él—. No te preocupes, la cara de simio aún la tienes.
—Ni lo pienses —dije negando con la cabeza al darme cuenta de las intensiones de Jake de querer soltar un comentario sarcástico—. El rojo te sienta bien.
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A media noche, empieza nuestra noche © #1 Amedianoche
Teen FictionPrimer libro de la trilogía "A Medianoche". Para Jessi Taylor no fue nada fácil su primer año en la universidad, pues su novio Justin Miller la había engañado con su mejor amiga, y a pesar de eso ella decidió perdonarlos y seguir adelante con s...