8. Un follasalón.

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—Nunca dije que él me lo fuera regalado —repliqué tratando de recuperar el teléfono pero él lo sostuvo en alto.

—Eso no fue lo que dijo tu amiga la más prudente. —contestó irónico aguardándose mi celular en su bolsillo. «Mentirosa».

—Es Ellie. Dice tonterías siempre —hice un ademán con las manos.

—En eso estamos de acuerdo.

—Dame mi teléfono.

—No lo tendrás hasta que se acabe nuestra penúltima noche —me sonrió maliciosamente viéndome con deseo y antes de volver a los asientos me susurró al oído—;Te ves bien pero te verías mejor sin el vestido y encima de mí.

      La penúltima noche lo decidía porque en dos días ya llegaba Justin. A pesar de que debería estar contenta de que esto acabará, no lo estaba. Era todo lo contrario, sentía una extraña sensación de decepción, un sabor amargo en la boca que no era alcohol.

     Sin embargo; continúe la noche divirtiéndome con mis amigas, tomaba Whisky como si fuera agua y bailaba como si no hubiera mañana. Me sentía ya borracha y no dejaba de reírme de lo que decía Ellie y Lorie, quienes también estaban ebrias. Esta última a los pocos minutos se fue al baño tardando más de lo debido y cuando volvió tenía el maquillaje corrido con señales de que había estado llorando. Me acerque a ella y por poco casi me caigo si no fuera porque Jake me sostuvo.

—Grazie —balbuceé.

—¿Cuándo estás borracha hablas en un idioma imaginario?

—Que va, Grazie es Italiano si no lo sabías.

  Lo ignoré acercándome a mi amiga.

—¿Qué sucede Lorie?  

     Le pregunté sentándome a su lado y en vez de hablar me mostró en su celular una foto, era Ethan y parecía estar besando a una chica que estaba de espaldas aunque no se lograba ver bien.

—Oh Lorie —la abracé y comenzó a llorar sin parar mientras que Ellie se acercaba—. Salgamos de aquí.

—¿Que pasó? —cuestionó Ellie pérdida.

—Nada, salgamos afuera.

        Después de que salimos al estacionamiento, Lorie seguía llorando sentada encima del capo del auto de Justin.

—C-Creí que me quería —dijo ella con la voz entrecortada y carrasposa—. Tres años, tres putos años botados a la basura.

—Sigo sin entender —soltó Ellie y Lorie la miró mal.

—Lorie —me acerqué a abrazarla—. No sé porque lo hizo pero te entiendo perfectamente.

      Sé cómo se sentía, yo había sufrido lo mismo cuando Justin me engañó con Ellie. Era un dolor en el pecho y una agonía que parecía nunca terminar.

—No entiendo porque no me terminó si quería estar con otra persona —comentó mirando el suelo con un puchero a punto de volver a llorar—. No entiendo por que no me dijo que ya no me quería si nos prometimos que en el momento que quisiéramos estar con otras personas, nos lo diríamos.

—¿Te engañó? —preguntó Ellie sorprendida y ambas la miramos mal.

—Aveces las promesas se rompen mi Lorie —contesté mientras le acariciaba la espalda y ella dió un largo suspiró.

—¿Tan difícil es cumplirlas? —cuestionó ella para sí misma que para nosotras—. Tenías razón.

—Tengo razón en muchas cosas pero de cuál de todas hablas —ella se rió triste y suspiró otra vez.

A media noche, empieza nuestra noche © #1 AmedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora