14. El collar.

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(Justin en multimedia)

Mi novio estaba en mi departamento sentado junto a mí en un mueble de la sala. Estábamos hablando tranquilamente sobre mi cumpleaños cuando le comente mi inquietud sobre qué él me hiciera lo mismo que me hizo en mi cumpleaños pasado.

Pero como siempre, Justin lo tomó de una muy mala manera.

—¡Ya olvídalo! —exclamó Justin levantándose—. Ya me perdonaste, no tienes por qué recordarme y recriminarme siempre lo que hice.

—No te estoy recriminando nada Justin —expliqué parándome y cruzándome de brazos—. Solo te estoy pidiendo que esta vez no me hagas lo mismo que me hiciste en el cumpleaños anterior.

Fue el día que se acostó con mi mejor amiga. El gran día y que se noté el sarcasmo.

—¿Qué te hace creer que esta vez te haré lo mismo? —preguntó. «Por qué te estoy haciendo eso mismo».

   Me quede en silencio y mire el suelo de la sala de estar de mi departamento.

—No sé, un mal presentimiento quizás —«Mentirosa»—. Solo por favor no me abandones en mi cumpleaños.

—¿Qué sucede? ¿Por qué siempre me pides que no te abandone? —cuestionó confundido—. Y no hablo de tu cumpleaños.

—Eres mi novio, es normal que te pida eso —me encogí de hombros y me acerqué a abrazarlo—. No lo hagas nunca ¿sí?

—Comienzo a creer que está pasando algo malo —contestó correspondiendo a mi abrazo—. ¿Quieres decirme algo Jess?

     Me quedé otra vez en silencio. Lo pensé bastante y hasta la idea de contárselo se me pasó por la mente, pero no fui capaz.

   Me abandonaría y Jake jamás me daría la estabilidad emocional que él me da.

—Nada, solo estoy sentimental —dije con la cara metida en su pecho.

—¿Segura? Sea lo que sea, puedo escucharte —negué con la cara todavía hundida en su suéter—. Está bien, vamos a la cama.

    Me llevó a mi cuarto aún abrazados y nos tiramos en la cama. No sé porque mi mente se fue a la imagen de Jake y me forcé a bloquear ese recuerdo. Entre besos y caricias que yo forzaba para olvidarme de aquello, terminé a ahorcadas sobre él y sentí su miembro endureciéndose debajo de mí. Comencé a besarlo de manera desesperada y hundí mi lengua en su boca, él me apretó mis caderas uniéndonos cada vez más y comencé a moverme sobre su cuerpo.

   En el instante que él me tocó el cuello comencé a tirar de su camisa con fuerza, queriendo y deseando mucho más.

   Fue entonces que él me miró confundido, frunciendo el ceño.

—¿Quieres hacerlo? —asentí—. Creí que querías algo especial.

   Me quede en silencio, era verdad. No entiendo en qué estaba pensado. Me bajé automáticamente y me acosté a su lado, lo miré sonreírme.

—Pensé que lo haríamos —murmuró acomodándose el amigo.

—Pensaste mal —me levanté frustrada.

—No fuera abierto la boca —susurró cuando entre al baño.

Me miré al espejo y me di cuenta que estaba sonrojada y aún no dejaba de pensarlo. «Maldita sea». Quería hacerlo, pero quería hacerlo con Jake, no con Justin. La última vez me había dejado con ganas, estaba deseosa de coger con el mejor amigo de mi novio, en vez de con mi novio.

A media noche, empieza nuestra noche © #1 AmedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora