Baby Thoughts || Riverducción || Omegaverse || Adaptación

Doce

La omega sonrió al mirar la carita de gatito mojado de su bebé, este mantenía aquella expresión seria mientras su cabello mojado se pegaba de su frente, sabía muy bien que la hora del baño no era para nada su favorita, pero su pequeño era un buen niño y con todo y el malhumor colaboraba con ella, Samantha quitaba la espuma del suave jabón de bebé de su cuerpecito con delicadeza, y Samuel se dejaba hacer quedándose tranquilito.

― Buen bebé ― felicita manteniéndolo agarrado de su bracito, argullosa de su cachorro.

"Claro, pero no creas que esto es gratis, hoy me darás mi lechita"

― Félix, muévete Samuel ya terminó su baño ― llamó Samantha, mientras sacaba al bebé de la bañera con cuidado, envolviéndolo de inmediato con una toalla, prefería evitarle cualquier enfermedad por exponerlo al frío, salió del baño tomando camino hacia la habitación, su esposo ya venía en camino, sintiéndose regañado.

― Hey, ¿No nos íbamos a bañar juntos? ―  reclamó, pero Samantha no se detuvo pasó de largo, ya que el bebé temblaba del frío en sus brazos ― Me dueles Samantha.

Mientras el alfa se bañaba, la menor sacaba al cachorro con ternura procurando no lastimar su sensible piel de bebé, a su lado en la cama ya se encontraban algunas cremitas que se encargó de esparcir por el cuerpecito sobre la toalla y piecitos, cuando por fin terminó le colocó el pañal.

"Que buen servicio"

Samuel se sentía como un rey con los tratos cariñosos que le daba su mami, se reía a carcajadas cuando besaba su barriguita repetidas veces, jugando con él, era así como sin darse cuenta terminaba vestido con la ropa más ridícula que pudieron encontrar, un traje de dinosaurio.

― Hermoso ― le susurró Samantha antes de dejar un beso en su frente, poniéndole su chupón y dejando un sonajero que emitía luces de colores en su pequeña manito. 

"Lo sé mami, lo sé"

Claro que era hijo de Félix.

La omega lo tomó en brazos y cuando el bebé se disponía a cerrar su puñito sobre su camisa como acostumbraba fue dejado en su cuna, una traición que no vio venir de su amada mami, Samantha revisó que todo estuviera bien y que no hubiera nada que considerara peligroso, quitó la mayoría de los peluches que allí se encontraban, era un poco paranoica.

― Mami se va a bañar, vuelvo rápido bebé ― susurró y luego salió de la habitación dejando la puerta abierta.

"¿Pero papá Félix no estaba en el baño?"

Samuel tomó entre sus brazos uno de los pocos peluches que había dejado su papá en su cuna, específicamente uno de un adorable pollito, que realmente era su favorito, porque se lo había regalado su tía Abril y aun podía sentir su aroma en él.

― Es rápido Félix, ya quedamos en visitar a Amairani ― la voz de Samantha se alcanzaba a oír en la habitación y Samuel se puso alerta mirando hacía todos los lados, pero no, mamá todavía no estaba ahí.

― ¿No podemos faltar? Tampoco somos tan indispensables ― y ese era papá Félix.

― ¡No ya te dije!

"Ah, que flojera visitar a Amairani y eso que ni siquiera camino"

El pequeño Samuel volvió su concentración al peluche en su mano, realmente no tenía idea de lo que debía hacer con él, así que solo lo abrazó, se sentía tan tranquilo con el aroma que comenzó a pensar en galletitas de chocolate instantáneamente, las amaba tanto, casi como a sus papás, o bueno, él todavía no sabía no sabía cómo "medir" el amor que sentía.

―  Hey, se me cayó el jabón ¿Por qué no me lo pasas? ― minutos después volvió a escuchar la voz de su padre alfa.

― ¡Félix! ― regañó la omega.

Cuando pasaban algunos minutos más comenzaba a desesperarse, aunque disfrutaba de la paz, no le gustaba estar solito, después de todo solo era un bebé así que quitó el chupón de su boca y comenzó a balbucear, tratando de llamar la atención de sus padres, sonando demasiado tierno.

"¿Se olvidaron de qué tenían un hijo? ¡Yo necesito compañía! ¿Qué clase de padres son?"

No pasó mucho tiempo cuando Samantha apareció con una toalla enrollada en su cuerpo, se acercó a la cuna sin tomar al pequeño porque aún no se secaba bien, simplemente se apoyó en el barandal y acarició su cabeza con cariño, apartando algunos mechones de su carita.

― ¿Qué pasó mi cielo? ― dijo con una voz un tanto aniñada, según para obtener mejor la atención del cachorro, el bebé la miró con un pucherito en sus labios.

"Bien Samuel ya lo tienes, ahora procede con lo siguiente, así no te querrá dejar"

― Ma... ma ― rayos lo había practicado por bastantes meses, pero aún no salía como debía ser, aunque claro al mirar los brillosos ojos de su mamá supo que había funcionado, no se podía contener de emoción ― Ma ma

― ¡Félix, Samuel me dijo mamá! ― gritó sin pensarlo dos veces, tomó al bebé importándole poco estar mojada, y besó repetidamente su carita ― mamá, di mamá cariño.

"Pff los adultos son tan fáciles de manipular... pd: te amo mami"

― Ma...

Félix que en ese momento estaba entrado debido al grito de su esposa, sonrió en grande y aplaudió, su bebé estaba creciendo tan rápido, nada mas ayer era una pequeña bolita de masa rosada.

― Saliste igual de inteligente que yo ― bromeó tomando la manito del pequeño ― ahora di chivas. 

― No lo arruines Félix ― advirtió Samantha.

Y a Samuel le gustaba eso, tener a sus papis solo para él.