Diez

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Samantha frotó sus ojos cansados, apartando las sábanas para levantarse de la cómoda cama, no había logrado dormir, pero de todas formas se sentía cansada. Sus pies tocaron el frío suelo y se quejó, buscando sus pantuflas a tientas en la oscuridad de la habitación, cuando las encontró acudió al llanto de su pequeño.

La omega caminó hasta la habitación de su cachorrito ignorando la presencia de su esposo que se encontraba moviéndose inquieto en el sofá, sin poder conciliar el sueño, pasó del lugar yendo directo hacía donde se encontraba la cuna del bebé, este se encontraba llorando y moviendo sus manitas, en busca de atención.

― Shh, ya estoy aquí ― lo tomó en sus brazos, meciéndolo de inmediato, procurando que dejara de llorar.

"Mami soñé feo"

El pequeño sollozaba a la vez que intentaba balbucear cosas inentendibles para su madre, la omega simplemente secó sus lagrimitas y dio un beso en su coronilla, acomodándolo mejor en su pecho, el pequeño se acurrucó allí donde el aroma de su mami abundaba, haciendo imperceptible el otro que estaba molestándole, guio su manita hacía su boca, intentando contener las feas sensaciones que había experimentado.

Samantha salió nuevamente, había comprobado que Samuel no quería dormir solito por alguna razón, así que se lo llevó junto a él. Félix esta vez estaba sentado, observando a su esposa e hijo, no dudó en ir tras ellos, pensando en que las cosas no podían seguir así con Samantha, no le gustaba.

La menor entró a la habitación, pero cuando estuvo a punto de cerrar la puerta sintió como algo la obstruía, allí estaba el alfa, simplemente ignoró su presencia de nueva cuenta y caminó hasta su cama, para acostarse junto a su bebé.

El alfa también se recostó en la cama, a un lado de su esposa, pero está de inmediato se dio la vuelta, dejando al pequeño Samuel en el espacio que sobraba de la cama, Félix bufó.

― No deberías dejar a Samuel en la orilla de la cama ― expresó el mayor, pero Samantha hizo todo su esfuerzo en hacer parecer que no lo escuchaba.

― Samantha, no seas tan terca, deja al bebé en medio de la cama, él solo está asustado debido a las fermonas de hace rato, un ambiente familiar será lo mejor para él.

"Ay que aburrimiento, ¿Y si jugamos a que me das leche de tu pechito?"

Con ayuda de sus pequeñas manos, Samuel intentaba quitar la tela que obstruía su paso al camino de la felicidad, pero le era casi imposible pues admitía que aún no era un profesional con eso de desabrochar botones. Él era ajeno de lo que sucedía a su alrededor. Su mami suspiró en ese instante, y tomándolo con cuidado lo levantó para cambiarlo de lugar.

"Chale, ya lo estaba logrando, la traición, la decepción hermano"

La omega realizó la acción y de inmediato estaba dispuesta a voltearse, de no ser por una mano sosteniendo su hombro, cuidando de no lastimar al bebé en medio de los dos.

― No quiero estar peleado contigo ― dijo el alfa, mostrando que estaba arrepentido de su actitud anterior, dejando de lado el orgullo ― lamento si te hice sentir mal, estaba estresado por lo del trabajo, no debí desquitarme contigo.

Samantha suspiró, bajando la mirada hacia el pequeñín, que emitía soniditos desesperados mientras tiraba de la tela de la camisa de su pijama.

"Papá Félix, ¿Recuerdas cuándo te dije que te amaba? No fui yo, fue el autocorrector"

Y bueno, Samuel seguía resentido por ser cambiado de lugar cuándo según él estaba cerca del objetivo.

― Sentí como si todo aquello que decías la pensabas de verdad... Fue tan, no sé, era como si hablara una persona diferente del Félix que conozco.

Félix asintió apenado, pasando sus grandes manos por las mejillas de su esposa, Samantha no merecía el trato que le había dado.

― Fue idiota y ridículo lo sé, ¿Podrías perdonar a este alfa tonto? ― preguntó, esperanzado de resolver los problemas ― Eres muy valiosa Samantha, no dejes que nadie te haga pensar lo contrario, así sea yo mismo.

"Alguien abra estooo"

Samuel daba con sus puñitos en el pecho de su madre, pero estos no tenían fuerza alguna, así que pasaban desapercibidos para la omega inmersa en la mirada de su alfa.

― Pero me vuelves a decir cosas así y no me ves más Félix ― advirtió la menor, cediendo ante las disculpas de su alfa, a fin de cuentas, ambos se amaban con la misma pasión, entendía la presión del alfa, pero eso no significa que iba a aceptar un trato de esos, pero por esta vez todo podía quedar en el pasado.

― Está bien Samantha.

― Y...

Fueron interrumpidos por un balbuceo lleno de exigencia, casi un grito enojado de su retoño.

"TENGO HAMBRE POR TODO LO SAGRADO MAMI SAMANTHA, QUÍTA ESA TELA DEL MEDIO Y ALIMENTAME DE UNA BUENA VEZ"

― Creo que alguien quiere atención ― señalo Félix sonriendo.

― Si, lleva rato tirando de mi camisa, debe tener hambre.

"¿Entonces estabas ignorándome? Lo pensé de todos menos de ti mami"

― ¿Preparo el biberón?

"Hey, ¿Cuál es tu obsesión con el biberón? Primero me das chupones y ahora esto, ¿Seguro que eres mi padre?"

― No, no te levantes ― Samantha detuvo al mayor, a la par que hacía a un lado la camisa del pijama que utilizaba esa noche, Samuel por fin sería feliz.

― Bueno ― el mayor se acomodó a sí mismo, y también a Samuel, para que pudiera estar más cerca del pecho de Samantha, y así poder alimentarse ― ¿Entonces todo bien?

― Ajá ― comentó la omega, que sostenía el cuerpecito de Samuel para mantenerlo en aquella posición.

"Todo perfecto, bro"

Baby Thoughts || Riverducción || Omegaverse || AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora