Veintiocho

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El alfa salió de la habitación vistiendo su pijama, la cual iba a juego con la de su cachorrito que iba en sus brazos con una cara seria, quería estar cómodo en su propia casa, quien fuera la visita esperaba que entendiera que la comodidad iba primero.

Samuel miraba a los lados con curiosidad, esperando que valiera la pena que alguien estuviera invadiendo su territorio.

"Uhm, huele a roba omegas"

Muy poco después escuchó una risa bastante conocida, haciendo que sus sentidos se pusieran alerta, escuchando los pasos acercándose a la sala de estar donde su papá había tomado asiento junto a él, de primera plana vio a su mami, pero enseguida entró a la que llamaba su segunda omega favorita, confirmando que valía mucho la pena la visita, pero la felicidad duró muy poco al mirar al alfa que venía detrás de ella, hizo un puchero inconforme.

Abril se miraba bastante contenta de estar allí o así lo percibían los dueños de la casa, aquella alegría parecía darle un toque especial porque lucía más bonita, su cabello un poco más largo y ojos brillantes, Samuel quería que pronto lo cargara para poder llenarse de su aroma como tanto le gustaba, así que él mismo de impulsó poniéndose de pie sobre las piernas de su papá, estirando sus brazos con la más clara intención de que la chica se acercaba a tomarlo en brazos.

― Este cachorro, ¿Ni siquiera puedes esperar que la tía Abril se siente? ― dijo su mami cruzándose de brazos. 

― Abi, Abi ― llamó.

― No importa Samantha, por supuesto que tengo que cargar a mi lindo bebé ― respondió la otra, haciendo caso a la petición del cachorro, tomándolo de una vez. 

"¿Escuchaste eso Juan? Su bebé"

Samantha invitó a la pareja a sentarse en el sofá siendo bastante amable y atenta con ambos, ellos hicieron caso, compartiendo asiento junto con el alfa que los saludó siendo igual de amable.

Samuel mientras tanto se disponía a pasar su naricita disimuladamente cerca del cuello de la mayor, solo porque allí era donde más abundaba el aroma de cualquier persona, pero frunció el ceño al no encontrarse la fragancia a la que estaba acostumbrado, esta vez tenía los dejes del aroma de alguien más, un aroma más pesado.

"¿Qué hizo el tío Juan con tu aroma? ¡Apestas!"

Todos pudieron observar la malhumorada reacción del cachorro al no encontrar exactamente lo que esperaba, sacándole risas a los mayores, sus padres nunca iban a entender porque lograba ser tan descarado cuando se trataba de Abril.

― ¿Pasó algo Samuel? ― molestó un poco Juan, satisfecho por la reacción del menor, un poco inmaduro de su parte, pero para él valía la pena haberlo visto descolocarse por el nuevo aroma.

Samuel desvío su mirada, queriendo dejar claro que estaba ignorándolo. 

― Oh... Espera ― Samantha se levantó de repente de su asiento, recibiendo la mirada intrigada de su esposo ante tal reacción, en cambio Abril soltó una risa al ver la reacción de su amiga ― tú... ¡Tú!

― Ajá ― respondió la otra omega con orgullo, Samantha casi gritó de emoción ante la respuesta de la otra, acercándose lo más rápido posible para poder envolverla en sus brazos en un cálido abrazo.

Félix miraba sin entender, y Samuel entendía mucho menos, ¿Abril qué?

― Felicidades ― dijo la menor con bastante sinceridad a la pareja.

― Espera, ¿De qué me perdí? ― preguntó el alfa al contemplar tanta felicidad en los rostros ajenos.

― Abril está embarazada ― respondió con Juan, con el mismo orgullo con el que había hablado Abril. 

Estaban felices y no podían ocultarlo, aunque no había sido para nada planeado, ambos tenían ese deseo bastante presente así que cuando se enteraron de ello no pudieron evitar emocionarse, les alegraba mucho la idea de formar una familia más allá de solo ellos dos.

Félix abrió su boca sorprendido ante la noticia, ¿Cómo había sido tan lento? El aroma de Juan estaba sobre Abril pero ahora era que podía notarlo mucho mejor.

"¿Uh? ¿De qué hablas viejo?"

― Esto es hermoso Abril, estoy muy feliz por ustedes ― expresó Samantha, dejándole un poco de espacio a los futuros padres.

― Se vienen días oscuros ― murmuró el mayor colocando una mano sobre el hombro del otro alfa, quien inevitablemente se asustó un poco ante tales palabras.

A pesar de tanta habladera Samuel no entendía muy bien eso del embarazo, ¿A caso se come? ¿Por qué todos estaban tan felices por esa cosa? De otra manera no entendía que tenía de bueno.

― Tendrás un primito, Samuel ― le dijo Abril, recibiendo la mirada del cachorro.

"¿Otro? Ya no lo quiero, los primos no son los que yo pensaba, solo mira a la bola de grasa de Amelia"

― Pronto estarás a punto de explotar, créeme el tiempo se te pasará rápido ― comentó Samantha ― o quizás no, depende de como lo veas, porque no es nada cómodo te digo, y ni se diga el dolor de espalda...

La sonrisa de Abril se debilitó un poco, no se había detenido a pensar demasiado sobre los cambios de su cuerpo o todas las molestias que conllevaba el embarazo, si lo veía así no sonaba tan bonito.

― Oh, pero no te preocupes, vale la pena ― intentó arreglar la omega al ver la reacción de su amiga.

Al parecer no eran demasiado buena animando a las personas.

"Um bueno, ¿Y tu aroma cuándo vuelve? No entiendo que hizo tío Juan para que no pudiera olerlo"

Baby Thoughts || Riverducción || Omegaverse || AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora