Veintidós

270 21 1
                                    

― ¡Ven con papá! ― gritó Félix estando de cunclillas a una distancia algo considerable de donde el bebé estaba sentado sin prestarle mucho atención, más concentrado en jugar con la arena.

― No bebé, ven con mami ― exclamó Samantha, estando del otro lado, en la misma posición que el alfa, esperando por él con los brazos abiertos.

El bebé dirigió una corta miradita a ambos, haciendo sonar su chupón, tomó su decisión, gateó sobre la fastidiosa e incómoda arena hasta llegar a la manta debajo de la gran sombrilla, y allí se acostó, suspirando complacido.

"Quiero mimir"

Sus padres bufaron decepcionados ante la decisión que tomó, había preferido acostarse allí en vez de jugar con ellos a pesar de que ambos estaban dando de sí para llamar su atención

― Vamos Samuel, estamos en la playa ¿En serio prefieres dormir? ― cuestionó su padre alfa llegando a donde estaba el pequeño intentando dormir, el cual lo ignoró por completo.

― Tiene sueño, deberíamos regresar ― dice la menor tomando al bebé para que pudiera conciliar el sueño cómodamente en sus brazos.

Félix hizo un puchero poco pronunciado, ¿Por qué les pareció buena idea llevar a su bebé a su viaje de aniversario? Cuatro años se cumplían desde que él y Samantha habían dado el sí ante el juez, cuatro años de un hermoso matrimonio, así que habían decidido tomarse ese fin de semana juntos, y que mejor lugar para compartir en familia que la playa, sería la primera vez que Samuel iba, así que en eso los había entusiasmado, pero hasta ahora el bebé no había hecho más que jugar lanzándoles arena y dormir sobre la manta que llevaron para colocar todas sus cosas encima.

― ¿y qué pasará con el unicornio que me hiciste llenarle? ― preguntó Félix con fastidio, señalando el flotador gigante en forma de unicornio, el cual Samantha le obligó a inflar para el bebé. 

― Luego lo usamos, trae las cosas ― ordenó la omega, tomando el bolso que contenía sus pocas pertenencias, dejándole a Félix la tarea de llevar la manta, la sombrilla y el flotador.

El mayor suspiró derrotado, si lo había llenado es porque en el fondo tenía ganas de usarlo también, ahora debía ver como llevaría lo que había quedado sobre la arena, empezando porque no tenía idea de como cargar el flotador.

"Jijiji, ¿Nunca dejarás de ser la plebe, papá?"

Samuel de verdad amaba a sus papás, pero eso no le impedía reírse un poco de sus desdichadas situaciones.

Samantha sostenía al bebé que estaba sentado en sus piernas, ya era hora de dormir pero el cachorro seguía algo inquieto luego de su siesta de la tarde, creía que podía ser por el hecho de estar en una habitación de hotel con la que el pequeño no ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Samantha sostenía al bebé que estaba sentado en sus piernas, ya era hora de dormir pero el cachorro seguía algo inquieto luego de su siesta de la tarde, creía que podía ser por el hecho de estar en una habitación de hotel con la que el pequeño no estaba familiarizado, así que para ayudarlo a dormir lo acomodó acostándolo sobre sus brazos y Samuel de inmediato supo que seguía a continuación, así que movió sus manitos con desespero tirando de la blusa de su mami.

"Ya te estabas tardando"

La omega subió su blusa dejando al descubierto su pecho, al cual el pequeño se pegó como sanguijuela, bebiendo como si no hubiera comido en todo el día; en ese momento Félix se sentó al lado de su esposa pasando su brazo por encima de su hombro, abrazándola de esta manera, Samuel entro en alerta así que rápidamente colocó su manita sobre el pecho de su mamá, como si intentara protegerla de esta manera.

― Nadie se está robando tu leche ― molestó un poco Félix, riendo por la actitud del pequeño Samuel.

"Quien sabe, te he visto en actitudes sospechosas"

― Antes de ti solo éramos mami y yo ― dijo divertido el mayor, viendo como el bebé le dirigía la mirada, pero en seguida miraba hacia otro lado ― hey, pequeño insolente.

― Félix no vayas a empezara pelear con él, siempre termina llorando, tú ya estás grande para esas cosas ― regañó Samantha a su esposo, pero este parecía no tener intenciones de hacerle caso.

"¡Si, yo estoy chiquito papá, no me molestes!"

Félix solo rió, tomando el mentón de Samantha para atraerla en un beso al que la menor no se pudo negar, Samuel que miraba desde su lugar no parecía muy feliz, ni siquiera el entendía porque ese sentimiento se extendía por todo su pequeño ser, podía compartir a su mami, pero no en ese momento.

"¡No, consíguete la tuya! Uh... ¿Qué pasa si...?"

El grito de Samantha fue lo que los hizo cortar el beso, de inmediato la omega separó al bebé de su pecho, que lo miraba con la más pura inocencia, como si no hubiera hecho nada.

― ¡Samuel! ― exclamó su mamá al borde de las lágrimas.

―  Samuel, debes tener cuidado con mamá, eso no se hace, ¿Por qué la lástimas así? ― regañó el alfa, mirando seriamente a su hijo, el cual miraba confuso a su mamá omega que seguía quejándose.

El cachorro observó a su mami bajar su blusa, notablemente adolorida por lo que acababa de hacer.

"Lo siento, lo siento mucho mami, te prometo que no lo hago más, no quería hacerte daño"

Ahora sentado sobre sus piernas tomaba el rostro de su madre entre sus manitas dejando babosos besos sobre su nariz y mejillas, intentando disculparse con inentendibles balbuceos desesperados y llenos de culpa.

― No, ya no hay más leche para ti ― determinó la omega.

"¿Cómo que no? No juegues con eso mami"

Empezó con un suave sollozo que se transformó en llanto al comprobar que efectivamente su mamá no iba a levantar su blusa de nuevo, y quizás no lo haría ninguna otra vez para él.

― Ahora será para mí.

El pequeño detuvo su llanto al escuchar eso, y casi de inmediato sollozó aún más fuerte ante lo dicho por el alfa.

Baby Thoughts || Riverducción || Omegaverse || AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora