The First Time I... (+16) Quinn/Brittana

The secret of the library (Day 7-12)

Santana dormía profundamente cuando comenzó a sentir una mirada penetrante que la sacaba de su profundo sueño, Britt aún estaba dormida ya que se abrazaban mutuamente, lentamente abrió los ojos y ahí estaba viéndola fijamente, abrió los ojos como platos al verla frente a ambas en la cama.

-¿Estas cómoda Santana? -le preguntó Susan observándonos en la cama y arqueando una ceja.

-aaah- ah Hola Susan, pues lo estaba hasta que llegaste y casi me matas de un susto. -murmuro nerviosa para no despertar a Britt.

-Así tendrás la conciencia jovencita. -le dijo bromeando y levantando una ceja mientras sonreía divertida. ¿Puedes venir un segundo o debajo de esas sabanas no se encuentra ropa de por medio? -le dirigió una mirada picara y acusadora.

-¿De que hablas Susan? Si yo soy un ángel, yo no hago esas cosas... -mintió y se levanto cuidadosamente sin despertar a Britt.

-Un ángel caído del cielo querrás decir! -bromeo y rio. Ayer te vi junto con Quinn subir por su ventana, sabía que Britt te pediría quedarte, pues la ha pasado bastante mal sin ti y así que debía venir yo antes para asegurarme de que te vayas antes de que Stephen las sorprenda y eche su imaginación a volar y te acuse de algo. -le explicaba Susan a San murmurando.

-Gracias de verdad Sus, no se que haría sin mi suegra favorita! -le dio una sonrisa encantadora y la abrazo.

-Querrás decir tú única suegra favorita ¿no? -dijo con el seño fruncido bromeando

-Obviamente Sus! Y creo que me voy ya, dile a Britt que la amo y vendré de contrabando a visitarla cuando pueda. -le dio un abrazo a Sus, se acercó a Britt y dejo un beso en su frente y esta sonrió sin despertar y Santana salió por la ventana

*Dios casi muero de un puto infarto, Susan, me debes una* -se dijo así misma mientras bajaba el muro con cuidado.

San llamó a Quinn para que la recogiera pero no atendió el teléfono, checó la hora en su móvil y rodo los ojos mientras bufó.

-Fabray ni loca esta despierta un domingo a las 7:30 de la mañana, tendré que caminar hasta casa... será el ejercicio del día.

Caminaba por la orilla de la carretera a buen ritmo y no tardó mucho en llegar a casa, saco sus llaves y abrió, al entrar vio una maleta y se alegró ya que su madre había llegado por fin.

-Santana Marie López ¿eres tú? -le gritó desde su habitación y San dudo si en subir corriendo o ir primero por la armadura, ya que nunca la llamaba así a menos que estuviera enojada.

Subió lentamente y decidió ir sin armadura pero tomó un cojín del sofá, vio la puerta y primero asomo la cabeza curiosa.

-¿me llamaste? -preguntó curiosa

-Ven acá a abrazar a tu madre pequeña diablilla o ¿acaso no me extrañaste? -dijo contenta y después se hizo la ofendida.

Y esta camino rápido hacia ella y soltó la almohada y la abrazó y Rosalba le dio un beso en la mejilla.

-Me hiciste mucha falta esta vez hija, ¿por qué traías una almohada y... POR QUÉ NO LLEGASTE A DORMIR? -le reclamo mientras la abrazaba.

-AAAAY Rosalba me dejarás sorda! Y no llegué a dormir porque... me quedé... ¿qué no es muy obvia la respuesta a tu pregunta? -le dijo sonriente.

-Tienes razón... y conociéndote esa sonrisa no esta solamente porque si ¿verdad picarona? -la miraba con una ceja arqueada y sonriente.

-Madre! No hicimos con nada! Solo dormimos juntas en el sentido más inocente de la frase.