Visenya
Golpeé la puerta con fuerza mientras Daeron tiraba de mí para impedirme seguir llamando la atención.
-¡Aegon!- grité con desespero.
-¡¿Sabe Aemond que estás aquí?!- gritó Daeron apartandome al fin de la puerta.
Tiró de mí y me cogió por la cintura para bajar conmigo las escaleras.
-¡¿Has perdido la cabeza?!- me gritó zarandeándome, pero antes de que yo me moviera, agarró mi cabeza con sus dos manos y me atrajo hacia él- dioses, Visenya, acabas de enterrar tu matrimonio con esto.
-Yo solo quiero verle con vida- sollocé- luego…luego puede odiarme, pero necesito verle.
Lloré incapaz de poder controlarme.
-Visenya…-susurró Daeron- nadie va a obligar a Aegon a hacer algo que es más que evidente que no quiere hacer.
-Pero…
-Así no le estás haciendo bien a nadie- me interrumpió- así solo estás empeorando las cosas.
-Daeron yo solo…-me llevé las manos al rostro y empecé a sentir como el aire comenzaba a faltarme.
-Venga Visenya, como te pase algo seré yo el que sufra la ira de Aemond- pasó su mano por mis piernas y me levantó del suelo alejándome aún más de las escaleras- intenta relajarte.
Me llevó hacia otra ala, donde unas inmensas escaleras de piedra conducían a lo que eran más habitaciones.
-Vas a descansar esta noche aquí sin hacer estupideces- me dejó en el suelo y me sostuvo cuando me tambaleé- voy a quedarme en la puerta durante toda la noche.
-¿Porque no me dejas verlo?- pregunté aún repleta de lágrimas-¡Él es parte de mi familia!- con fuerza le golpeé el pecho!-¡Él es parte fundamental de mi familia!
Daeron me dejó golpearle el pecho hasta que mi rabia contra él disminuyó.
-Conozco lo suficiente a Aemond para saber que esto ha sido lo último que te va a permitir hacer-sujetó mis muñecas con fuerza y abrió la puerta de aquellos inmensos aposentos- ¿Sabes qué pasará cuando exija la anulación de vuestro matrimonio?
Le miré asustada mientras me conducía hacia la enorme cama que adornaba el centro.
-Para Rhaenyra dejarás de importar y Daemon dará la paz entre nuestras casas por finalizada-me lanzó encima de la cama- lo primero que hará es matar a Aemond por lo que le hizo a Lucerys.
-No…-sollocé.
-No quiero ni imaginar lo que te hará Jace una vez que no tenga miedo a represalias por parte de Aemond-tiró de mi pie y me acercó de nuevo a él- o lo que hará cualquier hombre con la hija repudiada de la reina.
Lloré con fuerza y dejé que me agarrara del rostro.
-Porque ya le habrá llegado la noticia de que su queridísima hija ha decidido gastar la única oportunidad de recuperar a su adorable hijo en salvar a un hombre que no siente más que rechazo hacia ella.
-Aegon no siente rech….
-¿Crees que te ama incondicionalmente después de haberle matado?- me interrumpió Daeron soltando una sonora carcajada- eres más tonta de lo que pensaba.
Se apartó de mí y se dirigió a la puerta.
-Tienes esta noche, si en ella no aparece Aemond, siento decirte, que lo tuyo con mi hermano quedó en el pasado- me miró una última vez- y no tendrás la protección de ninguno de nosotros después de eso.
Cerró la puerta de un portazo tan contundente que hizo que todo mi interior se tambaleara.
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La semilla del dragón. (Segunda parte). AEMOND TARGARYEN 💚
RomanceFANFIC HOUSE OF THE DRAGON