Capítulo 40

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La llamada había tardado lo suyo. Chip se mantenía sentado, viendo la televisión. ~Ya estoy por perder la cordura.~ Pensaba para si mismo.
   Tenía ya al rededor de unos treinta minutos en que lo habían dejado en espera. Y la canción que sonaba del otro lado, solo provocaba dolor de cabeza. La única distracción que tenía, estaba por terminar, el espectáculo había concluido, solo tenía que esperar a Dale. Y así marcharse del lugar.

—¿Cuánto más voy a tener que esperar?.

Sin previo aviso. Del teléfono se escuchó la voz de una mujer. "Gracias por haber esperado paciente. Mi nombre es Cristiana. ¿En qué le puedo ayudar?.

— ¡Hola!. — Fingiendo una voz dulce. — Si. Solo llamaba, por el paquete que se ve en el anuncio de su promoción.

Chip trataba de tener una sorpresa. Sabría que el paquete llegaría dentro de dos días, así que tendría tiempo suficiente para algo que tenía en mente. Y con su tarjeta de crédito lista para comprarlo, escuchaba las indicaciones de la chica al otro lado del teléfono.

— Si. Únicamente la promoción solo cubre las rosas y los chocolates. El restaurante es una tarifa aparte.

— Suena bien para mí. — Mencionba, mientras jugaba con su tarjeta. — Tengo una pregunta. Más.

— Si dígame. ¿En qué puedo ayudarlo?.

— ¿Cuánto, me saldrían, por 100 rosa de tallo largo?.
    Paciente esperaba la respuesta, sin mencionar, que aquello qué escucho, no era lo que esperaba. —¿Enserio...?, entonces. ¿Cuánto me saldrian solo con tres rosas?.

Chip solo escucho el nuevo precio, pero el sonido de una puerta abriéndose, lo distrajo. Al voltear a ver, ya estaba la razón de su espera. —Luego le llamo.—  fue lo último en decir, para tocar el botón en la pantalla y terminarla.
    Chip solo guardo su celular y salto de la mesa, en la que se encontraba. Y corriendo un par de segundos, quedó enfrente de la ardilla que vestía aún elegante.

— ¿Cómo te sientes?.

— Realmente cansado. — sonriendo. — ¿Qué tal tú?. Pensé que ya te habías marchado.

— No te dejare solo. Aún que no quiera estar ahí, te estuve viendo por la televisión. — acercandose. — Diste una gran entrevista. Naciste para éso.

— No lo veo así. — quitándose el saco. — Más bien, vengo con algo de migraña, alguien tiene que decirle, que no es necesario el flash. Hay focos por todos lados que iluminan bien.

— Sabes que los usan solo por molestar. — siguiendo a dale, hasta llegar aún vestidor y ayudarle a cambiarse. — Quieren que hagas una cara divertida, ser la burla un rato. Y así ellos crean miles de artículos. Y listo.

— Si. ¿Crees que no entrede con Lucas?. El me enseñó los trucos que usa, para que no le de una migraña.

— Si. Algún consejo será bueno, yo te recomiendo que lleves gafas de sol. A ti se te ven geniales.

— Muchas gracias por el apoyo.
     Salió un Dale. Vistiendo una camisa sencilla,  de color verde, mientras se colocaba por encima un suéter de color morado. — ¿Creés que así pasaré desapercibido?.

— Creó qué si. — Chip solo tenía una gorra puesta. — Oye. Se que, hace unas horas pasamos por algo, me gustaría hablarlo. ¿Te gustaría quedarte en mi casa?.

— No lo sé... No quisiera recordar eso... Ya lo había olvidado. — mostrándose incómodo. — Además... Mañana tengo trabajo mañana.

— Tranquilo. Yo te paso dejando.

El Diario [Chip X Dale]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora