Cross Memories (Jicheol)

8.

El blanquecino bufaba furioso, Vernon lo había obligado a quedarse en un área que no era la que acostumbraba atender. Por más que suplicó que lo dejara como cajero, su amigo no aceptó, dando como excusa que tratar con los clientes podía estresarlo.

Jamás imaginó que estar rodeado de tanta ternura sería un calvario con todos esos niños que lloraban mientras él reacomodaba una y otra vez todos los peluches en su lugar.

—Con ese rostro los niños se asustarán

Jihoon estaba en medio de una lucha interna, cuando una voz desconocida golpeó su sistema auditivo. El pequeño peluche se asfixiaba en sus manos al mismo tiempo que se volvía hacia el dueño de la voz. Estaba a punto de responder, pero, su cuerpo se congeló al encontrarse con el pequeño gafete en el pecho del chico de cabellos negros.

Gerente

—¿Por qué tienes eso? — Inquirió con el ceño fruncido, señalando el objeto en el pecho del chico.

El de cabellos negros siguió el dedo ajeno con la mirada, descubriendo lo que señalaba, lo tomó sin importancia — Vernon me obligó a usarlo.

—Deberías mostrar un poco de respeto hacia tu jefe ¿No crees?

—¿Mi jefe? — Inquirió esta vez el de cabellos negros — Vernon no es mi jefe y tampoco estaré en este puesto por mucho tiempo.

Jihoon asfixió aún más el peluche en sus manos. El rostro burlesco y frívolo del chico lo irritaba al igual que lo indiferente que era con el puesto que anteriormente era de Seungcheol.

Sintió arder su corazón al notar la burla en todo lo que escupía por la boca.

Gerente, ser gerente era una responsabilidad enorme y Seungcheol lo había hecho tan bien que no había comparación con otras personas. Además ese puesto fue el primero que consiguió después de que su padre le cerró las puertas de todos los trabajos que Seungcheol consultaba. Vernon no se había dejado sobornar por el padre de Seungcheol, confiando en ellos, dándole una oportunidad.

—No sé cómo pueden trabajar en este lugar.

Esa frase fue la gota que hizo un desastre en Jihoon — Necesidad — Murmuró entre dientes.

No era mentira. La necesidad de poder hacer dinero y comprar una casa para dejar la casa de sus padres, formar su propio hogar.

A su cabeza llegaban recuerdos, recuerdos de un Seungcheol envuelto en gritos, que lo levantaba sin esfuerzo alguno, pronunciado a cada segundo que había conseguido un empleo, su primer empleo. Podía recordar a Seungcheol recibiendo su primer sueldo, su sonrisa tan cálida y sus ojos aguados de la emoción.

—Cállate — Volvió a murmurar entre dientes.

—¿Qué dijiste? — se Inclinó levemente confundido.

—Que cierres la boca, eres molesto — lo miró a la cara, casi desafiando al chico, el oso en sus manos hubiera perdido la vida si este fuera un ser vivo.

Los cabellos del chico se erizaron por un momento, aspiró una gran cantidad de aire para tomar valor — Soy hermano de tu jefe y también tu superior ¿Cómo puedes hablarme así?

Eso solo hacía que la sangre de Jihoon hirviera un poco más.

—Él jamás utilizó su autoridad sobre los demás.

—¿Quién? — sus manos en la cintura, demostrado que no le tenía miedo.

—No me importa si eres hermano de Vernon o mi superior, solo cierra la boca y vete de aquí.

—¿Por qué me iría?

El blanquecino sonrió irónico — Estoy harto. Me voy yo.

El de cabellos negros observaba la situación confundido y disgustado. No perdió de vista al pequeño cuerpo hasta que desapareció.

—¡Hoonnie! — llamó SeungKwan con la mirada en el celular. Bastaron unos cuantos pasos más para chocar con el pecho ajeno — ¡auch!

—No es la primera vez que chocas conmigo  — extendió sus brazos para que el castaño lo saludara con un abrazo, el cuál fue correspondido sin duda alguna.

—Hasta que llegas – Reclamó separándose del pelinegro, acomodando su ropa arrugada a causa del saludo.

—Si acepté venir fue por mamá. Y por culpa de tu esposo aún tengo mis maletas en el auto — Protestó

—Te quejas luego, estoy buscando a mi amigo – Tomó su brazo con sutileza, suplicando con la mirada que se reservara su berrinche.

— ¿Bajito y con mal carácter? – Preguntó dudoso tocándose el pómulo de la oreja, evitando la mirada de SeungKwan.

—Sí ¿sabes dónde está? – Ladeó la cabeza para mirar a Wonwoo a los ojos.

—Si te digo — lo pensó un momento — ¿No me pegarás … ni me insultarás?

— no sé que esperar – suspiró, preparándose para la respuesta del chico.

—Primero que nada, tiene un carácter horripilante, segundo … discutimos y tercero, se molestó y se fue.

Si de algo estaba muy pero muy seguro Jeon Wonwoo, es que estaba completamente muerto.

Gracias por esperar ㅠㅠ