Cross Memories (Jicheol)

26.

— Lo siento Jihoon — Musitó Wonwoo apenado, observando como su amigo consolaba a Yoongi.

Yoongi se mantenía abrazado a su padre, llorando sin parar, no porque estuviera asustado, sino por haberse alejado de esa manera. Jihoon lo abrazó con mucho amor, hablándole con cariño para calmar su llanto y consolar al pequeño.

El pelirrojo suspiró y exhaló dejando caer sus hombros — No te preocupes, esto pasaría tarde o temprano — Miró a Wonwoo por unos breves segundos regalándole una sonrisa sincera para después devolverle la mirada a su pequeño.

— Mingyu está equivocado Yoongi, no debiste hacerle caso — Explicaba el bajito, tallando la espalda del pequeño — Es solo una persona que está enferma.

Al escuchar esa última palabra, Yoongi detuvo su llanto y miro a su Papi a los ojos — ¿Enferma? — Musitó sin comprender ¿a caso tenía fiebre o tos?

— Sí bebé, está enferma de aquí — Con uno de sus dedos, dio pequeños toquecitos en el pecho de Yoongi, justo en el lugar donde se encontraba el corazón — Necesita sanar. 

Wonwoo no puedo evitar sentir su corazón doler, Mingyu no era el único que necesitaba sanar, ambos necesitaban cerrar ese ciclo en su vida. Pero si el castaño lo pensaba, el no quería hacerlo, no tenía el valor ni siquiera de comenzar el tema o de estar en el mismo lugar junto al mas alto. Estaba herido, la persona que amaba lo había lastimado de la peor manera posible.

Mingyu no merecía su amor.

— Pero Yoongi, eso de salir corriendo no me gusta — Jihoon levantó levemente la voz — ¿Qué hubiese hecho yo sí te hubiese sucedido algo?

— Lo sieto Papi, pero echeol me cargó y me dijo que esperara a mi tío Wonoo.

—¿Quién? — Exclamaron al mismo tiempo los dos mayores.

— Eche-eche-ol

— ¿Echeol? — Cuestionó el bajito, frunciendo el ceño levemente un poco confundido por el nombre.

— No lecueldo su nomble, es difícil.

— Aún así Yoongi, sí ese desconociendo hubiese resultado un roba niños y te hubiese alejado de mi para siempre — Lo cogió entre sus brazos, apretándolo con fuerzas pero al mismo tiempo cuidando de no lastimarlo.

— No Papi, ¡no! Echeol es bueno, lo sé polque sonlie — está vez el pequeño Yoongi tocó el pecho de Jihoon, llamando su atención para mostrarle su sonrisa.

No sabía la razón pero al ver a ese señor de traje negro sonreír de esa manera lo hizo tranquilizarse, le devolvió la calma que Mingyu le había rebotado unos momentos antes de chocar con él.

Esa tarde Vernon le pidió que llevara al pequeño a casa, que no se preocupara por nada pendiente y que se dedicara a mimarlo para que olvidara el momento caótico que había vivido durante el medio día. Jihoon no se negó, se despidió y se marchó junto a Yoongi, entregándole toda su atención.
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SeungCheol al igual que días anteriores se encontraba sentado en una banca del parque observando a todo tipo de personas pasar, tratando de mantener su tiempo ocupado para llegar a casa, cenar y hacer tarea.

Mantenía su cabeza apoyada en el respaldar, observando cómo las nubes grises peleaban contra las blancas, enfrentándose para poder dominar el cielo y por lo visto las grises casi obtenían una victoria.

Cerró los ojos sintiendo como él aire fresco comenzaba a chocar en su rostro, disfrutando por unos últimos minutos los débiles rayos del sol.

— ¿Puedo sentarme? — Él mayor pudo escuchar una voz suave sonando justo enfrente de él, abrió los ojos y visualizo a un pequeño de piel blanca y reluciente, cabello rojizo y dos rayitas donde debían estar sus ojos. Sonrió de lado al percatarse que él chico era de esos que al sonreír sus ojos desaparecían.