Jihoon admiraba los cambios de su cuerpo en el espejo con una sutil sonrisa, observando su ya abultado abdomen. Lo acarició tan delicadamente experimentando un nuevo sentimiento. Abrazó su pequeña pancita, cerró los ojos y sonrió ampliamente dejándose llevar por la calidez que sentía en su pecho.
Esperaba con muchas ansias los meses en el que su pequeño comenzaría a moverse. Bajó su remera y pudo notar que le quedaba un poco ajustada, suspiró al percatarse de que tendría que comprar ropa nueva por qué sus pantalones comenzaban a ser más ajustados de lo normal.
Él timbre de la casa sonó. Sin ganas bajó las escaleras dirigiéndose a la puerta, tomó el pomo pero no lo giró en cambio se quedó parado por unos segundos observando él interior de su casa. Su vida se había transformado de una manera tan inmediata que todo lo que tenía a su alrededor era tan desconocido.
La casa estaba amueblada y decorada ¿Entonces por qué parecía estar vacía?.
Suspiró con pesar y abrió la puerta tan rápido como pudo, tratando de deshacerse de sus pensamientos tan deprimentes. SeungKwan tenía razón, no podía seguir de esa forma y si él no se ayudaba así mismo, nadie podría hacerlo. Debía dejar de llorar por las noches aferrado a todos los recuerdos junto a SeungCheol. Un mes había pasado y el mayor no mostraba señales de regreso. Si él lo había olvidado ¿Entonces el debía hacer lo mismo? No solo por él, sino por su pequeño. Él no debía nacer en tal deprimente situación, él solo debía llegar a Jihoon para ser feliz y para hacerlo feliz, para acompañarse mutuamente y juntos formar un lazo irrompible.
Eso haría, la decisión estaba ya tomada y por más débil que fuera, debía hacerlo.
Debía de sellar ese capitulo en su vida.
Era sábado así que solo trabajó medio día, él resto del día lo ocuparía en cambiar algunos detalles de su hogar y él domingo lo ocuparía para despedirse de tantas cosas así que sería un día muy ocupado.
—Hola — Pronunció Wonwoo con las manos en sus bolsillos, encogiendo sus hombros y desviando un poco la mirada.
—¿ Qué haces aquí? — Inquirió Jihoon con mala cara colocando su mano en el marco de la puerta.
—¿Siempre eres así con tus invitados? — Evadió la pregunta del pelirrojo y pasó por debajo de su brazo sin siquiera ser invitado a entrar a la casa.
—Y más con los que entran sin mi permiso — Cerró la puerta resignado.
—Escuché que vas a remodelar tu casa así que decidí pasar y ayudarte, SeungKwan fue muy amable en traerme — Dio un ligero aplauso, observando la decoración de la casa.
Era igual de bonito que por fuera, cuadros adornando las paredes verde pastel, fotografías en repisas al igual que la mesa de centro de la sala.
Wonwoo solo había visto una sola vez a SeungCheol y ya no recordaba mucho sus facciones. Pero ahora conocía bien el causante de que Jihoon llegue todas las mañanas con ojos hinchados y nariz colorada como si estuviese enfermo de un resfriado.
Se veían felices en cada recuadro, sonriendo abrazados, era reconfortante saber que no fue solo un noviazgo tonto de esos que terminan y al día siguiente regresan. Podía notarlo en las fotografías en donde se encontraban fuera de la universidad, SeungCheol portaba una toga y un birrete. (El día de su graduación) Musitó el pelinegro para si mismo al ver los demás recuadros dónde él chico de cabellos negros al igual que él posaba con un elegante traje acompañado de sus demás compañeros de curso.
Pero no había ninguna foto de Jihoon parecida a la del mayor, ninguna dónde también luciera elegante.
Hizo una mueca inconforme, entonces era verdad lo que SeungKwan le había contado. Jihoon se casó pero no pudo continuar estudiando.
—Dejarás de una buena vez de viborear mis cosas — Reclamó Jihoon, dándole un vaso de agua.
Wonwoo lo recibió un poco confundido ¿Cuándo había ido Jihoon a la cocina? Y es que se perdió entre tantas fotografías que la noción del tiempo transcurrió sin darse cuenta.
—¿Por dónde empezamos? — Le dio un sorbo a su vaso mirando de reojo al de baja estatura.
Jihoon se tallaba la frente con su mano derecha, sabía que el pelinegro no tenía malas intenciones pero quería estar solo. Sabía lo insistente que era, así que pedirle que aceptara marcharse era imposible.
Minutos después se encontraban quitando cada retrato de la casa, dejando vacía las paredes. Wonwoo se volvía a mirar de ves en cuando al pelirrojo, para asegurarse de que lo que hacia era correcto. Notando su semblante triste al cubrir un cuadro dónde SeungCheol le daba un beso en la mejilla. El momento dónde limpió una lágrima que descendía por su mejilla y se la limpiaba con el cuello de su remera. Partió su corazón.
Podía sentirse identificado, conocía ese dolor, era el mismo que experimentó cuando fue herido por la infidelidad de Mingyu y no era fácil que la felicidad surgiera de un día para otro.
No lo consoló, solo siguió con lo suyo. Movía los muebles de lugar, cambiando un poco la decoración con manteles nuevos y cuadros de paisajes. Uno en particular le llamó la atención, era un Jihoon de unos ocho años haciendo el signo con los dedos. Era adorable con sus mejillas regordetas junto a sus padres.
—Gracias por ayudar — Sonrió tomando asiento, sintiendo sus piernas adoloridas al igual que su cintura.
—En tu estado no debes de abusar mucho, los muebles son pesados y puedes lastimarte o caerte — expresó con voz apática, dándole la espalda para que no notará sus mejillas rojas.
—Estás igual que Vernon, el dice, Jihoon no hagas eso, no hagas lo otro, descansa, come, duerme ¡Es estresante! — Parloteó con voz chillona.
—Solo queremos cuidarte — sonrió gentilmente, caminando hacia la puerta, abriéndola para irse a su casa.
Él bajito lo miraba parpadeando varías veces, tratando de procesar tales palabras, él pelinegro le guiño un ojo antes de cerrar la puerta y desaparecer.
Dejando a Jihoon en total silencio, sumergido en sus pensamientos ¿Cuándo Jeon Wonwoo se convirtió en un amigo y se volvió indispensable para él?
¿Por qué era tan amable?
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Cross Memories (Jicheol)
Fanfiction✏KookieFlores✍ "Te amo" Fue lo que pronunció SeungCheol después de besar los labios de su esposo. Un te amo que Lee Jihoon nunca creyó escuchar por última vez; antes de que el mayor desapareciera por la noche al salir a comprar un pote de helado pa...