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— Ya viste esto — Dijo SeungKwan con tono molesto, dejando caer sobre el escritorio la revista que llevaba en las manos.

— ¿La revista de economía? ¿Qué haces con ella? Tú odias este tipo de sección.

—Es aburrida, pero eso no es lo que quiero que veas, checa la página número 3 — El americano obedeció y cambió de páginas para llegar a la que su esposo le indicaba.

“El hijo del mayor empresario de Corea Choi SeungCheol sustituirá a su padre haciéndose él, el nuevo dueño de una de las más reconocidas empresas en todo el mundo. Posteriormente contraerá matrimonio con el hijo de su socio Yoon Jeonghan el próximo…”

— ¿Qué diablos?

— Ese idiota ¡Es un gran IDIOTA! — Gritó enfurecido — ¿No le importa los sentimientos de Jihoon? ¿Tan poco valen para él?

Una lágrima comenzó a brotar y recorrer la mejilla del castaño expresando su indignación, su molestia al leer tal artículo.

— SeungKwan, bebé, príncipe, dueño de mi corazón — Pronunciaba el rubio con dulzura para llamar la atención de su esposo — Dejaremos de vender esta revista, así Jihoon no lo verá — Propuso con una sonrisa, transmitiendo seguridad.

Renunciar a un proveedor significaba perder clientes y dinero, pero no importaba si así ayudaban a su amigo a estar bien.

— Gracias, gracias Vernonie — Caminó alrededor del escritorio, sentándose en las piernas de su esposo, enredando sus brazos en el cuello del rubio. Uniendo sus labios a los labios ajenos.

— Sacaremos está y cualquier otra que se oponga a la sonrisa de Jihoon.

— ¿Crees que esté bien lo que hacemos? — Musitó cerca de su oreja, provocándole un pequeño cosquilleo a su esposo.

— No lo sé, para mi lo es.

— Tengo un serio problema con mis sentimientos, se que no es lo correcto pero Jihoon sonríe nuevamente, tiene un motivo para hacerlo y sé que esta noticia lo pondrá mal. No quiero que vuelva a dejar de comer, tampoco que se encierre en su habitación y me deje sin saber que está bien — Explicaba, aferrándose más al cuerpo de Vernon — Ya no quiero ver a mi amigo triste por un idiota como SeungCheol.

— SeungKwan, al igual, Jihoon es un gran amigo para mi, haremos lo que esté en nuestras manos para impedir que estás noticias lleguen a él. Pero la verdad siempre sale a luz y ese día aceptaremos las consecuencias de nuestros actos.

— Juntos…

— Como siempre, sin ti no voy a ningún lado Boo SeungKwan.

— Te amo.
🫶

Jihoon”

“Sí SeungCheol”

“Cuándo me gradué, cásate conmigo”

“¿Casarnos?”

“Sí, quiero que seas mío para siempre”

El despertador comenzó a sonar, Jihoon se removió un poco en la cama tratando de ignorar el molesto sonido. Pero no por mucho tiempo, tuvo que levantarse y apagar el molesto aparato. Se reacomodo en la espaciosa cama, mirando a su alrededor aún desorientado, tragó grueso al sentir un poco de náuseas, al igual que todas las mañanas sin falta corrió al baño y devolvió un poco.

Para él bajito era asqueroso, pero lo soportaría, eso y todo lo que viniera, lo haría por ese pequeñito que se formaba correctamente dentro de él.

Se aseo y alistó para ir a su trabajo, pero antes, levantó su remera y se miró al espejo. Tomándose una nueva foto. Wonwoo después de su anterior cita le propuso tan buena idea.

“Jihoon deberías tomar una foto de tu vientre, tal vez todos los días o semanas o cada mes. Sería un bonito recuerdo”

— Vamos a trabajar arrocito — Emitió con voz dulce, completamente enamorado de su pancita que crecía cada vez más.

Necesitaba captar tan hermosos momentos, porque cuando su bebé naciera y lo tuviera a su lado profundamente dormido y admirando sus pequeñas manitas, su bonito rostro con una naricita chiquita y rojita extrañaría su vientre abultado.

— Hola — saludó el pelinegro, evitando contacto con la mirada penetrante de Jihoon.

— Hola Wonwoo, ya te dije que no es necesario que pases por mi para ir al trabajo — Expresó fingiendo molestia, pero solo fue por un corto momento ya que una risita juguetona se escapó de sus labios.

— Ya conoces mi respuesta — le quitó el bolso sujetándolo con fuerza para que él bajito no consiguiera quedarse con el. — Necesitas un acompañante, puedes herirte.

— Nada va a pasar, solo caminaré tranquilamente y con mucha cautela.

— Y yo iré a tu lado, vigilando tu cautela.

— Eres un tonto.

— Este tonto, no quiere ser torturado por SeungKwan.

Soltaron una pequeña risita, caminando a la par hasta “Ahorra Mucho”. Jihoon podía mirarlo sin sentir el odio que Wonwoo provocó al conocerse.

Podía decir que su compañía era agradable.

En cambio Wonwoo buscaba la manera de desvanecer tan malos recuerdos de la mente del bajito, intercambiando todos esos sucesos por momentos divertidos donde él podía satisfacer el feroz apetito de Jihoon provocado por su embarazo, investigar sobre el proceso de una gestación para mantener una afable conversación, caminar con él hasta el trabajo, ayudarlo en lo que pudiese, ser una compañía placentera.

Al igual que su hermano y SeungKwan no sabía si esconder el paradero de SeungCheol estaba bien, pero hasta que alguno de los tres consiguiera hablar con el mayor, no cambiarían de idea y seguirían cuidando del bienestar de su amigo.

— ¿Cumplirás cuatro meses? — Wonwoo ladeó la cabeza esperando por la respuesta de su amigo.

— Sí, hasta ahora tengo 15 semanas — Jihoon aspiro enorme, al sentir el aire chocar en su rostro, los árboles de cerezo estaban en su total apogeo, decorando espléndidamente las calles de la ciudad.

Miró al pelinegro que se encontraba distraído con su celular escribiendo y sonriendo como tonto. Jihoon se sintió olvidado por un momento, su amigo no cumplía su palabra y estaba a una rayita de reclamarle. Pero Wonwoo se volvió hacia él y volvió a sonreír, enseñando sus encías está vez.

— Tú bebé es del tamaño de un aguacate — Mencionó emocionado, sus ojos brillaban y por primera vez Jihoon pudo admitir en su interior que era una bella sonrisa — Según está aplicación, Estoy embarazado.com tu bebé es un precioso aguacatito.

Cross Memories (Jicheol) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora