- Estás lista ya? - Escuché detrás de la puerta, mientras terminaba de arreglar mi cabello.
Miré mi reflejo en el espejo una vez más, asegurándome de que todo estuviera en su lugar. Había pasado horas eligiendo el atuendo perfecto estaba emocionada y por alguna razón ligeramente nerviosa.
- Si. - Abrí la puerta y me encontré con mi hermano parado allí.
Él abrió los ojos de par en par al verme.
- Por fin te arreglas. - Comentó burlonamente.
- Que tonto. - Susurré mientras caminaba hacia él.
Él extendió su mano para despeinarme.
- No hagas eso, ¡ya estaba arreglándome! - Exclamé molesta, corriendo rápidamente hacia el espejo para volver a arreglar mi cabello.
Mi hermano sonrió y se encogió de hombros.
- Solo bromeaba, además, te ves bien con el cabello así desordenado.
- No me preocupa eso. - Respondí, tratando de ocultar mis sentimientos.
- Ah, sí? ¿Entonces para quién te estás arreglando? - Preguntó con una sonrisa traviesa.
- ¿De qué estás hablando? No es para nadie en particular. - tratando de convencerme a mí misma.
Él arqueó una ceja incrédulo.
- Jesse. - Murmuró con complicidad.
No pude contener mi risa ante su comentario.
- ¡Qué asco! ¡No! - Exclamé, riendo junto a él mientras volvía a mirarme en el espejo, esta vez con una sonrisa en mis labios.
- En fin, yo siempre me veo bien, vámonos. - Dijo mi hermano, mirándose rápidamente en el espejo antes de salir de la habitación.
Rodé los ojos divertida y acepté su invitación.
Admitía que me sentía rara, no había estado con mucha gente y mi hermano tampoco, claro sabían de nosotros pero siempre hicieron rumores incómodos.Joel ya se encontraba ahí, al igual de Dina y Ellie, siempre llegabamos tarde.
Entramos al lugar, estaba más hermoso, y lleno de luces todos bailaban, al ritmo de la música.
- Aquí están chicos. - nos sonrió María en cuanto llegamos.
- Cómo estás?. - saludo mi hermano.
- De maravilla, ustedes?, te sientes bien Annie?. - María siempre habia sido linda con nosotras y se preocupaba por nuestra comodidad.
Yo asenti mientras le sonreía.
- Annie, allá esta Ellie, creo que esta algo sola. -
Voltee y ahí se encontraba, en una esquina con un vaso en mano miraba a todos lados, incluso al piso, podía notar a lo lejos lo incómoda que estaba.
- Ahora vengo. - me despedí de ambos.
Mi hermano ya estaba viejo podía acloparse a sus conversaciones.
Mientras más me acercaba fue como si los ojos de Ellie automáticamente me enfocarán, su cara de estrés y angustia desapareció, nuestros ojos se encontraron y de inmediato me sonrió.
- Si viniste. - hablo mientras tomaba de su vaso. - gustas?. -
- Que es?. - pregunte.
- Cerveza. -
rápidamente me negué realmente no tenía ganas de beber y mi hermano se encontraba cerca.
- Vamos, ya eres mayor de edad. -

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𝙔𝙤𝙪 - 𝙀𝙡𝙡𝙞𝙚 𝙒𝙞𝙡𝙡𝙞𝙖𝙢𝙨.
No Ficción- 𝑴𝒊𝒓𝒂𝒎𝒆 𝒂 𝒍𝒐𝒔 𝒐𝒋𝒐𝒔 𝒚 𝒅𝒊𝒎𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒍𝒐 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒂𝒔 𝒕𝒂𝒏𝒕𝒐 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒚𝒐...- "𝐿𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜𝑠 𝑛𝑜 𝑠𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑛 𝑚𝑎𝑛𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑔𝑢𝑎𝑟𝑑𝑎𝑑𝑜𝑠, 𝑢𝑛𝑎 𝑣𝑒𝑧 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑎𝑙𝑒𝑛 𝑎 𝑙𝑎 𝑙�...