②⑤

199 12 1
                                    

Salí de la habitación y caminé hacia Tate, quien me recibió con una sonrisa forzada.

- Dina encontró un lugar donde podemos dormir más cómodamente -me dijo con un tono que no logró ocultar su preocupación.

- ¿Te sientes bien? -pregunté, observando su rostro cansado.

- Sí, solo estoy cansado, ya sabes -respondió tratando de disimular su malestar.

- Es tu pierna, hoy caminaste mucho. Deberíamos descansar, ¿no crees? -le ofrecí mi apoyo, colocando su mano sobre mi hombro a pesar de que era mucho más alto que yo.

Llegamos a la cama y nos sentamos. Tate y yo manteníamos una buena comunicación, éramos buenos amigos a pesar de todo. Sin embargo, algo relacionado con Ellie me estaba afectando y necesitaba hablarlo.

- Tate -lo llamé, buscando su atención.

- Dime -respondió con un tono serio.

Me levanté de la cama y me senté en un extremo del colchón.

- Me siento muy extraña últimamente -comencé a explicar.

- ¿Por qué? ¿Qué pasa? -se sentó a mi lado, igual de confundido que yo.

- Algo extraño está sucediendo con Ellie -confesé, sintiendo un nudo en el estómago.

Tate suspiró, como si intuyera que algo no iba bien.

- ¿Pelearon? -preguntó con preocupación.

- No, para nada -negué con la cabeza.

- Entonces, ¿qué ocurre? -insistió, frunciendo el ceño.

- Es distinto -me giré para mirarlo-. Últimamente me siento más nerviosa y ansiosa, necesito estar con ella todo el tiempo. Además, hoy tuve un sueño extraño. No sé qué me está pasando. -

Tate soltó otro suspiro largo y sus palabras siguientes no solo me dejaron sin habla, sino que también me hicieron reflexionar.

- Es una chica, Annie. No lo olvides -me recordó con seriedad.

Estaba tan absorta en mis pensamientos que casi había olvidado ese detalle. Ellie era una chica, y aunque no tenía nada en contra de que ella estuviera con mujeres, Tate siempre había sido claro en cuanto a sus creencias.
La confusión y los sentimientos encontrados comenzaban a abrumarme.

Me quedé en silencio por un momento, reflexionando sobre las palabras de Tate. Sabía que tenía razón, pero también sabía que no podía simplemente ignorar lo que estaba sintiendo.

- Lo sé, Tate -respondí finalmente, con la mirada fija en mis manos-. Pero no puedo evitar cómo me siento.-

Tate suspiró nuevamente, pareciendo comprender mi dilema.

- Tienes que ser consciente de las repercusiones. No solo para ti, sino también para Ellie y para quienes te rodean, piensa en Dina. -

Asentí lentamente.

- Intentaré ser más cuidadosa -prometí, levantando la mirada para encontrarme con la suya-. Pero necesito tiempo para entender todo esto. -

Tate asintió, pareciendo aliviado.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝙔𝙤𝙪 - 𝙀𝙡𝙡𝙞𝙚 𝙒𝙞𝙡𝙡𝙞𝙖𝙢𝙨. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora