“… Un avión cayó esta tarde, los pasajeros fueron trasladados al Hospital General de Madrid, esperamos tener más noti…” Apagué la televisión para contestar mi celular — ¿Si?—Era Mia. —Voy en camino para allá Mia, te veo en unos minutos, te quiero, adiós. — Volví a encender la televisión pero estaban en publicidad, tomé mi manuscrito, mi cartera, mi sudadera, salí de casa y tomé un taxi. Nos quedamos atascados entre ambulancias y recordé sobre el accidente que había ocurrido.
—Pobres personas, espero que estén bien. — Me dijo el taxista. De verdad que es muy triste escuchar sobre este tipo de accidentes, todas estas personas con familias preocupadas por ellos o esperándolos para la cena, muy tiste en verdad. Las ambulancias cesaron y el tráfico volvió a la normalidad. En cuestión de minutos llegué al lugar indicado por mi publicista, ella estaba parada afuera del restaurante, como siempre.
—Hola M…— Ni siquiera me dejó terminar cuando ya estaba con la mano en el sobre de mi manuscrito
—Dámelo ya si no quieres que te corte la mano. — Solté el sobre y lo guardó rápidamente en una bolsa. Siempre es divertido cuando entrego el manuscrito, una vez fue que lo entregué dos días tarde y Mia ya había enloquecido, desde entonces está sobre de mí todo el tiempo.
—Siempre es un gusto ver Mia. — Me miró de mala manera pero después sonrió.
—Querido Guillermo, ¿quieres algo de comer? — Pasamos al lugar y tomamos una mesa
—Realmente solo quisiera tomar un café. — Había comido apenas hace una hora, no me apetecía nada de comida.
—Por eso estás tan flaco, Guillermo. — Nos tomaron pedido y en cuestión de minutos nos trajeron el café y una ensalada para Mia. — ¿Cómo van los preparativos para tu ida a L.A? —
—Tengo todo listo, bueno casi todo, solo me falto encontrar un lugar para vivir. — Me rodó los ojos.
—Eso es lo principal, ¡tonto! —Cuando se desespera es diversión segura
— ¿Ahora me insultas? — Me volvió a rodar los ojos
—Mejor como. — Siguió con su comida y seguimos platicando de otras cosas.
—Debo irme. — Le comenté viendo la hora en mi celular
— ¿Irás a ver a alguna novia? —
—No. —
— ¿Novio? —
—Tampoco. Iré al hospital. —
—Creí que hoy no ibas. —
—Así es, solo que como hubo un accidente debe de haber mucho movimiento en el hospital y que les lea los calma, que es algo que necesitan. — Tengo cuatro años leyéndoles a los niños del área oncológica mis propios libros, desde que comenzaron a publicarme tomé la costumbre de ir cuatro días a la semana. Eh notado tantas ausencias cada vez que voy, siempre es doloroso perder a uno de los niños que te ha demostrado que te estima.
—Ay Guillermo, con el corazón que tienes no irás al cielo, tendrás tu propio cielo. — Tomó sus cosas y caminamos hacia afuera del lugar. — Así que si quieres escribir un libro con ese título, dame algo de crédito. — Trajeron su auto y subió su bolso. — ¿Quieres que te lleve al hospital? —
—No, pero muchas gracias. — Le sonreí.
—Tú te lo pierdes. —Me dio un beso en la mejilla. — Hasta luego Guille, no te vayas a Los Angeles sin despedirte de mí. — Subió a su carro y la vi alejarse. Caminé hacia el hospital que realmente no quedaba tan lejos de ahí.
Al entrar saludé a la enfermera que siempre está ahí, su nombre es Ali y siempre me dirige al área de oncología, se acercó a mí y me dijo — Hoy tengo mucho trabajo Guillermo, ya sabes cómo llegar y gracias por venir hoy, los niños han estado muy inquietos por todo el ruido y movimiento. —
—Me enteré del accidente y lo supuse, por eso estoy aquí y tranquila, que yo puedo ir solo. — Me sonrió y tuvo que prácticamente correr. Me dirigí al área oncológica y los niños al verme entrar por la puerta se abalanzaron sobre mí
— ¡Que bueno que estas aquí Guille, te extrañábamos! — Siempre me dicen lo mismo, me hace sentir muy bien el cariño que me dan. — Parece que ocurrió algo ya que la enfermera anda un poco loca. — No pude evitar reír con ese comentario.
—Bueno, eso es cierto, pero no se preocupen por ello, mejor preocúpense por qué le pasó a Sam cuando entró a la habitación prohibida…— Comencé a narrarles el libro, como siempre hacen se acomodaron en un semicírculo alrededor mío, me encanta ver sus rostros cuando les leo, sus reacciones es una de las razones por las cuales soy escritor, me encanta transmitir sentimientos y emociones a las personas, que hagan de su vida más imaginativa y emocionante. Después de leerles por dos horas me despedí de ellos y me fui a casa, aun había mucha gente en el hospital cuando salí, espero que todas esas personas estén bien. Al llegar a casa tomé un baño y me acosté a dormir, me sentí muy cansado.
Al siguiente día después de desayunar me senté frente al ordenador y comencé a escribir, no sé de donde estaba sacando cada una de esas palabras, pero las estaba imprimiendo en aquella hoja, lo primero que puse fue un título, nunca hago eso pero bueno, esto ya era raro, “A tu lado” era el título que escribí, por lo menos no es extraño, seguí escribiendo sin darme cuenta que me había pasado la hora de la comida, cuando me dieron las cinco de la tarde debía ir al hospital a leer, tomé un sándwich para nada elaborado y saqué una botella de té del refrigerador, corrí lo más rápido que pude hasta que encontré un taxi, me llevó al hospital y noté que había menos personas esta vez, saludé a Ali y se acercó a mí. —Creí que no vendrías hoy, como ya viniste ayer…—
—No faltaría un día como este, hoy terminamos libro. — Me sonrió. — Veo que se calmaron las cosas por acá. —
—Sí, con el accidente las persona llegaban buscando a sus familiares, la mayoría tuvo alta hoy por la mañana ya que no sufrieron daños severos, solo fueron algunas persona las que se tuvieron que quedar. —
—Lo bueno es que el avión venía hacia acá, ¿no? Así los familiares pueden buscarlos más rápido. — Asintió
—Sí, lamentablemente murió el piloto. — Me dio pena escuchar eso, morir en su trabajo debió ser triste
—¿Murieron más personas? — Caminamos hacia el área de oncología
—No, no, fue más leve, casi la mayoría de las personas sufrieron heridas leves que no necesitan ser tratadas en hospitales, dos personas si se quedaron internadas por daños internos, algunas con huesos rotos y hubo dos pacientes que quedaron en coma. — Me sorprendí, el como se pasa de quebraduras de huesos a el coma es extraño
— ¿Y cuánto tiempo estarán así? — No me imagino como será el quedar en coma.
—No se sabe, podrían ser horas, días, semanas, meses o hasta años. —
—Pero despertarán, ¿no? — Ahí estaba el chico preocupado
—Es lo más seguro, pero no puedo asegurarlo. — Llegamos al área de oncología y los niños gritaron “Guille”. — Te dejo con tus fans, debo ir a atender a un paciente. ¿Podemos hablar cuando te vayas a ir? Quiero pedirte un gran favor. — Le sonreí
—Claro que sí, nos vemos más tarde. — Se fue apresurada, entré con los niños y comenzaron las preguntas “¿tienes el libro?” “Hoy lo terminamos, ¿cierto?” “¿Qué pasa con Sam?”, sin duda esto era lo mejor de ser escritor, lo mejor que podía pasarme.
Después de estar casi tres horas leyendo el final del libro tenía que irme a casa. — Sam aprendió una lección esa noche y también fue la más divertida… fin. — Los gritos volvieron “¿Ah terminado ya?” “Queremos más”. — Tranquilos, que en dos días les traeré otro libro. —
— ¿Te irás ya, Guille? — Me preguntó uno de ellos
—Sí, debo ir a descansar y ustedes también. —
— ¡Muchas gracias por el libro, Guille! — Me dijeron a coro, siempre lo hacían al terminarlos.
—Me encanta que les guste. Gracias a ustedes, ahora a descansar. — Me despedí con la mano y salí del lugar, busqué a Ali por los pasillos y no la encontraba, después de un rato se me hizo escuchar su voz así que la seguí hasta encontrar el lugar de donde venía “… espero que despiertes pronto y nos puedas decir tu nombre Samu” la escuché decir mientras ponía una inyección a la persona que estaba en la camilla.---------
Este es mi capítulo, el siguiente será escrito por willyvegettawigetta espero que les guste!! ☺☺