La llamada de Emma había terminado siendo entretenida para Guillermo.
─ Enserio que déjame comprarte el vestido. ─
─ ¿Y tú para qué quieres un vestido? ─ Guillermo soltó una carcajada que hizo que Mía lo observara con interés
-Sé que me entendiste. - Emma rió
-Mejor invítame a comer y así me compensas el vestido. -
-Oh, claro, ¿a dónde quieres ir? -
-Podemos ir por comida china. -
-¡Fideos! - Gritó Guillermo
-¿Los fideos no eran japoneses? - Preguntó aquella chica
-¿Sushi? -
-Me agrada la idea, ¿entonces me mandas un mensaje con la hora y día? -
-Sí, ahora lo hago. -
-Está bien, nos vemos. - Guillermo cortó
- ¿Con quién hablabas?-Preguntó Mía después de ver a su amigo cortar la llamada
-Con Emma. -
- ¿Quién es Emma?-
-Oh, yo... el día que fuimos a ese club, derramé bebida sobre su ropa, y al parecer le di mi número. -
- ¿Y para qué te llamó? -
-Ella solo quería saber si el número era real. -Guillermo rió. -Hemos quedado para comer, le pagaré una comida en compensación por el vestido. - Mía frunció el ceño, se acercó a Guillermo y le dio un golpe con el puño en el brazo.
-¿Pero qué haces?-
-¡Tonto! No puedes tener una cita, ¡menos con una chica! ¡ERES GAY!-
-Lo sé desde que era pequeño, pero gracias por confirmármelo. Además que no es una cita, solo le invitaré una comida por arruinar su vestido. Ella sabe que soy gay, yo se lo dije.-
-Las mujeres somos muy insistentes, Guillermo, deberías saberlo ya.-
-Por dios Mía, no es una cita, solo será para conocernos, ¡es una chica!-
-Ya verás el día de la cita.-Mía caminó hacia su habitación
-Que no es una cita.-Guillermo fue a su habitación para dormir.
Al día siguiente había mensajeado con Emma todo el día, la chica era muy agradable. Había hablado con Mía sobre la firma de libros y todo estaba perfectamente planeado, como Mía siempre lo hacía. Un día después había quedado con Emma para ir a comer.
Por la mañana cuando bajó a desayunar se encontró a Rubén ahí
-¡Hola Guille!- Gritó y se acercó con los brazos abiertos
-Hola.-Guillermo esquivó el abrazo y se acercó a la cocina donde encontró a Mía. -¿Estás haciendo desayuno?-
-Estoy sirviendo cereal, ¿Quieres?- Guillermo sonrió
-Sí, gracias -Rubén entró en la cocina y se sentó en la barra
-Yo también quiero, cariño.-
-Vale.- Mía puso tres platos de cereal en la barra.-Aquí está, disfrutadlo.- Ambos chicos tomaron un plato y comenzaron a comer. -¿Y bien, listo para tu cita?-
-¿Cuál cita?-
-No es una cita. Te cuento.-Guillermo le dijo a Rubén sobre Emma y éste rió.-