¿Qué había hecho mal en su vida? ¿Qué fue lo que causó que todo esto le pasara? ¿Qué clase de persona fue en su vida pasada para merecer esto? ¿Cómo podría soportar tantos problemas? ¿Cómo? Samuel pensaba y pensaba y no lo lograba entender, ¿la vida estaba siendo injusta con él? Podría ser, pero... ¿porque a él? Lágrimas de angustia y rabia salían de sus ojos, el móvil que tenía en una de sus manos ahora se encontraba totalmente hecho pedazos en el suelo. Guillermo quien se encontraba a unos cuantos metros se acercó al mayor.
- ¿Samuel? -El chico se encontraba sumergido en su burbuja de tristeza y rabia. ¡¿Cómo podía esa mujer hacerle esto?! ¡¿Cómo?! La rabia estaba apoderándose de él, nunca había sentido tanto odio hacia una persona.
-¡Samuel!- Gritó Guillermo por quinta vez, el mayor reaccionó, observó al chico que tenía frente a él y luego pasó su mirada hacia donde estaba su móvil hecho pedazos. - ¿Ella está bien? ¿Qué te ha dicho Kylie? - Preguntó preocupado.
-Puras estupideces...- Lágrimas comenzaron a derramarse sobre las mejillas de Samuel.
-Tranquilo...- Dijo Guillermo mientras posaba una de sus manos en la espalda del mayor, para dar ligeras palmaditas.
- ¿Cómo voy a estar tranquilo si una mujer loca se ha llevado a mi hija? -Preguntó mientras se separaba del toque de Guillermo.
-Digo que mantengas la calma. - Si Samuel se iba a derrumbar, el menor de ellos claro que no lo dejaría. - Si te pones así no lograras nada, estoy seguro que Kylie no le hará daño ya te lo dijo Mia y te lo vuelvo a decir yo. Sabes que a pesar de todo lo que ha pasado no creo que sea capaz... Ella solo quiere tu atención.- Samuel escuchaba con atención las palabras de Guillermo.
-Tienes toda la razón, Kylie quiere atención y yo se la daré. - Guillermo se quedó totalmente confundido.
- ¿A qué te refieres con eso?-Preguntó
-Ella quiere una familia... - hizo una ligera pausa - No entiendo porque sigue con esa tontería. - Guillermo.
-Sabes Samuel, si Kylie quiere esa familia, porque no le cumples el capricho- ahora Samuel miró totalmente confundido al menor.
- Kylie no tiene ningún derecho de estar cerca de mi hija. Vámonos.- La actitud de Samuel hacía que Guillermo estuviera más confundido que nunca.
A ambos chicos una idea similar se les había cruzado por la cabeza, la de Guillermo un tanto más dolorosa, pero Samuel podría ir por su hija cuando quisiera, ¡era su hija por dios! y aunque ésta situación era totalmente desagradable para todos, había cierta personita que saldría muy confundida... Ella, esa pequeña niña de tan solo seis años iba a sufrir las consecuencias de las malas decisiones de sus padres.•••
Samuel recorría junto a Guillermo las transitadas calles de Los Ángeles. El ambiente en el auto era agobiante. Si tan solo todo esto se hubiese evitado, si tan solo Samuel no hubiera ido a España, Guillermo pensaba en los múltiples acontecimientos desde que conoció a Samuel y realmente todo se había vuelto una de esas típicas novelas que había leído en su momento, su vida se había convertido en constantes páginas de novelas. La pregunta que cruzaba por su mente las últimas semanas era ¿qué hubiese sido de él en estos momentos si no hubiera conocido a Samuel? Suena cruel, pero era una constante que siempre estaba en la mente del chico. Y cada momento se hacía más presente y más. Seguramente estaría en Los Ángeles, como en esos momentos pero viviendo algo totalmente diferente. Y por último ¿Se arrepentía? ¿Realmente se arrepentía de haber conocido a ese chico? Claro que no, Samuel no fue simplemente el novio del menor, tampoco ese chico que conoció en situaciones difíciles en un hospital... Samuel.. él fue algo más profundo, fue ese chico que poco a poco se fue metiendo en su mente, en su vida, en su alma dejando una marca que nunca nadie podría borrar, por más errores que haya cometido. Ese chico llamado Samuel se había metido en lo más profundo de Guillermo, así dejando una marca que gritaba amor y significaba algo mucho más fuerte. Los pensamientos del menor se habían apoderado totalmente de él, volvió su mirada hacía Samuel quien tenía una expresión amarga y de tristeza, la ojeras que tenía en esos momento hacia que se mirara aún más lamentable. Samuel se encontraba encerrado en su propia burbuja de pensamientos, el menor quiso comentar algo, pero el chico pasaría de él. El camino había sido largo, el departamento de Kylie quedaba cerca del centro de la ciudad, el estacionó y bajó rápidamente del auto para después ir al sitio de Guillermo quien ya se encontraba fuera del auto.
-Creo que lo mejor sería que yo no entrara- comentó, la situación podría empeorar, sabía que a Kylie no le agradaba, vaya casualidad a Guillermo tampoco, pero el sabía que lo mejor sería mantenerse al margen. Una parte de él le pedía a gritos que entrara junto a Samuel, quería saber de Ella, pero por otra parte prácticamente le exigía que no fuera...
-No, vamos. - Samuel le cogió una de las manos de Guillermo, así entre lanzando sus largos dedos con los del menor, Guillermo sintió el tacto tan ajeno, pero no separó su mano. -El departamento de Kylie está en el último piso.- Comentó Samuel.
Al entrar al lugar los pasillos se encontraban totalmente solos. El café oscuro que tenían las paredes combinaban perfectamente con el pálido material del piso, había unos cuadros que hacían juego con la habitación junto a unas plantas en sus grandes macetas, seguramente sintéticas, a unos cuanto metros el elevador se dejaba ver, ambos chicos dirigieron su paso hacia el. Ya estando arriba del objeto Samuel soltó la mano de Guillermo, puso una serie de dígitos y comenzaron a moverse. Las puertas d este se abrieron una vez se encontraban en el último piso del edificio. La tensión que sentía Guillermo hacia que sintiera ganas de vomitar, estaba ansioso por ver a Ella, pero el simple hecho de estar cerca de esa mujer le hacía sentirse mal. En un abrir y cerrar de ojos ambos se encontraban frente a la puerta del departamento de Kylie. Samuel sacó una especie de tarjeta y la pasó por sobre un identificador, la puerta se abrió, dejando paso a Samuel y Guillermo que se preguntaba qué estaba haciendo con su vida metiéndose a la casa de esa mujer...
Justo delante de los chicos se encontraba Kylie con una expresión amarga. Pareciese que sabía que en cualquier momento llegaría Samuel.
- ¿Qué hace este marica aquí? - preguntó en voz baja, con un tono que daba miedo. Guillermo no se inmutó al insulto, no le importaba lo que le dijeran, él estaba por Ella, no para recibir insultos patéticos.
- ¿Dónde está mi hija?- preguntó Samuel, ignorando totalmente lo que había dicho Kylie.
-Esto no fue en lo que quedamos -
-Tú y yo no quedamos en nada- Una ligera sonrisa se hizo presente en rostro de Kylie.
-No seas estúpido Samuel, piensa en la familia que podríamos formar Ella, tú y yo- Guillermo bajó la mirada, él ya lo había pensado, Ella era feliz con su madre, ¿qué sería de ella cuando la separen de su madre? - No con él- hizo una ligera pausa- piensa en lo que Ella sufriría por no tener a su madre y padre juntos. -
-Por favor Kylie. Ella ha vivido seis años de su vida sin ti - Kylie cambió radicalmente su expresión.
-Esto va en serio Samuel, si no te tengo a ti y a Ella para mí... ¡me llevaré a mi hija lejos!- poco a poco la voz fue subiendo de tono. - ¡Olvidate que algún día volverás a verla!- -¡No la verás! - Se puso de rodillas contra el suelo -¡Porque quisiste alejar a mi hija de mi! - dijo esto último en un susurro que apenas era audible. Guillermo sintió pena por la chica, y aunque que no le agradara le causaba un malestar verla en esa situación. Se miraba mal. El chico comenzó a caminar hacia la chica que sostenía su rostro en sus manos.
-Guillermo. - pronunció Samuel, al momento de ver las intenciones que tenía el menor.
-Shh... Samuel. - Dijo Guillermo que ya estaba justo al lado de Kylie, se arrodilló justo a su lado y le colocó uno de sus brazos en la espalda. -Kylie -Dijo en un susurro, Samuel miraba confundido la situación. - Ven- la sostuvo de sus manos que se encontraban ligeramente mojadas por las lágrimas. Kylie no dijo nada, y se levantó. ¿Qué está haciendo Guillermo? Era lo que se preguntaba Samuel. El menor y la chica caminaban hacía uno sofá de piel color negro que estaba a unos metros de ellos. Guille dejó que Kylie se sentará, para él después quedarse en cuclillas delante de ella. La chica tenía la vista en el suelo. - ¿Por qué haces esto?- Preguntó Guillermo, tiempo atrás Samuel y el menor habían sacado sus conclusiones sobre porque Kylie hacía esto, pero Guillermo quería saber con las propias palabras de la chica, porque hacia esto, porque de esta manera... - Kylie levantó su mirada hacia la del chico que se encontraba justo delante de ella. Sus ojos se encontraban ligeramente rojos e hinchados: Ambos se miraron a los ojos, la mirada de Guillermo reflejaba pena, pena por esa chica que tantas cosas mal había hecho, tantas malas decisiones había tomado.
- No lo puedes comprender...- Dijo mientras retiraba restos de lágrimas de sus ojos - Ni yo lo hago. - finalizó con esto. El chico estaba confundido por el comportamiento de la chica y el de sí mismo, como se suponía que debería de estar ahora que le habían respondido a la pregunta con esa respuesta. - Cuando recién llegué a Los Ángeles, mis intenciones eran buscar a ambos y joderles la vida- hizo una ligera pausa, Guillermo se quedó incómodo por lo sincero que había sido eso - pero justamente ese día que los busqué, él y Ella habían tenido un accidente, y que mejor momento para aparecer- el cinismo que caracterizaba a Kylie era abrumador, haciendo que tanto Samuel como Guillermo se sintieran incomodos.
Samuel quien se encontraba a unos metros de distancia soltó una risa totalmente fingida y sarcástica. Kylie miró de reojo al chico quien tenía una expresión de dolor, volvió la mirada a Guillermo - Entonces después de tantos años conocí a Ella y jamás imagine que una niña fuera a cambiar mis sentimientos- Tanto Guillermo como Samuel se quedaron sorprendidos por lo que había dicho la chica, Samuel por su parte pensaba en que todo era algo planeado y estaba intentando parecer una persona buena o que estaba arrepentida, pero eso era algo que a esa chica nunca le importó, años atrás cuando eran amigos de universidad, a Kylie jamás le importó lo bueno o malo que dijeran de ella, jamás se preocupó por dar una buena impresión y ahora con lo que había pasado, Samuel se había dado cuanta que a pesar de los años ella no cambiaría.
-Entonces...- Guille hizo una pausa y pensó bien lo que le diría - ¿todo lo que has hecho ha sido por que yo no te agrado? - Kylie miró al menor
-Sí. - Miró hacia el chico mencionado - Yo no quiero a Samuel, pero él años atrás me rechazó por cuidar a Ella, y si yo no tenía a Samuel ninguna mujer...- hizo una ligera pausa- u hombre estaría con él.-
Te das cuenta de todas las cosas descabelladas que has dicho - se escuchó la voz del mayor- tú crees que yo o cualquier otra persona te dejará estar con Ella - el chico caminó hacia Kylie y apartó a Guillermo de donde estaba. -Ahora quiero que me digas donde está mi hija- ambos se miraron desafiantes.
- ¡No...- Kylie intentó formular lo que le diría, pero al parecer el destino ya no estaba junto a ella.
- ¿Daddy?- se escuchó una tierna voz que provenía de la segunda planta, Samuel reconoció al instante. Guillermo y Samuel dirigieron su vista al final de las escaleras, ahí se encontraba Ella frotando con una de sus pequeñas manos uno de sus grandes ojos color verde. Era obvio que se acababa de despertar, un sentimiento de felicidad invadió a ambos chicos, el ver a Ella, todo lo que habían pasado las últimas horas se había olvidado de alguna forma. En un instante Samuel se encontraba junto a Ella abrazándola, la pequeña se encontraba un poco confundida pero rápido le correspondió aferrándose con sus pequeños brazos a su padre en un tierno abrazo.
-Hola cariño- dijo mientras le depositaba un tierno beso en la blanca mejilla de la pequeña. - No sabes lo que te extra...-
-Oooh que tierno- dijo Kylie, quien se encontraba parada a unos metros de las escalera, con los brazos cruzados, mientras observaba detenidamente a Samuel.
Guillermo que aunque se sentía que sobraba en ese lugar simplemente se acercó a Ella y Samuel quienes ya se habían separado del abrazo. Una sensación de alivio y felicidad invadía al menor.
-¡Papá has traído a Guille! - la niña corrió hacia el menor y lo abrazo para después dejar un beso en su mejilla. Guillermo hizo lo mismo dejando que una lágrima recorriera una de sus mejillas.
-cariño, podrías ir por tus cosas a la habitación- comentó Samuel quien se puso en cunclillas para quedar a una estatura parecida a la de su hija. La nena simplemente asintió y antes de subir a la segunda planta fue a junto su madre y le besó una mejilla. Kylie la abrazó.
Una vez Ella no se encontraba en el mismo sitio habló Samuel de nuevo -Por favor llévate a Ella a nuestra casa. Yo me iré directo al hospital con mi madre-
-Vale- dijo simplemente. Entendía a Samuel, ambos estaban seguros que Ella no debería de saber lo que estaba pasando con Mónica, no aun...
-Y contigo Kylie, luego hablaremos y espera una carta del juez, que esto que has hecho no se quedará así sin más. - finalizó con eso, Ella caminaba escaleras abajo con su mochila, una vez estando en la planta baja, la pequeña se encaminó hacia Kylie quien se encontraba con sus brazos cruzados. Ella se despidió con un abrazo. El mayor cogió en brazos a su nena y Guillermo se dispuso a abrir la puerta del departamento.
-Ella, ¿te quieres quedar a vivir conmigo? - se escuchó. Kylie por respuesta recibió un "what?" por parte de la pequeña, mientras que Samuel cogió con una de sus manos el pomo de la puerta para después salir del departamento. Guillermo que aún se encontraba en la entrada del departamento miró a Kylie.
- Sé que no soy nadie para decirte algo, pero piensa en todo lo que has hecho, piensa todo por lo que has pasado y por último piensa en lo que Ella está pasando. - después de eso el menor salió del lugar cerrando la puerta tras él.
Una vez fuera del edificio, el mayor colocó la mochila de Ella en los asientos de la parte trasera, le tendió las llaves del auto a Guillermo, mientras le ponía el cinturón de seguridad a la pequeña. El menor se subió una vez Ella se encontraba ya lista en la parte trasera del auto.
-Cariño, Guille te llevará a casa. - la niña solo asintió. -Cualquier cosa me dices, ¿vale? - el menor respondió con un "claro" para después marcharse a la casa de Samuel.