Capítulo XV

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*sorpresa* *sorpresa*
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Después de que Samuel dijera eso me quedé sin palabras, y así seguí el resto del camino... ¡es que el chico me había hecho una invitación indirecta a vivir en su casa! ... Como era obvio, llegamos a su casa y estacionó su auto frente a la puerta. Arturo se acercó a nosotros. -Buenas noches señor, tenía entendido que duraría más tiempo fuera. -

-Así era, solo que surgió una situación y tuvimos que regresar. - Bajamos del auto y Samuel le entregó las llaves a Arturo. - Solo sacaremos las cosas de Guillermo y te llevas el auto, ¿está bien? -

-Como usted diga. - Arturo nos ayudó a bajar las cosas que había podido llevar en el auto de Samuel y después las llevamos hacia dentro de la casa. - Sara no hizo cena ya que no sabíamos que volvería tan pronto. - Se disculpó

-No te preocupes Arturo, ya puedes ir a descansar, muchas gracias. Solo quisiera hablar con Sara y contigo mañana a la hora del desayuno, ¿de acuerdo? -

-Claro que sí, que pase buena noche. - Pasó junto a mí. - Con su permiso, buenas noches. -

-Buenas noches. -Le respondí y salió de la casa. - Samuel. - Dije para llamar su atención ya que había hundido su cabeza en el refrigerador.

-Dime. - Me respondió sacando un vaso de la alacena

-No quisiera causar molestias en tu casa, sé que a todos nos gusta tener privacidad. -

-No quiero que pienses así, Guille. - Me tendió un vaso con agua de color blanquizco, yo lo miré con algo de desconcierto. - Es de coco, mi favorita, pruébala. - Tomé el vaso y le di un trago, era delicioso. - Ah que viste estrellas- Se rió de su propio chiste y tomó de su vaso

-Solo quiero decirte que mañana buscaré un lugar donde vivir. -

-No quiero que sientas que no te quiero aquí, Guille, por algo te traje, ¿no? Me gusta tenerte alrededor. - Un sentimiento de felicidad calentó mi pecho

- ¿Enserio? -

-Claro que sí, escuchaba tu voz diario en el hospital y ahora solo te veo a ratos cuando vienes. -

-Si aún vengo todos los días, dramático. -

-Anda, Guille. Además, siempre quise tener un roommate ¹. -

-Pero...- Me interrumpió

-Pero nada, tú te quedas conmigo y ya, ahora vamos a pedir pizza porque tengo hambre. - Reí, hay veces que ya no hay nada más que discutir. - ¿Te gusta la de peperoni? -

-Sí, me encanta. -

-Genial, entonces toma el teléfono y llama para pedir una. - Se comenzó a reír y corrió a su recamara como los niños que acaban de hacer una travesura. Saqué mi móvil y llamé a la pizzería, pero como tonto que soy, me di cuenta que no sé la dirección

-Lo siento, no sé la dirección, pero en unos minutos volveré a llamar, lo siento de nuevo. - La chica del otro lado del teléfono solo me dijo "No se preocupe, esperamos su llamada" Y colgué, caminé por el camino que había tomado Samu para preguntarle la dirección, la puerta de su habitación estaba abierta así que entré y lo encontré cambiándose, se había quitado la camiseta y su espalda estaba al descubierto, me quedé ido y recorría con la vista el cuerpo del Samuel de espaldas que tenía frente a mí, me sentía un pervertido observándolo, pero no podía detenerme... oh bueno, no podía hasta que Samu se volteó y me pilló, en ese momento quise que me tragara la tierra.

- ¿Disfrutando las vistas, Guille? - Me preguntó y yo no podía decir nada en absoluto, no sé cuánto tiempo nos quedamos así, pero para mí fueron años, para cuando pude hablar Samuel ya se había puesto camiseta

A TU LADO { Wigetta}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora