CAPITULO DIECIOCHO - JACOBO

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                  5 de abril del 2019

Estos dos últimos días, mi amiga ha estado insoportable. Santiago ha estado a punto de mandarla a la mierda un par de veces y con toda la razón del mundo. Su hermano tiene razón, nunca más le avisaremos cuando nos vayamos a encontrar con Rafael. Está tan nerviosa que nos transmite su ansiedad a nosotros y vamos a acabar todos muy mal.

He intentado hablar con ella, pero es una misión imposible. Hasta hace unos días estaba tranquila y feliz. Se va a casar con Rafael a finales de verano, lo vería este fin de semana y todo era extraordinario y maravilloso. Ahora nos está volviendo, literalmente, locos a todos.

- Jacobo, ¿cómo no la has matado ya? – me pregunta exasperado su hermano, cuando entra en mi habitación del complejo donde Rafael ha reservado las habitaciones para el fin de semana.

- Le prometí a mi hermano que la mantendría a salvo y la haría feliz – le contesto con paciencia.

- Pues yo no veo la hora de irme a casa. Esperemos que en cuanto vea a Rafael vuelva a ser la Laura de siempre – vuelve a quejarse Santi por enésima vez hoy.

- Tranquilo, creo que en menos de una hora estaremos todos juntos. ¿Tu habitación es tan guay como esta? – le pregunto para cambiar de tema.

- Claro, son todas iguales.

- Todas no. La de tu hermana es todavía mejor. Tiene un jacuzzi en el centro de la habitación y una pequeña piscina en la terraza. Además, está alejada del todo el complejo y la cama es enorme. No he ido, pero Laura me ha mandado unas fotos para darme envidia – le hago saber para ahora darle envidia yo a él.

- Pues yo les he traído un regalo por el compromiso – me advierte Santiago con voz picarona.

- No es justo, yo no he traído nada, ni siquiera se me ocurrió. ¿Qué les compraste?

- Una caja de preservativos. No sé si será suficiente o demasiado. No tengo experiencia en el tema – dice Santiago un poco incómodo.

- ¿Y tú crees que mi hermano se decidirá este fin de semana? – le digo yo titubeando.

- Espero que sí, porque mi hermana está insufrible y eso la calmaría un poco. Si no, la mandamos con él a que pase los próximos meses dónde quiera que esté.

- No exageres Santiago, solo han sido un par de días y es comprensible, está impaciente por verle y nerviosa por lo de la pedida – intento que la entienda.

- Es la última vez que le avisamos que va a ver a Rafael, a partir de ahora, todo será a base de sorpresas – repite, ya que me lo ha dicho como diez veces hoy, y me deja en mi habitación solo, él también está nervioso.

***

Laura está también en su cuarto, preparándolo todo para cuando llegue Rafael. Como yo ya he colocado la ropa en el armario y mis cosas en el baño, me decido a hacerle una visita. Seguro que está hecha un flan y que Santiago no se acercará ni a diez metros de ella. Rafael ha alquilado una villa para ellos dos y Laura estaba de lo más contenta.

- Por lo que veo ya te has acostumbrado a la buena vida – la saludo cuando me abre la puerta.

- Pasa amigo, que estoy de los nervios. ¿Has visto lo alejados que estamos de todos? - dice soltando una risita nerviosa.

- ¿Y eso? Ahora te da miedo estar a solas con mi hermano.

- No, Jacobo, pero la última vez que me llevó a un sitio apartado, lo hizo para que nadie oyese mis gritos – me advierte con una sonrisa pícara.

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