15 marzo del 2019
Es demasiado temprano. No puedo creer que Rafael esté intentando despertarme. Yo soy la que me llevo la fama de adolescente loca por las hormonas y Rafael no deja de meterme mano en cuanto se lo permiten, desde que nos vimos ayer. Se nota que me ha echado de menos tanto como yo a él.
- Princesa, ¿estás despierta? - me susurra para no despertar a Jacobo.
- No, Rafi, no. ¿Qué hora es? – le contesto en un tono tan bajo como el de él.
- Son las seis. No quiero que te pierdas el amanecer – me dice como si fuese lo más normal del mundo.
- Yo solo quiero dormir – le digo con total sinceridad.
- ¿Seguro? - me dice mientras empezaba a acariciarme.
- No, Rafi, no vale, eso es hacer trampa – me quejo, pero, aun así, comienzo a besarle.
- Como veo que estás despierta, arriba. Se nos va a hacer tarde – me dice, cuando se levanta de la cama.
- ¿Me vas a dejar así? – protesto.
- No, vayámonos y habrá más – me asegura con una sonrisa.
- ¿Me estás chantajeando?
- No, te estoy incentivando – me promete, mientras me arrastra hasta el baño.
- Pues ponte la camisilla debajo de la camisa – le digo melosa.
- ¿Tanto te gusta esa camisilla?
- Es que con ella estás tan sexy.
- Yo pensaba que estaba siempre sexy – me responde mientras se acerca tanto a mí que puedo sentir su respiración.
- Y lo estás, pero con esa camisilla te diría a todo que sí - le susurro en el oído.
***
En cinco minutos estamos preparados y vamos a toda velocidad en bicicleta. Rafael lleva su mochila negra. Es extraño que antes del secuestro nunca la hubiera visto y ahora no se separa de ella. Después de quince minutos de carrera desenfrenada, llegamos a una colina llena de árboles de judas. Paro y me quedo mirando como una tonta.
- Vamos, Laura. He preparado un desayuno que sé que te va a gustar. Lo hice pensando en ti – me dice mi novio cuando se da cuenta de que no me muevo mientras admiro los árboles.
- Pero este sitio es precioso – consigo decir.
- Igual que tú – me piropea mientras pone una manta en el suelo y prepara el desayuno.
- Rafael, eres demasiado bueno – le digo cuando me siento encima de la manta, no es la de pícnic que usábamos a principio de curso, pero hace su función.
- Demasiado, ¿para qué? – pregunta con voz ronca.
- Demasiado para dejar que te vuelvas a ir – admito en un susurro.
- Laura, ya sabes que no podemos cambiar eso por ahora, pero, posiblemente, en unos meses, estaremos otra vez juntos – dice mientras comenzamos a comer.
- Si te vas otra vez, Rafael, cuando vuelvas, no pienso acostarme contigo – le amenazo.
- ¿Qué chantaje es ese? ¿Hasta cuándo? ¿Nunca o durante un año? - me responde divertido.
- No lo sé. Hasta que nos comprometamos para casarnos – le digo muy seria.
- Laura, creo que esa amenaza nos perjudica a los dos por igual – me contesta con un tono jovial, a pesar de que yo estoy molesta.
ESTÁS LEYENDO
ÍNGRIMO
Fiksi RemajaPase lo que pase, ella seguirá siendo mi universo. Independientemente de la relación que podamos tener, estará siempre en mi corazón. Siempre seguirá siendo la primera chica que he querido, la primera que he besado y la primera que ha conseguido que...