Entre el peligro y el amor [✔]

Capítulo 1: Ojos azules

—¡Te he dicho mil veces que no me llames mientras estoy conduciendo!

Iba deprisa hacia mi apartamento esa noche, la lluvia había comenzado a caer lentamente mientras conversaba con mi hermana por teléfono. La calle estaba oscura y solitaria, y la lluvia y el viento habían empezado a aumentar de intensidad. Me sorprendió el cambio de clima, ya que la tarde había sido soleada y cálida.

—¡Pero quiero que sepas que me gusta alguien, eres mi hermana mayor!

—¿Y ese quién es? ¿Lo conociste en el cumpleaños de tu amiga?

—No, no, es mi profesor de Matemática.

—¡¿Qué?! ¡¿Estás loca?!

—¡Es que me encanta como resuelve las ecuaciones y esas cosas!— gritando de la emoción.

—¿Y qué harás? ¿Confesarte en medio de la clase?

—No, le escribí una carta y se lo dejé en la mesa.

— Espera, ¿le has entregado la carta a tu profesor de matemáticas?—pregunté perpleja.

— Sí, le dejé la carta en su escritorio después de la clase. Me temblaba el corazón y sentía que mi cuerpo entero se estremecía. No podía creer lo que había hecho.

— Tienes que ser cuidadosa con esas cosas, no es apropiado ni ético tener ese tipo de relaciones con un profesor.

— Lo sé, pero no puedo evitar sentir lo que siento. Es algo más fuerte que yo.

— Bueno, solo espero que no haya consecuencias negativas para ti o para él. Tienes que ser consciente de las posibles implicaciones de tus acciones.— me quede pensando de como sería hasta la escena.

—Ay, no seas así, hermana mayor.

—Solo no quiero que salgas lastimada de nuevo.

—No se va a repetir, además creo que le gusto.

—¿Crees? La mirada también engañan, Ivy.

— Seguramente mañana les dará una clase de ''estudien primero y luego busquen parejas''— Añadí.

—No desees mala suerte.

—Es broma, es broma. Solo quiero hacerte reír un poco. Sé que el amor es algo serio y bonito. Pero también hay que tener cuidado y no ilusionarse demasiado rápido. Recuerda lo que pasó con ese tal Carlos, el que te engañó con tu mejor amiga. Ese sí que era un patán.

—Lo digo por qué él y yo...

—¿Tú y el qué?

—Nos besamos— comenzó a gritar de nuevo.

—Ay, no lo primero que debes evitar y lo haces. Pero bueno, espero que este nuevo chico sea diferente. Que te trate bien y te haga feliz. Que te respete y te apoye. Que te haga sentir especial y única. Que te quiera de verdad y no te haga sufrir. Que sea tu compañero y tu amigo. Que sea tu alma gemela y tu cómplice. Que sea tu todo y tú nada.

—¡Eres mi mejor hermana! ¡También eres casi bipolar!

—¿Qué? ¿Te gustó mi poema? Lo acabo de inventar para ti. Soy muy creativa, ¿verdad?

Intenté apresurarme para llegar a casa, pero la lluvia y la oscuridad me impedían ver bien el camino y me costaba conducir. Traté de cerrar la llamada con mi hermana lo antes posible, pero ella siguió hablando y pidiendo que no la dejara sola en la llamada.

—Si juega contigo ese profesor te juro que yo...

—Tranquila hermana, sé dé lo que eres capaz de hacerle a alguien cuando se mete conmigo.