Mis visitas a Denver dentro de la cápsula se volvieron rutinarias, aunque mi anhelo de encontrar una salida o de obtener más información persistía sin éxito. Cada intento de obtener respuestas era infructuoso; las puertas parecían cerrarse ante mí, y la vigilancia constante se volvía cada vez más opresiva.
Eran las 13:00 horas, según el reloj que Victor Stone, el jefe del laboratorio, me había proporcionado. No podía quitarme ese reloj; una vez en mi muñeca, se volvía inseparable, como una forma de control constante.
Mientras continuaba siendo vigilada y monitoreada, el científico Stone mantenía su mirada fija en mí, como si supiera cada pensamiento que cruzaba por mi mente. Aun no tenía noticias de Ethan, Declan, Ivy y Katerin. La incertidumbre sobre su paradero y su bienestar me atormentaba constantemente.
Mientras las semanas pasaban, noté que mi vientre comenzaba a crecer, aunque solo un poco. La vida que crecía dentro de mí. Mis preguntas y preocupaciones se multiplicaban, pero las respuestas seguían siendo esquivas.
Cada visita a Denver se convertía en un recordatorio de la extraña realidad en la que me encontraba, con la esperanza de que algún día encontraría la verdad y liberaría a mi hijo de este destino incierto.
Me acerqué a la cápsula donde Denver yacía, la transparencia del material permitía verlo en reposo. A pesar de las circunstancias desconcertantes, no pude evitar tocar suavemente mi vientre mientras le hablaba.
—Hola, pequeño. No sé exactamente qué está sucediendo aquí, pero quería que supieras que estamos juntos en esto. Tu crecimiento es un misterio para ambos, pero espero que estés bien.
Mientras hablaba, acaricié mi vientre con ternura, como si pudiera transmitirle algún tipo de confort a mi hijo. La cápsula parecía aislarlo del mundo exterior, pero mi deseo de conexión seguía fuerte.
—Aunque todo es confuso, siento que estás creciendo cada vez más fuerte. No sé qué nos depara el futuro, pero estoy aquí para ti, mi pequeño —susurré, tratando de infundirle tranquilidad, a pesar de mi propia incertidumbre.
Miré a Denver a través del cristal, deseando que de alguna manera pudiera percibir mi presencia. La sensación de ser observada constantemente y la falta de información sobre mi entorno me mantenían alerta, pero en ese momento, me centré en la conexión única que compartíamos, sin importar las circunstancias extrañas que nos rodeaban.
—Denver, aunque todo esto sea un completo misterio, quiero que sepas que hay una pequeña vida creciendo dentro de mí. Nuestro hijo, un lazo que nos une en medio de la confusión y el desconcierto —susurré, con la mirada fija en él a través de la cápsula.
Acaricié suavemente mi vientre mientras continuaba hablando.
—Aunque no entiendo completamente lo que están haciendo aquí, quiero que sepas que haré todo lo posible para proteger a nuestro hijo.
Miré la cápsula que lo contenía, deseando poder tocarlo directamente y compartir estas palabras con él cara a cara.
—Sé que no puedo tener todas las respuestas en este momento, pero prometo que encontraré una manera de sacarnos de aquí, para que podamos darle a nuestro hijo un hogar lleno de amor y seguridad. No importa lo que esté sucediendo, nuestra familia merece algo mejor —añadí, con determinación en mi voz.
Pero...
—Denver, te extraño tanto —susurré, mi voz temblaba con la emoción contenida—. Cada día sin ti es como un año. Cada momento que paso en esta cápsula, lejos de ti, es un tormento. Pero no importa cuánto duela, no importa cuánto me desgarre por dentro, siempre encuentro consuelo en nuestro hijo. En la pequeña vida que crece dentro de mí.
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Entre el peligro y el amor [✔]
Science FictionEn una noche solitaria, Valeria se cruza con un joven de ojos cautivadores. Se enamora, pero también Se encuentras en peligro. Él ha olvidado su pasado, y ella se encuentras en medio de un misterio. ¿Quién es él realmente? ¿Por qué él? ¿Por qué ello...