Capítulo 11: Sangre

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Los días pasaron y las personas nos ofreció techo, comida y agua para poder descansar, era un pequeño pueblo aislado de la sociedad y se alimentaban de la naturaleza.

—¿Crees que funcione?— pregunte mientras sostenía mi placa acostada.

—Si no nos han atrapado en varios días, eso significa que sí.

—¿Mi hermano... Declan?

—Tranquila, él estará bien.

—Sufrió mucho.

—Eso es la mentalidad de... nuestro... de ese maldito científico.

—¿No te duele con tantas transformaciones? Ya está en la fase 8 y es parecida la de la 6, solo que tienes esas venas negras en tus ambos brazos.

—No me duele, estoy bien, Vale. Tú estas a salvo, es lo único que me importa.

El paso una mano por mi mechón y ponérmelo detrás de mi oreja.

—Quien lo diría, el chico que encontré en medio de la calle resulto ser un experimento.

—Y desde que hay prometí cuidarte— dijo él sonriendo.—Esa promesa sigue en pie, Vale —dijo—. No importa cuántas transformaciones tenga que pasar, siempre estaré aquí para protegerte.

Pasaron los días y la vida en el pequeño pueblo se volvió más llevadera. Los habitantes nos aceptaron como parte de ellos, a pesar de nuestras diferencias. Aprendimos a vivir con la naturaleza, a respetarla y agradecerle por lo que nos brindaba.

Un día, mientras estaba con mi hermano Declan, nos sentamos bajo la sombra de un gran árbol.

—Vale, creo que es hora de que hablemos —dijo Declan.

Sentí un nudo en la garganta. Sabía que este momento llegaría, pero no estaba preparada.

—Declan... —empecé, pero las palabras se quedaron atascadas en mi garganta.

—Valeria, ¿Cómo se lo tomó Katerin? —preguntó Declan.

Asentí, recordando el día que le dimos la noticia a Katerin. Fue uno de los días más difíciles de mi vida.

—Fue devastador —admití—. Katerin ella se derrumbó. No podía creerlo. Ivy también lo tomó muy mal. Ambas estaban muy unidas a ti y a mamá. Fue muy duro para ellas, al igual que para mí.

Declan asintió, su rostro era una máscara de dolor.

—El laboratorio... —comenzó Declan, su voz apenas era un susurro—. Era un lugar frío y desalmado. Había cápsulas por todas partes, cada una con una persona dentro. Todos eran experimentos, como yo. Nos trataban como si fuéramos meros objetos, no personas.

Hizo una pausa, como si las palabras le pesaran demasiado.

—Está bien, no es necesario que recuerdes esos tiempos, estás con nosotros ahora —le aseguré.

—Pero...

—Tranquilo, hermano —le dije, intentando tranquilizarlo.

El asintió suspirando.

— Y sobre nuestro padre...

— No es nuestro padre, Declan, al menos dejó de serlo cuando... mamá murió y tú, bueno, tú estás vivo y eso me quitó el peso de dolor que cargaba durante todos estos años.

— ¿Qué significa?

— El no lloró cuando ambos tuvieron ese accidente, por su culpa mamá murió.

— Ya lo recuerdo —dijo Declan.

— Ivy sufrió mucho, y nuestro ''padre'' se casó nuevamente con una chica más joven que él. Nunca le importamos, Declan. Nunca.

Entre el peligro y el amor [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora