Si un caos.
Siempre había pensado cómo sería dar o experimentar algo así. Si lo hice por impulso, no tenía remedio. Era su vida o nada.
—Creo que te hemos encontrado— lo hice por instinto.
Lo que actuó y pensó mi mente no fue algo que no quería en realidad sí.
Era un torbellino de emociones, como si estuviera en el ojo de una tormenta. Sentí una corriente eléctrica recorriendo mi cuerpo, una sensación de calor que se extendía desde la punta de mis dedos hasta la base de mi columna vertebral.
Él, por una parte, me apego más a él y eso era lo que quería, distraerlos.
Mis labios hormigueaban, como si hubieran sido rozados por una pluma. Mi corazón latía con fuerza, cada latido resonando en mis oídos como un tambor. Mis pulmones parecían llenarse de un aire dulce y embriagador, dejándome mareada.
Tenía que distraerlos, no tenían que llevárselo.
—¿Qué estás haciendo, señorita? Devuélvenos al chico y tú no saldrás lastimada o mejor dicho olvidaremos que estuviste con él.
Yo toqué su nuca haciendo que su rostro quedara tapado con mi pecho mirando a aquellas personas
Tenía que pensar rápido, no podía dejar que se lo llevaran. Lo único que se me ocurrió fue intentar distraer a los hombres para poder ganar tiempo y buscar una oportunidad para escapar con él.
—Lo siento, ¿podrían repetir lo que dijeron?— pregunté con voz temblorosa, intentando ganar tiempo mientras acariciaba suavemente la nuca del hombre más cercano a mí.
—Te dijimos que nos devuelvas al chico y no saldrás lastimada— respondió el hombre, frunciendo el ceño ante mi actitud desafiante.
—Lo siento, no es que quiera hacer esto... es solo que... — dije mientras gesticulaba con nerviosismo, buscando una manera de distraerlos— él es mi esposo, llevamos 5 meses de casados y el chico que está en ese cartel no es él.
—¿Cómo podría creerte?— pregunto acercándose.
En ese momento, el corazón latía con fuerza en mi pecho. Sabía que tenía que pensar rápido y encontrar una manera de salir de esa situación.
—No sé cómo demostrarlo, pero si me dan un momento, puedo encontrar una forma de probarles que estoy diciendo la verdad— dije mientras continuaba acariciando la nuca de el hasta ver como mi blusa subía y bajaba con su respiración.
—Muéstranos sus ojos.
Ay, no, no, no, no.
Sus ojos, de un azul profundo, eran únicos y enigmáticos. En su pupila había cuatro pequeños puntos rojos, dos en la parte superior y dos en la parte inferior. En su iris, cerca del centro, había un pequeño punto rojo que parecía destellar cuando se movía la luz. Era como si su mirada tuviera un poder especial, una especie de magia que podía atrapar a cualquiera que se atreviera a mirarlo directamente. Mirar a esos ojos era como mirar dentro de un universo desconocido, un universo lleno de secretos y misterios por descubrir. Era difícil no sentirse atraído por ellos y querer más.
Entonces fue donde recordé que antes de que saliéramos de casa le di un par de lentes de contactos para que eligiera y eligió el color ámbar, recordar eso me alivio, pero sus rostros eran idénticos.
¡Porque son la misma persona!
—Muéstranoslo— dijo una señora enojada.
Agarre su rostro mirándolo, luego ellos se acercaron intentando buscar ese detalles.
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Entre el peligro y el amor [✔]
Khoa học viễn tưởngEn una noche solitaria, Valeria se cruza con un joven de ojos cautivadores. Se enamora, pero también Se encuentras en peligro. Él ha olvidado su pasado, y ella se encuentras en medio de un misterio. ¿Quién es él realmente? ¿Por qué él? ¿Por qué ello...