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Seo Changbin, aquel adulto joven con apariencia adolescente a los 19 años.
Un joven como cualquier otro hasta que lo conoces como Felix lo hacía.
El pelinegro tenía una habilidad que jamás fue tomada en serio a excepción de...
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La hora del almuerzo dura 30 minutos. No iban ni 10 y Changbin ya se estaba arrepintiendo de haber invitado a ese tipo. No por él, pero por su amigo.
─Por eso creo que los quokkas son animales infravaloradísimos.-Dice su amigo de mejillas abultadas mientras apunta al recién invitado con su tenedor. ─Pues...en mi país son bastante queridos en realidad, pero tienes algo de razón, no veo que se hable mucho de ellos fuera de él.-Responde el pecoso, acompañado de unas leves risitas.-Cuando comes pareces uno. ─Hey!─Se queja el mencionado. Changbin suelta una carcajada, con una mirada dirigida a Felix, mientras ambos comienzan a reír. ─Han, deja de atosigarlo con tus conversaciones raras. ─Hey! Al chico le gustó mi tema. ¿Cierto,eh... ─Felix. Lee Felix. Aunque mi nombre coreano es Yongbok. ─Con que Yongbok,eh? Es lindo.─Dice sin más el pelinegro, mientras continua picoteando su comida.
Las mejillas del castaño se pintan levemente, mientas rie por lo bajo y mira a otro lado. ─Es impresionante como este chico hace alagos como si nada ¿No? Ush...─Dice el castaño mirando a su amigo.
El de piel lechosa solo regresa su mirada a Changbin, quien aún come con dificultad su refrigerio.
─Por qué la cara larga,Bin? Normalmente terminas bastante rápido de comer.─Dice el de apellido Han, rodeando a su amigo por los hombros con su brazo. Lix solo observaba, callado en su asiento.
─Solo...no tengo hambre. ─Imposible.─Responde un chico alto, dos años mayor que los dos amigos. ─Bang!─Dice el de mejillas abultadas saludando con un choque de manos al recién llegado. ─Veo que ya conocieron a Felix. ─Hola, Chris.─Responde con una sonrisa tímida el mencionado. ─¿Lo conoces, Channie?─Pregunta Han. ─Ibamos juntos a la misma primaria cuando estaba en Australia, pero perdimos contacto cuando me mudé a Corea hace unos 11 años. ─Volvimos a hablar por Instagram hace unos meses cuando le avisé que me mudaría a Corea pronto, y descubrí que iría a su misma preparatoria. ─¿Y por qué te mudaste a Corea, Felix?Pregunta el quokka.
Felix solo se queda en blanco, intenta responder pero el pequeño compartimiento que guardaba sus lágrimas dentro de sus ojitos se derramó, haciendo imposible al chico hablar. El de mejillas estrelladas huye al baño ante su inevitable reacción, con un Jisung gritando disculpas detrás suyo y un Changbin corriendo tras él.
Flashback
"Mami, ¿Puedo ir contigo?" La señora Lee escuchaba esto cada que su pequeño escuchaba la puerta abriéndose.
Siempre accedía, siempre estaba junto a su niño especial de mejillas divertidas. Junto a su príncipe con la galaxia entera en su carita. Siempre acompañada de esa estrellita de cabellos oscuros. Hasta aquel día.
─Mami, ¿Puedo ir contigo?─Corrió el pequeño tan pronto vió como su madre salía de la casa con dos grandes cajas con ruedas, que solo usaban para guardar su ropa y juguetes cuando iban a la playa. ─Yongbok... ─La mujer se dio la vuelta y se puso de cuclillas, abrazando a su hijo.─Me temo que esta vez no será el caso. La mujer acaricio la mejilla pecosa de su pequeño, mientras lo miraba con sus ojos cristalizandose. ─Pero mami...siempre vamos a todos lados juntos!─ Dice el niño con decepción.
