🌹23. Un cálido hogar🌹

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El padre de Min Ji preguntó quien la buscaba, pero lo supo de inmediatamente después de escuchar a Doyun decir que se trataba de un chico con cara de brócoli

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El padre de Min Ji preguntó quien la buscaba, pero lo supo de inmediatamente después de escuchar a Doyun decir que se trataba de un chico con cara de brócoli.
Después de abrir la puerta nuevamente Min Ji lo dejó pasar y hablar con sus padres. Había una tormenta afuera y Jun Pyo estaba casi empapado por esperar fuera sin un paraguas. Bajo la excusa de que su auto se averió y su chofer se fue sin él, después de dejarlo en casa de su novia. Jun Pyo pretendía conseguir quedarse a pasar la noche sin ser rechazado.

Min Ji lo observó curiosa mientras estaban en la sala. Ella le extendió una toalla y se rio de su cabello que parecía estar más esponjado que de costumbre. La lluvia torrencial no se detendría hasta el amanecer, ni siquiera el grupo Shinhwa podía hacer algo al respecto y la familia de Min Ji no podía enviarlo a casa hasta que la lluvia se atenuara un poco, ya que sería peligroso. No tenían opción, aunque su padre no quisiera debía darle la bienvenida a Jun Pyo al menos por esa noche.

—Veo que el joven Gu, ya conoció el temperamento de mi sobrino, Doyun. Se está quedando con nosotros por un tiempo. —presentó al niño sentado junto a él en la sala principal de la mansión. El padre de Min Ji, no veía la hora de despedir a su inesperado invitado, pero mientras eso no fuera posible al menos decidió incomodarlo un poco.

—Ya veo, es un gusto conocerte niño —saludó Jun Pyo contiendo sus ganas de regañarlo por lo que hizo al tirarle la puerta en la cara—. Soy el novio de Min Ji —añadió como su pequeña venganza indirecta.

—¿Novio? Eso es imposible, ¿cómo Min puede estar con alguien tan feo como él? —protestó el pequeño levantándose del sofá y se sentó entre Min Ji y Jun Pyo para separarlos.

—Nuestro Doyun es muy lindo —dijo ella acariciando su cabeza.

—Hermana Min vamos con la tía —insistió para llevársela y dejar a Jun Pyo ahí—. No me agrada ese sujeto —añadió sin disimular su disgusto por Jun Pyo.

—Doyun no seas grosero —dijo Ha Joon a modo de reprender a su sobrino, aunque era evidente que no trataba de hacerlo.

—No me importa, me recuerda mucho a Min Ji cuando teníamos esa edad —comentó Jun Pyo intentando sonar amable.

—¿Acaso insinúas qué mi hija era una grosera de pequeña?

Apenas escuchó eso de parte de su suegro entendió que le costaría mucho ganar su confianza. Sería casi tan difícil como lo estaba siendo conseguir la confianza de Min Ji.

—Claro que no señor, me equivoqué.

Jun Pyo se puso nervioso, nunca antes había tenido que pedir disculpas por algo que dijo sin pensar mucho. Se había dado cuenta que era más cuidadoso y respetaba al padre de Min Ji, incluso más que a su propia madre, cuya relación se podía definir más por el temor que por la admiración, con su padre la historia era diferente, pero no demasiado. Estando distanciado de él, Jun Pyo solo podía admirarlo como una figura lejana que lo quería, pero casi nunca lo demostraba. De un momento al otro quiso saber cuál era exactamente la relación de Min Ji con sus padres, tuvo curiosidad por esa cálida conexión de bromas y sonrisas confidentes, que había visto entre ellos desde que puso un pie en esa casa. Min Ji casi nunca hablaba de sus padres y cuando lo hacía era para decirle cosas simples, problemas cotidianos o pequeñas quejas sobre cómo se iban juntos de viaje de negocios nuevamente porque su relación era buena. Jun Pyo tenía curiosidad, quiso saber más sobre la familia Oh y que tan diferentes eran de su propia familia.

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