Somos los Monstruos

El Chico de la Sonrisa Entusiasta

Era demasiado temprano para arribar al dormitorio que le asignaron en Monsters University. Era su primer día y los nervios le estaban carcomiendo todo el cuerpo. Se acomodaba el suéter de color malva con espirales purpuras que le quedaba algo holgado, así como a su vez el cuello de su camisa debajo de esta y los anteojos esféricos de armazón fucsia enfrente del espejo del pequeño cuarto de aseo. Se pasaba los dedos por el cabello lila una y otra vez no consiguiendo calmar su ansia por el único problema que siempre lidiaba al momento de entrar a una nueva escuela: conocer a sus compañeros de clases. Pero esta vez se trataba de conocer a su compañero de habitación con el cual compartiría el resto del ciclo escolar por lo cual debía de darle la mejor impresión de él para evitar un rechazo total. Ese era el meollo del asunto. Debido a su inseguridad y timidez y que era conocido como un nerd empedernido nunca lograba abrirse a las demás personas y conseguir algún amigo y mucho menos a una novia además que no le ayudaba el curioso hecho de sus facciones andróginas y complexión esbelta que a veces lo confundían con una chica de mediana estatura.

Empero, esta vez, Randall se había decidido que eso cambiaría definitivamente y que tal vez pudiera hacerse amigo de su roomie para comenzar y después trataría de conocer a los demás estudiantes del instituto. Era su meta principal (además de aprobar el semestre).

El sonido de una voz escandalosa lo hizo respingar un poco activando su poder de invisibilidad que rápidamente volvió a su estado normal. Después escuchó el forcejeo de girar el pomo de la puerta de la habitación que lo instigó inconscientemente a salir del cuarto de aseo para emplazarse enfrente de la puerta. ¿Ese sería su compañero de habitación? La angustia invadió su organismo, pero caviló en sí y cerró los ojos. Tenía que controlarse porque se había propuesto ser un monstruo diferente.

La puerta se abrió lentamente con un crujido tétrico que le dio unos cuantos escalofríos. Vislumbro expectante al monstruo que tenía a unos metros delante de él: era un chico de baja estatura con cabello verde limón con unos nimios par de cuernitos que lo hacían verse más simpático, el fleco largo de su cabello le tapaba la mitad de su cara dejando solo ver su gran ojo jade copioso de regocijo. De hecho, él emanaba un aura alborozada como si hoy fuera el mejor día de su vida.

El joven monstruo lagarto agarró agallas antes que el monstruito pudiera pronunciar cualquier palabra y fue directo con él saliendo de la habitación para presentarse como era debido.

— H-Hola — tartamudeo ligeramente para después componer de nuevo su voz. — Hola, soy Randall Boggs, mucho gusto. Aunque si prefieres puedes... — dudó en ser tan modesto como siempre recordándose a sí mismo que debía de ser seguro. — Es decir, todos me dicen Randy.

Por unos instantes, el chico lagarto vaciló en estirarle la mano morada a su nuevo compañero de cuarto, pero nunca se esperó que inmediatamente fuera estrechado por la pequeña mano verde de él que suscitó a que se sorprendiera y se colorearan de carmesí sus mejillas blancas. Y más que nada que ese monstruito verde agitara tan animadamente su mano.

— Hola Randy. Yo soy Mike Wazowski. Me da mucha alegría saber que seremos compañeros de habitación — atisbo una mirada apocada del chico lagarto y agarró su cabeza apenado por la mala interpretación. — Sé que no nos conocemos, pero conozco que vamos a estudiar en la misma facultad para ser asustadores y eso me emociona más.

El joven Mike soltó una risita encogida aun apretando la mano esbelta de Randall que solo se mostraba maravillado ante la soltura con lo cual su compañero se había presentado ante él. Quizás le había contagiado esa actitud entusiasta que logró que esbozara una sonrisa gentil. Un bullicio de unos jugadores de futbol americano detrás de ellos sobresaltó a Randall que por reflejo se volvió invisible solo siendo visible sus anteojos redondos provocando asombro a Mike que detuvo su estrechamiento animoso de manos y abrió la boca.