¿Está es una declaración de amor?

168 13 87
                                    

Randy.

Escribo esta carta para expresarte mi sentir.

Debo aclarar que no soy bueno con los sentimientos que he de confesar que es l primera vez que me veo metido en una situación tal como está así que espero que me tengas mucha paciencia por favor.

Al escribir esta carta se me hará más fácil hacerte entender lo que quiero expresarte en vez de hablarlo con mi propia voz, sin embargo, tenlo por seguro que lo haré después en persona. Solo te pido que me des tiempo para conseguir el valor y declararme hacia a ti apropiadamente.

No pretendo ser tan enredado, aunque pienso que también me está costando trabajo escribir así que seré lo más directo y sincero contigo para no aburrirte con todo mi ensayo mareador (risas).

Uno, dos y tres. Respiro profundo. Aquí vamos. (Discúlpame si escribo hasta como actuó, pero necesito animarme de alguna manera).

Aquella vez que me besaste, la verdad no supe como reaccionar ya que como te había explicado antes, es una experiencia nueva para mí y por eso quizás tú lo malinterpretaste como desprecio y repugnancia hacia ti que para nada fue eso así que perdóname por haberte hecho sentir de esa forma que nunca fue mi intención.

Cuando estuve meditando lo sucedido en mi recámara de mi casa, sin darme cuenta pensé que ese beso robado (por qué lo fue y no te estoy culpando, ~risas nerviosas de nuevo~) realmente me había gustado... Estoy totalmente rojo al confesártelo que mi mano tiembla de nervios así que no me juzgues si mi letra se vuelve fea e ilegible a partir de este momento O////O

Entonces, también analicé nuestra amistad que hemos llevado durante este semestre que me hizo ver que tanto lo apreció y me encanta tu compañía. Soy consciente de que somos dos chicos monstruos y debo ser honesto contigo que de buenas a primeras me asusté por esto, pero después con todo lo anterior dicho (o escrito), reflexioné que no importaba. Tanto lo consideré así que noté también lo mucho que me resultas atractivo físicamente (la verdad eres muy bonito) además de lo lindo, noble y amable que eres en el interior como un chico monstruo.

Al final, con todos estos antecedentes acabé por decidirme que me estaba enamorando de ti. Por favor, si es correspondido mi cariño hacia ti, me gustaría que no me respondieras esta carta y al contrario de lo que tu piensas en este instante que lo estas leyendo, quiero prepararme para demostrarte toda esta declaración a través de palabras salidas de mi propia voz. Si me lo contestas, será para que me escribas una respuesta de rechazo y no sufriré demasiado al no verte a la cara.

Como ya te lo había mencionado antes, espérame que pretendo hacerlo oficial.

Atentamente:

Tu tonto amigo cursi Mike (y con muchas esperanzas algo más).

Cada noche, Randall soñaba con las letras que había leído en la carta que le entregó Mike desde aquel día en la plaza comercial. Suspiraba hasta de tan solo recordarlo que lograba tener un sueño reconfortante. Era sábado así que no se preocupó por despertarse un poquito más tarde de lo que normalmente acostumbraba hacer en la semana. Por reflejo inconsciente, estiró la mano al pomito dorado redondo de su cajón del buró de su cama y la jaló con cuidado. Aún con los ojos cerrados, metió la mano dentro donde intentaba buscar algo hurgando en toda la superficie.

- ¡El sobre! ¡La carta!

Despertó de sopetón con ambas manos moradas cubriendo su boca para taparla inmediatamente al advertir el grito que había lanzado al aire inconscientemente. Una vez que se había calmado y despabilado, agarró sus anteojos fucsias de la superficie plana del buró derecho para colocárselos y se aproximó de nuevo a su cajón para emprender de nuevo la búsqueda de dicha hoja de papel color verde pistache que por lo general acostumbraba a volver a leerlo. Sacó todo lo que tenía dentro del cajón que solo constaba del estuche de sus lentes, un cuaderno de notas, una pluma, un folder de plástico que contenía varios separadores con distintos diseños y el libro de Only a Monster que estaba leyendo actualmente y poco le faltaba para terminarlo. Al cuaderno y al libro los sacudió agitando sus hojas en el aire con la esperanza de que el sobre se hubiera metido entre las hojas, luego asió el folder donde lo abrió para dejar caer los separadores en el colchón de la cama. Nada. Movió el buró que solo contaba con un solo cajón para comenzar a rastrear en la parte trasera de este. Nada. Se agachó para examinar debajo de la cama y se ayudó de su celular para alumbrar.

Somos los MonstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora