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Enojarse con uno de sus mejores amigos de esa forma por una simple broma le pareció demasiado, apenas unos 20 minutos después de todo ese drama que se armó empezó a reflexionarlo.

Lo justo sería pedirle perdón y explicarle las cosas paso por paso para que deje de molestarlo con eso, también debería hablar con Dongho, pero todo eso ya no tenía caso, su hora de almuerzo había terminado, tenía bastantes cosas pendientes que hacer, porque los anteriores días se comportó como un vago en absoluto.

Era lo más aburrido que había hecho en toda su vida, pasó más de tres horas ordenando expedientes médicos, incluso de gente que ya había muerto, ¿Eso no tenía que hacerlo un secretario o algo?, probablemente sí, pero lo que pasaría si iba con su superiora y se quejaba de algo más lo mantenía al ras.

Esos días fueron bastante aburridos para decir verdad y bastante estresantes, a veces pensaba en que hubiera preferido tener una pequeña panadería y hacer cafés y pan todo el día. De todas formas no cobraría igual a lo que hace en el hospital, el trabajo y responsabilidades era mucho, pero el pago no era para nada malo.

Lo único que le mantenía con una pisca de emoción era la cirugía a la que estaba encargado, sería el primer gran proceso médico al cual estaría al mando. Ya había dirigido otras muchas en el pasado, pero ninguna tan compleja como la que vendría, pues era un trasplante y no uno común, era un trasplante de corazón. Al ser una cirugía así de peligrosa tendría a muchos expertos ayudándolo en todo, pero igual recibiría un poco de crédito.

Aun no conocía ninguno de los factores médicos de esta, pero las especificaciones de operación y esas cosas se la entregarían ese día, tenía que estar atento.

Ese mismo día tenía algunas cirugías planificadas, pero eran de poco riesgo y casi nada importantes por no decir insignificantes. Demorarían máximo una hora y media cada una y él no tendría que hacer casi nada más que estar parado viendo que todo vaya bien.

Pasaron dos horas y el peli café ya había acabado de hacer una cirugía para remoción de un apéndice y una consulta a un señor joven. Estaba tranquilo viendo en su celular algunos vídeos e historias de Instagram, él no era de subir muchas cosas, pero aun así tenía casi 7 mil seguidores. Le dio curiosidad ver cuanta gente seguía a Lee, no podía ser mucha más de seguro.

Lee Yong-bok, 30k+ seguidores.

Se comió su orgullo y salió de la aplicación sin una emoción en su rostro.

Lee Félix lo estaba volviendo loco, talvez si debería conseguirse una pareja.

Salió de la habitación en camino al la sala 134 del segundo piso, ala dos. Ese hospital era inmenso, un día de trabajo era como hacer una rutina completa de cardio.

Le tocó ver las cicatrices casi sin curar de muchos pacientes en recuperación, desinfectarlas y darles algunos consejos para cuidarlas, tenía suerte sé que ese día ninguna estuviera infectada, porque además de eso ser un problema grande para su salud, visualmente se veían espantosas.

Tenía una pinza que sostenía un algodón empapado en alcohol cuando le llegó una llamada a su celular de trabajo, inmediatamente la contestó, no lo hubiera hecho si no tuvieran como orden contestar cualquier cosa que les llegue a ese celular en hora laboral.

— Discúlpeme un segundo, tengo que contestar — le dijo a su paciente y ella asintió, sin decir nada, se veía muy cansada. — Ajá. ¿Qué paso?— su voz hacía notar que no estaba nada feliz de recibir esa llamada.

— Hwang, baja a emergencias ahora mismo. — La voz masculina detrás del celular sonaba muy agitada. — ¡Ahora mismo!

— Enseguida voy.

Médico Cirujano [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora