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Despertar acurrucado en el cálido pecho de Hyunjin no sonaba nada mal, si no fuera por el hecho de que ese miércoles por la mañana tenía que madrugar para ir al trabajo, al igual que Hyunjin, las alarmas seguían y seguían sonando, pero ni siquiera se inmutaban.

Pero en un punto empezaron a sonar tan fuerte y repetitivamente que inevitablemente despertaron al mayor, algo raro, ya que de ahí Félix era el único de sueño ligero. Estaba confundido y su espalda dolía por demás por la pésima posición en la que durmió, además del peso que tenía encima.

A casi nada de tirar lo que estaba apoyado en su cuerpo, notó que de la parte superior salían unos hermosos rubios cabellos que al instante reconoció. Una bella sonrisa apareció en su rostro, con curiosidad se acercó a este, tenía un olor suave a vainilla que él encantaba, todo de él le encantaba de hecho.

Con suaves toques en las mejillas empezó a despertarlo, Félix parecía tan cómodo ahí negándose a despertar.

—Lix, vamos, despierta.

— ¡Déjame! ¡Estoy cómodo aquí!.

— Lix… Mi vida… Si no te levantas ahora mismo me veré en la obligación de obligarte. — obviamente la amenaza era en un tono tierno.

— ¿Y como piensas hacer eso? Por si no lo sabes, soy una persona con mucha determinación, consigo todo lo que quiero.

— Pues… Te llenaré la cara de besos hasta que quedes lleno de saliva. — eso hizo que Lix le mandé una sonrisa de diversión.

— Eso es asqueroso… pero no suena tan mal.

— Lix, es en serio, vamos a llegar tarde y Jeongyeon te va a regañar de nuevo. — su tono cambio a uno más serio pero sin dejar de tener esa dulzura.

Félix inmediatamente se paró con una cara de susto descomunal. — ¡Mierda! Olvidé que tenía que ir al hospital. ¡Ni siquiera tenía planeado quedarme a dormir aquí!. — un abrazo lo envolvió por completo.

— No tienes que preocuparte tanto, te puedo llevar al trabajo.

— Pero no tengo mi uniforme, apenas traje cosas básicas de aseo.

— Yo te puedo prestar un pantalón y camisón, no creo que te queden tan grandes. 

— Pero Hyunjin… Tienen tu nombre cosido.

— No se van a dar cuenta, confía Lixxie.

— ¡Si lo van a hacer! ¡Mejor pido un taxi!.

— ¿Siempre eres tan insistente? Me sorprendes.

— Sí, lo soy.  Iré por mis cosas, nos vemos.

— Amor… Quedan 10 minutos, bueno 12 exactamente. No vas a llegar a tiempo ni aunque lo intentes.

— Pero mi cabello está todo sucio…

— Te ves increíble, solecito, como todos los días.

Hyunjin rebuscó en su cajón hasta encontrar el uniforme más pequeño, pero decente que tenía, el que encontró no era de una talla mucho menor, pero era mejor que darle uno de su talla actual que seguro si le quedaría grande, porque aunque no sean muy diferentes de tamaño, en contextura corporal si diferían mucho, Hyunjin era más muscular y ancho a comparación de Félix, que principalmente se podría describir como alguien delgado.

La ropa como era previsto le quedaba algo holgada, no mucho igual. Además de eso, Hyunjin supuestamente le presto un hoodie, y supuestamente porque era obvio que ese rubio no se lo iba a devolver nunca.

A Hyunjin le hubiera gustado invitarle a comer algo a Félix, pero no iba a ser posible ese día, apenas les quedaban minutos contados para entrar al hospital sin un atraso injustificado.

Médico Cirujano [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora