15

5.1K 379 509
                                    

Minho volteó y de pura casualidad no se encontró con Hyunjin mirándolo ya que se escondió detrás de un árbol, Hyunjin decidió volver a casa. Él no sabía gran parte de la historia de Minho, pero sabía que lo odiaba más que a nadie, por lo que ese día definitivamente no quería tener que hablarle otra vez.

(...)

Al llegar a su casa se puso a hacer la cosa en lo que mejor era: vagar mientras veía televisión, le costó encontrar algún programa que le gustará, ya que la última serié que vió era asombrosa y las últimas dos semanas se pasó buscando alguna que se compare, pero ninguna ha sido ni la mitad de buena.

Cuando por fin encontró una más o menos interesante se dispuso a verla tranquilamente, su relajación se acabó cuando en su celular empezaron a aparecer mensajes seguidos de las típicas notificaciones que tenía.

Últimamente, le estresaba mucho contestar los múltiples mensajes de ese contacto, estaba planeando tomar una decisión difícil, tanto de decir como hacer, pero sabía que era lo mejor para él, pero ya no disfrutaba tener sexo con una persona mientras pensaba en otra, no era justo ni para él ni para Dongho.

No estaba asumiendo para nada que le gustaba Lee Félix, solo no podía parar de pensar en él, en su hermosa cara cubierta de pecas, en su curvilíneo cuerpo, en sus largas pestañas o sus abultados labios. Ahg, sí, definitivamente pensaba mucho en ese chico, a él mismo le asustaba.

Con mucha pereza agarró y presionó encima de la burbuja de chat con la foto de perfil del chico pelinegro.

Dong-ho:
Hola Hyunjinnie.
Cómo estás?
No nos hemos visto hace días…
Que tal si nos encontramos hoy?
Puede ser en tu casa o la mía, sinceramente me da igual, pero quiero verte.

¿Desde cuándo los mensajes de ese chico empezaron a ser tan amorosos? Revisó el chat y los mensajes que se habían mandado hace meses, descubrió que ese comportamiento estaba ya hace mucho tiempo, él no era tonto, sabía diferenciar cuando le gustaba a alguien, pero en ese caso no se dió ni un poco de cuenta, talvez estaba segado por el deseo sexual y por eso no lo noto.

Decidió dejarlo en visto, no sabía que contestarle y definitivamente no quería ir a esa casa ni traerlo a la suya, pero ya había pasado unas veces que cuando le decía que no, hacía un drama, y solo quería evitar eso.

Una imagen se le vino a la cabeza, una dónde él y el pelinegro tenían algo más que solo amistad y dónde eran novios o quizás algo más allá, se trataban con cariño y amor. Esa imagen mental le causó repulsión y no sabía ni el porqué, bueno, en realidad sí, la única forma dónde quería que esa imagen sea real es una en la cual en vez de ese chico estaba uno un poco más bajito, con pecas y con ojos que cuando sonríe se le convierten en líneas.

Inconscientemente (no tanto) ya había tomado la decisión que él sentía que era la correcta, le costó un poco escribir esos mensajes, pero lo logró.

Hyunjinnie:
Te puedo invitar a comer algo?
Quiero hablar contigo y no siento que sea correcto hacerlo por mensaje o llamada.

No tardo casi nada en contestar.

Dong-ho:
Uhhhh que será?
Estoy tan emocionado
Seguro es algo increíble.

Para nada lo sería o por lo menos no para él.

Hyunjinnie:
No te emociones mucho.
No es nada increíble.

Dong-ho:
Contigo todo es increíble bebé.

¿Uh? ¿Cómo que bebé? Lo dejo en visto hasta que se acordó de un detalle.

Médico Cirujano [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora