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Félix abrió la puerta de su habitación y salió de esta, recién se había puesto su pijama esperando no lucir tan sospechoso, pasó rogando porque sus amigos no hayan escuchado nada, no tenía ganas de tener que darles una explicación del porque se escuchaban gemidos desde su cuarto la noche anterior.

Bajó cuidadosamente las escaleras, no pudo evitar notar el gran dolor de cintura que tenía, además de toda esa resaca, lo que le hizo reflexionar de todo lo que habían hecho el día anterior, estaban más que descontrolados, soltó una pequeña risa ante su propio descontrol y el de su compañero.

En el piso de abajo, sentados en el comedor que nunca usaban, estaban Jisung y su molesto novio, además de Jeongin, lo miraban con una expresión indescifrable, como si estuvieron sorprendidos de que siga vivo o algo.

Se llevaba bien con Minho, era como su hermano, se conocían mucho antes de que Jisung y Minho se hicieran novios. Eran del tipo de amigos que siempre se andaban molestando y peleando por cosas inútiles, pero en el fondo se querían mucho. Después de todo, Minho fue el único que lo esperó y apoyo en toda su etapa oscura.

— ¿Está todo bien?…

Estaba parado enfrente de la mesa, contemplándolos, hubo un silencio monumental mientras lo miraban de pies a cabeza.

— Eso deberíamos preguntar nosotros, Lee Félix. — Jeongin lo miró con los ojos entrecerrados, la melosa pareja unas horas antes ya se había encargado de contarle todo con lujo de detalles, si no fuera por esos chismosos, él nunca se habría enterado, a diferencia de Jisung él tenía el sueño pesado por eso siempre usaba tantas alarmas para llegar a tiempo.

En el caso de que Félix haya llevado a alguien a su casa para tener sexo no le parecía malo, al contrario, él era un adulto maduro que debía saber qué decisiones tomaba y las posibles consecuencias de cada una. Además, no podría quejarse del ruido por qué ellos probablemente ya lo habían torturado más de una vez y dejado sin horas de sueño por llevar a sus novios en la noche. 

Félix se movió dirigiéndose a la cocina intentando mimetizar el tema. No es por nada, pero sentía que su querido Minho sobraba en esa conversación, por no decir que era un metiche de primera.

— Hmh, No entiendo de qué hablan. — esto claramente era una mentira, y lo hacía explícitamente para molestar a los tres que intentaban interrogarlo.

Han se paró de dónde había estado sentado, y zancadas llegó a la cocina donde se acercó tanto a Félix casi quedando pecho con pecho

— ¿Quieres que sea más específico Félix-sii?— usaba un tono obviamente desafiante, pero Félix no se iba a dejar doblegar.

— Eso me gustaría…— siguió con el juego. El pelinegro y el pelirosa se miraron cómplices de lo que sabrían que iba a suceder.

— ¿Dónde quieres que empiece Félix-sii?— paró unos segundos para hacer un ademán como si estuviera pensando. — Talvez por… ~Ugh esto es asombroso… Me encanta…~ — decía todo esto con una imitación de voz de placer, Félix no tenía idea en qué momento dijo eso y por qué Jisung pudo escucharlo.

Su cara se puso completamente roja y los chicos que seguían en la mesa no podían evitar reír.

— ¿Y eso qué? No tienes la fama de ser una persona poco mentirosa. — intentó liberarse de las acusaciones, pero nadie en ese lugar estaba cayendo en lo que decía.

—… ¿Entonces, continúo Félix-sii? — el rubio sabía la labia que tenía el peliazul, y si se lo proponía podía hundir su orgullo ahí mismo.

— ¡No! No lo hagas, para por favor.

Médico Cirujano [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora