— Lix. — llamó el chico pelirosa, el rubio no contestó.
— Félix... — el chico le movió un poco el brazo con tal de que despierte, no se despertó.
— ¡LEE FÉLIX! — terminó gritando, la paciencia no era una de las grandes virtudes de Yang Jeongin. Por su parte el de cabello rubio por fin despertó, casi con un infarto, pero por lo menos ya no estaba dormido.
— ¡¿Qué paso?! ¿Por qué me despiertas así?! — dijo en un tono molesto, hoy no tenía ganas de hacer nada más que estar acostado el día entero. Pero su molesto compañero de casa estaba arruinando sus planes.
— ¿Cómo que por qué te despierto idiota? ¿Piensas llegar tarde a tu primer día de trabajo? Si yo fuera Bang ya estarías despedido. — le costó unos cortos segundos procesar esas palabras, era muy temprano como para que su cerebro funcionara a un cien por ciento.
— ... ¿Trabajo? — no, definitivamente su cerebro no era el mismo cuando madrugaba.
— Félix... ¿Hospital?, ¿doctor?, ¿cirugías?... ¿nada? — por fin conectó dos neuronas. A veces Jeongin se preguntaba como pudo graduarse con el título de estudiante prodigio.
— ¡Mi trabajo!, ¡¿cómo lo pude olvidar?! ¡No puedo llegar tarde el primer día! ¡¿Cuánto falta para las 6?!— ni siquiera le dio tiempo a su amigo para contestar cuando reviso su celular, eran las 4:17, faltaba exactamente una hora y cuarenta y tres minutos para que su hora de trabajar iniciara y su amigo ya le estaba jodiendo la mañana.
Fijó su vista a su amigo pelirosa con una mirada asesina.
—¿Por qué me miras así? ¿Qué tienes ahora?
— ...Yang Jeongin ¿estás consciente de la hora que es? — dijo en un falso tono amable.
— ...¿Sí?... — dijo con miedo, esa mirada y tono para habla realmente no le inspiraban confianza.
— Sabes que faltan casi dos malditas horas para que empiece mi turno, ¿no?... ¿Sabes qué? ya no importa nada, voy a dormir un poco más. — A Jeongin realmente le molestaron esas palabras, sin pensarlo dos veces le dio un golpe en la pierna derecha haciendo que el otro se estremeciera abajo de sus blancas sabanas.
— ¡¿Eso por qué?! — Sus ganas de dormir se fueron por completo ese día.
— Jisung y yo pasamos toda la mañana haciéndote un desayuno que, por cierto, quedo increíble. Así que Félix-ssi si quieres salir de esta casa con vida será mejor que bajes esas malditas escaleras, te termines ese desayuno y más vale que te encante. — Félix soltó una gran carcajada, aunque a veces sea un completo infierno vivir en esa casa con dos compañeros de cuarto, nunca se iba a arrepentir de hacerlo, la mayoría del tiempo la pasaba muy bien con ellos, sin contar sus innumerables peleas en especial con Jeongin por traer a su novio por las noches y no ser específicamente silenciosos.
— Sí, sí, sí, como diga mi bebé Jeongin. — le dio un beso en la mejilla.
— Ew, no hagas eso, es asqueroso. — uno de los métodos favoritos de Félix y Jisung de molestar a su menor era tratándolo como bebé y vaya que lo molestaba.
Bajó las largas escaleras hasta el primer piso de esa linda casa que compartían entre los 3, en la mesa del comedor que casi nunca usaban porque siempre comían en la mesa de la cocina, había una innumerable cantidad de comestibles, entre hot cakes, frutas, yogur, jugos, huevos, incluso hasta carne con verduras y unas masas de aspecto sospechoso, que prefería no preguntar lo que eran para no ofender a nadie por lo que supuso que eran tortitas de papa y brócoli algo quemadas.
— ¡Feliz primer día de trabajo, al mejor, más inteligente y más guapo doctor de este mundo! — llegó Jisung y le dio un fuerte abrazo, más que un abrazo aprecia algún tipo de maniobra de artes marciales.
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Médico Cirujano [Hyunlix]
Ficção AdolescenteDonde Felix de casualidad empieza a trabajar en el mismo hospital que Hyunjin. Tuvieron una relación hace años dónde las cosas no terminaron nada bien, por lo que su convivencia es muy difícil, aun así las cenizas del amor siguen estando ahí. ¿Podr...