DEPRESIÓN 15 Marzo, 2022

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Tengo Trastorno Afectivo Bipolar, éste trae consigo una fase llamada "Depresión" que dura un aproximado de 2 semanas a 2 meses o más tiempo, sin embargo, en ocasiones, la duración e intensidad, como los síntomas que se presentan son muy variantes, e igualmente la frecuencia con la que va y viene. Casi siempre trato de darme cuenta cuando está apareciendo para saber cómo gestionar y manejar mis emociones a tiempo sin que los episodios me derrumben, sino de una forma saludable, para mantener mi bienestar mental, y salir ilesa de ello, o por lo menos, si siento que no puedo lidiar con todo sola, pido ayuda a una persona de confianza que realmente pueda apoyarme para sentirme mejor.

Agradezco con el alma cuando lo hacen, no saben lo bien que me hace y eso lo valoro. A pesar de mi condición, me siento orgullosa de la gran sonrisa que permanece en mí, y hago todo lo que está a mi alcance para que siga brillando, aunque mayormente soy seria, pero cuando se toman el tiempo de conocerme a fondo... Se dan cuenta que tengo mi lado alegre, divertido, eléctrico, loco, amigable, cariñoso, y risueño que no cualquiera llega a conocer, ya que tiendo a ser reservada y selectiva.

Estoy agradecida con Dios y con cada persona, en especial, con mi mamá y mi orientadora Laudice, por el amor incondicional, la tolerancia, las palabras de ánimo, los consejos diciéndome la verdad en la cara por mi propio bien, los abrazos de fortaleza, la empatía y comprensión que han tenido conmigo, sobre todo, por ayudarme a aceptar mi diagnóstico sobre la bipolaridad y ansiedad, sin sentirme una rara, loca o anormal por padecer de una condición mental que me hace diferente al resto de las personas, aunque no soy la única en el mundo con ello, y eso ESTÁ BIEN.

Gracias por enseñarme a amarme, valorarme y respetarme con todo lo que soy, no permitirle a nadie hacerme sentir menos por mi trastorno, que puede manejarse y mejorar, logrando llevar una buena calidad de vida como el resto de la gente común. Aunque con terapias psicológicas y tratamiento médico psiquiátrico (cuando es necesario), por mi propia estabilidad, en conclusión, por mi salud mental, aplicando el autocuidado por amor propio.

Y sinceramente no me avergüenza decirlo, conozco a muchas personas ocultando su condición por miedo a lo que digan, piensen o hagan los demás, por temor al rechazo, a las críticas, a las burlas, o ser juzgados y menospreciados por la gente ignorante al tema de la salud mental. Cuando podrían aceptarse, amarse y darse a respetar, sobre todo, demostrarse a sí mismos y a los demás, que sí podemos lograr todo lo bueno que nos propongamos en la vida, que de hecho, tales trastornos aumentan nuestra creatividad e influye mucho en nuestros talentos, creciendo en cada uno de ellos y mejorando nosotros mismos como personas. Y a pesar de las recaídas, somos tan fuertes, que nos volvemos a levantar.

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