Aprendí a amar, a respetar, a valorar, a cuidar de mi cuerpo, de mi vida, de mí. A aceptarme como soy y a mejorar aquellas cosas que son necesarias cambiar por mi bien. Amo mi cuerpo esbelto, mis ojeras grandes y oscuras, sobre todo, cuando ando trasnochada, enferma o en mis días de menstruación, que parezco un fantasma, toda pálida. Acepto mis espinillas que se brotan cada vez que llevo mucho sol, hace demasiado calor y sudo después de cada baile o cada que me llega el período. Amo mis senos pequeños, mis clavículas marcadas, que era lo que más me acomplejaba, y ahora simplemente me encanta verlas al espejo y sentirme feliz conmigo misma.
Sí, me gustan mis imperfecciones, porque es muy fácil amar nuestros atributos, pero pocos somos capaces de querernos con todos nuestros defectos. Sí, puede que en el fondo muchos no quisiéramos tener dichas imperfecciones, ser más como realmente nos encantaría, pero para eso entonces muchos tendríamos que pasar a ser personas superficiales, plásticas, y eso conmigo no va. Prefiero aceptarme tal cual, al natural, y que me amen como verdaderamente soy, igual, así sigo siendo bella. Aunque hay ciertos métodos de cuidado, de belleza, que se pueden aplicar para vernos mejor y sentirnos más conformes con nosotros mismos, que ayudan a tener una buena y alta autoestima de una forma sana.
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DIARIO DE LAS EMOCIONES
Random"Dicen que cada cabeza es un mundo, y yo puedo asegurar que es totalmente cierto." Este libro habla sobre el trastorno esquizoafectivo que es psicosis y un trastorno del estado de ánimo como lo es el trastorno afectivo bipolar (hipomanía y depresión...
