La satisfacción se dibuja en mi rostro al ver su cara de susto. Decido levantarme y, como buena persona que pretendo ser, le tiendo la mano. Sin embargo, con una mueca de desprecio, me rechaza y se levanta por su cuenta.
Menuda idiota...
-¡¿Cómo pudiste permitir eso?! -le grita con lágrimas en los ojos a un Alek que parece divertirse con la situación-. ¿Acaso te divierte?
Alek me observa y yo le enarco una ceja, ofreciéndole una sonrisa socarrona.
-De hecho sí, esto me demuestra que hice bien en escoger a Raven -se acerca a la pelirroja y sostiene entre sus dedos un mechón de su cabello rojizo-. Ella sí sabe cómo enfrentar la adversidad, tu no, mi querida Helena. Tú no eres más que un pasatiempo efímero.
Helena lo observa dolida y las lágrimas brillantes le resbalan por el rostro, arruinando su maquillaje. Cruzo mis brazos y arrugo un poco el ceño.
Es un idiota... El mayor de los idiotas.
Mhmm, no me digas...
-Ahora vete.
La pelirroja se va, pero no sin antes lanzarme una mirada llena de rencor. Acaricio mis brazos y comienzo a sentir el escozor de los arañazos.
-Eres un idiota -le digo en voz baja-. ¿Cómo pudiste decirle eso?
Se gira hacia mí y me observa con una mezcla de dureza y desdén.
-Así es como soy, koroleva. Disfruto lo que deseo y descarto lo que no me sirve. Así de sencillo -se acerca más a mí y con uno de sus largos dedos acaricia mi mejilla-. No es mi culpa que todas caigan rendidas. Así que te doy un consejo: no cometas ese error tú también, no te enamores de mí.
Le muestro una sonrisa genuina, aunque teñida de diversión.
-Alek querido, soy yo la que debería advertirte -sostengo con cuidado su mano y la aparto lentamente, sin quitarle los ojos de encima-. No te enamores de mí, porque una vez que lo hagas, yo no voy a corresponderte.
Él comienza a reír y adoro esa sensación cosquilleante que recorre mi cuerpo al oírlo.
Qué castigo...
-Me voy a dar una ducha -le digo rápidamente.
Me observa y sus magnéticos ojos grises se oscurecen al mirarme. Muerde su labio inferior y su voz se vuelve más ronca.
-¿Estoy invitado?
Río y niego con la cabeza, a pesar de querer asentir.
-No lo creo -me doy la vuelta y lo miro por encima del hombro-. Aunque si gustas, un día de estos puedo darte la oportunidad.
-Sería un placer, koroleva.
Entonces entro al cuarto de baño y lo escucho cerrar la puerta de la habitación.
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Venganza: Trato Con El Boss (#1)
RomanceRaven Kozlova, una sombra del pasado, regresa a la mansión que la vio caer. Educada para proteger y luego traicionada, su vida se entrelaza con Alek, el rey de la mafia que juró amarla y protegerla. Pero en un mundo donde el poder lo es todo, ¿puede...