Mini Maratón 1/2
Cargo mi Beretta y, con precisión quirúrgica, disparo a mi objetivo. El impacto es certero y, sin perder un segundo, recargo el arma con una velocidad que denota mi vasta experiencia en armamento.
—Parece que alguien está de mal humor hoy, ¿eh? —El tono burlón de Nelly me obliga a pausar mi práctica de tiro.
—Todo lo contrario, querida —la palabra 'querida' se escapa de mis labios teñida de amargura, y ella responde con una sonrisa condescendiente—. No estoy bien, ni mal, simplemente estoy... —mi disparo siguiente interrumpe mis palabras, y la miro con indiferencia—. Radiante.
—¿Sabes? Hay algo bellamente trágico en tu forma de disparar —comenta Nelly, observándome con una mezcla de admiración y curiosidad.— Nunca imaginé ver a la reina del hielo derretirse en el campo de tiro.
—La tragedia y la belleza a menudo se entrelazan, Nelly —respondo, mí voz es un susurro—. Recuerda también que: no me he derretido, solo estoy... afinando mis instintos.
Nelly se acerca, su presencia es como un soplo de aire fresco en la tensión del lugar.
—Bueno, si esos instintos te dicen que Jasper está en problemas, deberías escucharlos —dice, extendiendo su mano para recibir la Beretta.
Le paso el arma y asiento con la cabeza, reconociendo su astucia.
—He intentado contactarlo, pero su teléfono está fuera de servicio. No es típico de él.
—¿Y qué vas a hacer? —pregunta Nelly, mientras examina la Beretta con admiración.
—Lo que siempre hago —saco mí teléfono, deslizando el dedo por la pantalla—. Buscar hasta encontrar respuestas.
Siento cómo la frustración tensa mi mandíbula y, con paso firme, me encamino hacia la mansión.
Al cruzar el umbral, mis pasos me llevan directamente a la cocina. Un antojo ineludible de chocolate amargo se apodera de mí. Mis ojos encuentran a Susan, la sirvienta cuya antipatía hacia mí es tan palpable como el frío del mármol bajo mis pies. La ignoro deliberadamente, dejándola a mi sombra.
—Aún no sé qué pudo haber visto Alek en ti —escupe ella con un veneno dulzón—. Eres rubia, básica. Con una piel pálida y estás en los huesos...
Sin darle el placer de mi atención, encuentro una barra de chocolate amargo escondida entre los cajones. La envoltura crujiente cede bajo mis dedos.
—En cambio tú... te aferras a las migajas de su atención, viviendo en la sombra de un amor que nunca fue tuyo. Sueñas con un pasado que adornas con mentiras, porque la verdad es demasiado amarga, incluso para tu gusto.—mi voz es un susurro afilado, una daga envuelta en terciopelo antes de abandonar la habitación con una sonrisa que no llega a mis ojos.
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Venganza: Trato Con El Boss (#1)
RomanceRaven Kozlova, una sombra del pasado, regresa a la mansión que la vio caer. Educada para proteger y luego traicionada, su vida se entrelaza con Alek, el rey de la mafia que juró amarla y protegerla. Pero en un mundo donde el poder lo es todo, ¿puede...