Venganza: Trato Con El Boss (#1)

Capítulo 22

Alek.

La noche envuelve la mansión con su manto oscuro, y con ella, los ecos del pasado resuenan en las paredes de mi despacho. La única luz proviene del fuego que arde en la chimenea, proyectando sombras que parecen danzar al ritmo de mis pensamientos más oscuros.

Recuerdo una noche similar, años atrás. Mi padre, Mikhail, me había llamado a su despacho. La tensión en el aire era palpable.

-Alek, necesito hablar contigo -dijo, su voz fría y calculadora.

-¿Qué es, padre? -pregunté, aunque ya sabía que no sería nada bueno.

-Es sobre Ivanka Petrov -respondió, su tono goteando veneno.

Mi corazón se aceleró al escuchar su nombre. Ivanka era mi novia, prometida en realidad, alguien que había llegado a significar mucho para mí después de Camila.

-¿Qué pasa con ella? -pregunté, tratando de mantener la calma.

Mikhail se levantó de su silla y comenzó a caminar por la habitación, su mirada fija en mí.

-He descubierto algo perturbador. Ivanka se ha estado viendo a escondidas con otra persona. Aquí tienes las pruebas -dijo, arrojando un sobre sobre la mesa.

Abrí el sobre y vi las fotos. Ivanka, besando a un hombre. Aunque la imagen era borrosa y ella estaba de espaldas, la reconocería en cualquier parte del mundo.

-¿Qué es esto? -gruñí, apretando entre mis manos el bulto de fotos.

Mikhail solo rió, triunfal, regocijado. Cada parte de mi cuerpo tenso, ansiaba borrarle la sonrisa.

-Años de planes para tu futuro se fueron por la borda -suspiró profundamente y sus ojos se afilaron con malicia-. Sabía que esa zorra terminaría abriéndose de piernas para cualquiera y créeme... Andrei no desaprovechó la oportunidad.

El nombre de mi mejor amigo retumbó en el despacho y sentí como una nube negra me nublaba los ojos y la mente. Solo quería... arruinar, destrozar, eliminar.

-No puede ser -murmuré, sintiendo cómo la ira y la confusión se mezclaban dentro de mí.

Mi mente se negaba a aceptar lo que veía, pero las imágenes eran innegables. La traición de Ivanka me golpeaba como un puñetazo en el estómago, dejándome sin aliento. La rabia ardía en mi pecho, luchando por salir, mientras mi corazón se rompía en mil pedazos. ¿Cómo podía alguien a quien amaba tanto hacerme esto? ¿Cómo podía mi mejor amigo traicionarme de esta manera?

-Es cierto. Ella te traicionaba, te veía la cara de idiota -dijo Mikhail, su voz siseante como la de una serpiente a punto de soltar su veneno-. Mientras tú confiabas ciegamente en ella, Ivanka se reía a tus espaldas, disfrutando de cada momento con él. No solo te engañó, sino que lo hizo con alguien a quien considerabas un hermano. ¿Te das cuenta de lo patético que eres?

-¡Cállate! No quiero escuchar más -le respondí, mi voz temblando de rabia.

Mikhail se acercó a mí, su rostro a centímetros del mío.

-¿Sabes qué más descubrí? -dijo, su voz baja y peligrosa-. Tu madre también era una traidora, una zorra. Siempre supe que no era digna de esta familia. La encontré revolcándose con uno de mis hombres en mi propia cama.