- No somos ninguna familia -aclaro, bajando mi arma. Cuadro mis hombros y lucho por controlar el temblor en mi voz-. Si le has hecho daño a Alek, tu muerte será aún más dolorosa de lo que he planeado, tenlo por seguro.
La risa de Mikhail llena la sala, seguida por la de sus lacayos. Aprieto la mandíbula ante la humillación, pero unos gritos interrumpen su risa. Mikhail observa por encima de mi hombro.
- ¿Qué está ocurriendo?
Me volteo y veo al guardia presionar el micrófono en su oído, aparentemente sin obtener respuesta. Miro a Jasper, quien me arquea una ceja. Niego levemente con la cabeza y retrocedo un paso cuando la puerta se abre de golpe y el guardia cae al suelo bajo una lluvia de disparos.
- ¿Qué mierdas? -susurro, observando la sangre salpicar mi ropa.
- Cuida esa boca, querida -una voz profunda reverbera por toda la sala. Alzo la cabeza de inmediato, observando la figura frente a mí.
Frunzo el ceño, tratando de reconocerlo, pero me es imposible. No tengo idea de quién es. Parece tener la edad de Alek o quizás un poco mayor, con cabello negro, ojos azul claro y barba incipiente. Viste todo de negro, estilo militar, con un chaleco antibalas que parece pesar una tonelada. Una ametralladora de alto calibre cruza su pecho y un cinturón repleto de balas rodea su cintura. Detrás de él, un grupo de hombres cubre la entrada y parte de la mansión.
- ¿Zack? -la voz incrédula de Mikhail me recuerda que aún está en la sala. Regreso mi mano a mi pistola-. ¿Qué demonios estás haciendo?
Zack desvía su mirada de la mía y la endurece al instante. Con un movimiento de su cabeza, unos hombres se apresuran y me capturan entre sus brazos. La sorpresa me hace abrir los ojos y reaccionar golpeando a uno en las pelotas. El otro, más precavido, me amenaza con su arma y yo alzo la mía, apuntándole directamente.
- No te atrevas -le advierto, mi voz firme a pesar del temblor en mis manos.
Otro hombre se me acerca por detrás y me inmoviliza, sujetándome con fuerza. Le lanzo una mirada a Jasper, buscando su apoyo, pero él me esquiva y mantiene su posición, su rostro impasible.
- ¿Jasper? -mi voz se quiebra ligeramente, pero él no responde.
Frunzo el ceño y muerdo con fuerza la cara interior de mi mejilla, luchando por no gritar como loca. La frustración y la rabia hierven dentro de mí.
- Suéltame.-gruño, intentando liberarme.
Zack se acerca lentamente, su expresión fría y calculadora.
- No te esfuerces, Raven. -dice con aburrimiento.
- ¿Qué quieres de mí? -le espeto, tratando de mantener la compostura.
- Quiero que entiendas que estoy aquí para proteger a Alek y a ti. Pero necesito que confíes en mí y sigas mis instrucciones -responde Zack, su voz firme y autoritaria.
La sinceridad en sus palabras me sorprende, pero no puedo bajar la guardia.
- ¿Por qué debería confiar en ti? -le espeto, mi voz llena de desconfianza.
- Porque Alek confía en mí. Y porque, al igual que tú, quiero ver a Mikhail pagar por lo que ha hecho -responde, su mirada firme.-Soy el Underboss, Zack Morozov, el segundo al mando en la pirámide jerárquica. Andrei es el Consigliere, aunque Alek perdió la confianza en él desde aquel momento.
- ¿Qué fue lo que le hizo Andrei a Alek? -pregunto, la confusión y la curiosidad mezclándose en mi voz.
Zack baja la mirada por un momento, su expresión se endurece.
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Venganza: Trato Con El Boss (#1)
RomanceRaven Kozlova, una sombra del pasado, regresa a la mansión que la vio caer. Educada para proteger y luego traicionada, su vida se entrelaza con Alek, el rey de la mafia que juró amarla y protegerla. Pero en un mundo donde el poder lo es todo, ¿puede...