Colton:
Sammy, Sammy, Sammy, ya te vi, y esta vez no te vas a escapar. Estaba sentada en una de las mesas del fondo con su amigo el rubio. Ella reía de lo que él le contaba y él la miraba detenidamente sonriendo. ¿Serán novios? Me acerque a donde ellos estaban y me senté al lado de Sam. Ella paró de reír de golpe y se volteó a verme. Enarcó las cejas y me miraba confundida. Le sonreí de lado.
— ¿Te acuerdas de mí, chiq... — el chico rubio tosió abruptamente interrumpiéndome. Miré en su dirección y vi que tenía los ojos abiertos como platos, parecía que intentaba advertirme de algo. Pero... ¿de qué?... ¡Ah! "chiquita" no era la palabra favorita de Sam, ahora lo recordaba.
— Como olvidar al idiota que me chocó en el pasillo y no me pidió perdón — sonrió de lado.
— Tú fuiste la que me chocó — me defendí.
— Parecen dos idiotas peleándose por cual es el mejor — dijo el rubio mirándonos atentamente.
— ¿Y tú eres?— pregunté.
— El mejor amigo de Sam y único chico en su vida — me miró receloso.
— Lucas, él es Lucas — dijo Sam riendo. — Eres peor que mi padre.
— Eso no es justo — se quejó él. No pude evitar reírme. Sam se acercó a él y le revolvió el cabello, y él la abrazó y le comenzó a hacer cosquillas. No paraban de reírse. — Admití que soy el mejor.
— No — dijo ella entre risas, y él continuó haciéndole cosquillas.
— ¿Me puedo sentar? — la voz era de una chica, seguramente de la edad de Sam y Lucas. Era castaña y de ojos cafés. Era menuda y baja. Sam se fue separando de Lucas de a poco y miró a la chica con el ceño fruncido. Lucas, en cambio, sonrió.
— Hola, Li...
— ¿Quién eres? — fue una pregunta cortante y fría.
— Lisa — la chica sonrió a presar de cómo le había hablado Sam.
— Y... — Sam parecía empeñada en echar a la chica de la mesa.
— ¡Sam! — Lucas parecía... enojado u ofendido. Ella levantó las manos en el aire y se levantó.
— Se me fue el hambre — dijo seca a Lucas, quien no pareció inmutarse, ya que su atención no se movía de Lisa. Al ver que no le prestaba atención, ella bufó y comenzó a levantar sus cosas dispuesta a irse.
— ¿Te vas? — preguntó Lucas extrañado, claramente ajeno a lo que su amiga pensaba.
— Si, lejos de vos y de... — hizo una mueca — Lisa — pronunció el nombre como si fuera ácido.
— Está bien — y al escuchar esa respuesta supe que Lucas había prestado tanta atención a Sam como al profesor de historia.
Sam comenzó a caminar fuera del comedor, y yo la seguí.
— No me sigas — dijo a la mitad del pasillo. No le hice caso. Se paró en seco en el medio del pasillo, y se volteó. Yo me paré justo delante de ella y le sonreí. — ¿Cuál es la parte que no entiendes?
— La del "no" — mi sonrisa se ensanchó. Ella sonrió y negó con la cabeza.
— Eres demasiado molesto — soltó una risa.
— Pero eso te encanta — le guiñé el ojo.
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Un Kiss, SamNovels