Marisa:
Me acerqué a Tamara y le sonreí. Ella me miró de pies a cabeza, buscando algo que no estuviera bien, como en los últimos días. Pero esta vez había logrado sus objetivos. Unas sandalias claras, una falda de jean – un poco corta para mi gusto –, una blusa color crema, maquille suave y alguno que otro accesorio.
— Me impresionas — dijo Tamara sonriendo de oreja a oreja. — Chicas, ella es Marisa.
— Hola, Marisa — respondieron las otras dos al unísono.
— ¡Mar! — escuché la voz de mi mejor amiga a mis espaldas, y me voltee de inmediato. Venía junto con Lucas.
Ella llevaba un top negro, unos jeans gastados y rotos y unas botas militares. Tenía el pelo corto e iba al natural. Perfecta, pensé al verla. Lucas tenía puertas unas bermudas negras y una camiseta blanca con unas zapatillas deportivas. Sam lo arrastraba por el pasillo hasta llegar a mí. Cuando estuvieron a mi lado, ambos me miraron de pies a cabeza.
— ¿Y tú que te has puesto? — preguntó Lucas.
— Heidi tomó el lugar de la pelirroja, estoy segura — reprimí una risa. Iba responderles, pero Tamara se me adelantó.
— Y ustedes son... — vi como arqueaba una ceja.
— Samanta y Lucas — respondió Sam mostrando todos sus dientes. Tamara la miró de pies a cabeza, al igual que siempre hacía conmigo. Esperé que le dijera algo, que la corrigiera, pero nunca sucedió. Simplemente asintió y se encogió de hombros.
— No me estorben — se dio la media vuelta y comenzó a caminar en dirección opuesta. — Marisa.
Al escucharla decir mi nombre, me mordí el labio y miré a los chicos en forma de disculpa. Luego corrí detrás de la morena.
Mi plan ya había iniciado.
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Un Kiss, SamNovels.