Capítulo 29: When she was the new girl

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Chloe:

Éramos pocas las mujeres que peleábamos y no todos los hombres estaban de acuerdo con ello. Acá había que pelar por tu puesto y prestigio. Llevaba solo dos meses en esto, pero como siempre, las noticias vuelan rápido en este entorno.

Había entrado otra chica. La venenosa. Así la había nombrado uno de sus compañeros. Y hoy comenzaba en nuestro galpón, junto con dos chicos más. Yo era la única chica por aquí, me respetaban por haber mantenido mi puesto. Pero decían que ella era muy buena. ¿Mejor que yo? De eso no cabía duda, decían que conocía a varios de la última estancia.

Estaba sentada en un banco, con Simon. No hablábamos mucho, pero siempre estábamos juntos. Él era dos años mayor que yo. Tenía un brazo tatuado, pero nunca entendí bien con qué. Siempre me había parecido alguien... atractivo. Pero él solo me veía como su amiga, la chica que encontró husmeando por ahí. Cada vez que salíamos, él encontraba a alguna chica con la que ligar, mientras yo tomaba algo en una mesa.

Levantamos la cabeza cuando escuchamos la puerta abrirse. Los nuevos. Un chico alto, de tez bronceada, ojos grises y espalda ancha. Otro un poco más bajo, pero igualmente alto, con el cabello rubio y los ojos azules. Este era un poco más pálido que el otro, pero estaba bronceado igualmente.

Pero lo que llamó mi atención era la chica del medio. Bajita, pálida, rubia, de ojos grandes y azules. Era...chiquita. Pero así y todo tenía algo que lograba intimidarte. La forma de pararse, como si midiera un metro noventa y pudiera aplastarte. No te miraba con desprecio, pero si de una manera fría. Estaba muy seria.

El más alto la agarró de la cintura y el otro rubio los siguió. Ambos se dirigieron al banco que estaba exactamente en el lado opuesto del suyo. Ella se quitó la campera, dejando ver su cuerpo. Los otros hicieron lo mismo y se quedaron en musculosa.

— Con que ella es la chica de la que tanto hablan — entrecerró los ojos un poco y la miró mejor. — Hasta vos pareces más grande a su lado.

— Si, pero ella tiene carácter, yo no — dije mientras me ponía las vendas. Simon no sabía nada de lo que había pasado años atrás, y no tenía porque saberlo. Sabía que era miedosa, pero obviamente él siempre pensó que yo era así normalmente. Que toda mi vida había sido así.

— Tú tienes carácter... solo que ella tiene uno peor — acotó.

Ella miró en mi dirección. No me miró directamente a mí en un principio, pero luego sus ojos se encontraron con los míos. Su mirada se ablando y pareció relajarse un poco. Le dijo algo a los chicos con los que estaba y luego comenzó a caminar en mi dirección. Alto. ¡Estaba viniendo donde estaba yo! ¿Qué querrá? ¿Pelear?

— Simon — no respondió. — Simon. — hizo un ruido como dando a entender que me estaba escuchando. — Viene para acá.

— ¿Quién?

La venenosa, viene para acá. — se encogió de hombros, ignorándome completamente. Me removí nerviosa en mi lugar. Cuando llegó donde yo estaba sonrió, mostrando los dientes. Parecía más del estilo de chica que hacía danza clásica.

— Hola, soy Sam — Sam. Ese era su nombre.

— Chloe — sonreí apenas.

— Perdónala, es tímida, le cuesta hacer relaciones con los demás del galón. Dijo mientras escribía algo en su celular. Al terminar la miró y sonrió como siempre hacía él. Con ella no, Simon, por favor. — Soy Simon.

— Un gusto — dijo mirándolo un segundo, y luego me volvió a ver a mí. — ¿Eres de por acá?

— Si, vivimos cerca de la heladería de Mirtha — contestó Simon antes de que yo pudiera. Pero ella no respondió. Se quedó mirándome a mí.

— S-si, vivimos por acá — respondí.

— ¿Algún día te gustaría salir? — otra vez Simon. Ella lo miró. Simon tenía una sonrisa coqueta dibujada en los labios y sus ojos la miraban fijamente. Ella miró a mi compañero de pies a cabeza.

— Si, con ella — mis ojos se abrieron como platos. Miré a Simon. Este también parecía sorprendido. — ¿Viernes en mi casa? — me miró nuevamente. — Van a venir unos amigos también.

Me dio su número y luego me dijo que le mandara un mensaje para arreglar bien. La única persona con la que había entablado una conversación acá había sido con Simon, y ahora con ella. Esto era extraño... pero me agradaba.

— Me rechazó — rodé los ojos.

— Superalo — la vimos acercarse al chico alto y morocho. Este le sonrió y la tomó de la cintura. Ella le dijo algo al oído y él pareció calentarse un poco. Ella le dio la espalda riéndose, pero él la tomo de la cintura nuevamente y le robó un beso. — En serio, te lo recomiendo, contra eso no podes.

— ¿Por qué? No es tan...

— Es casi como un dios, así que cállate. — Y eso hizo... por unos minutos.

— ¿Te gusta? — preguntó de repente.

— Está bueno — dije encogiéndome de hombros. Lo miré sobre mi hombro. Parecía ofendido. ¿Y a este que le pasa?

— Tengo... tengo que ir a ver una cosa — se levantó y se largó. Me dejó sola.

Miré en frente y vi a Sam con sus amigos... Estaban riendo, y molestándose. Algo así era lindo. Con Simon teníamos una relación similar... nada más que cuando estamos en público... se cierra y se vuelve el coqueto y egocéntrico Simon. Aquel grupo de nuevos era...diferente.

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Un Kiss, SamNovels

Still a secret |TF#2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora