Capítulo 11: We will always have all those perfect moments

78 6 0
                                    

Sam:

— Quiero un novio como él — dijo Marisa señalando a Damon Salvatore de The Vampire Diaries.

—  Yo quiero un Stefan — dije yo.

—  Yo quiero una Katherine Price —  objetó Lucas. Ambas lo miramos.

— ¿Quieres a una perra maniática como novia?

—  Quiero una sexy perra maniática como novia —  corrigió.

Eran las cuatro de la mañana y los tres estábamos acostados en mi cama viendo la serie. Ellos habían venido esa tarde, luego del colegio, y ya que mañana era sábado, ambos se quedaron a dormir. El capítulo terminó, y antes de que pusiera el siguiente, Marisa habló.

—  ¿Pueden creer que en una semana terminamos el colegio y que en tres meses estaremos en la escuela media?

Los tres nos recostamos y miramos la pantalla. No me había dado cuenta de eso.

—  ¿Cambiarán las cosas? —  fue mi pregunta. —  ¿Cambiarán las cosas entre nosotros?

—  Eso sí que no sucederá. — Dijo Lucas muy seguro, aunque los tres sabíamos que había una posibilidad.

—Me convertiré en la nerd — dije riéndome.

— Vos no pasarías de nerd ni por un segundo — dijo Lucas entre carcajadas. Marisa no podía parar de reír.

— ¿Ah no? — enarqué mis cejas. Me levanté de la cama, rebusqué entre mis cajones unos anteojos de marco negro y grueso, y en mi armario busqué una sudadera grande. — ¿Qué tal?

— Perfecta, te sienta mejor que los tops — me guiñó el ojo Mar y Lucas gruñó.

— Mejor dicho, conviértete en la nerd, así atraerás menos miradas — Sobreprotector, pensé riéndome.

No podía imaginarme como la nerd. No podía imaginar que me ficharan así, que dieran por sentado que era inteligente, una rata de laboratorio. Esa idea no se cruzaba por mi mente. Puse mis brazos en jarras.

— A Marisa no le dices nada cuando se viste así — me quejé.

— Ella es una rebelde buey, un alma sin sentido, un caso irremediable — intentó dramatizarlo. — En cambio vos sos un pequeño angelito mal aconsejado — miró a Mar de reojo. — A vos te podemos salvar, mi niña. — Habló como una anciana. Marisa le pegó con un almohadón, tirándolo sobre la cama. — Eso dolió, salvaje.

— Repítelo y la próxima va a los huevos, mi vida —  amenazó Mar mientras que yo me partía de risa.  

—Se achicó el rubio— dije al ver como Lucas se arrastraba lejos de Mar.

— Mira, chiquita... — luego de pronunciar esa palabra, todo empeoró. Lucas abrió sus ojos de par en par y empezó a pedir piedad. Yo le salté encima, mientras que Marisa reía sin poder más.

Aunque haya posibilidades de que cambiemos, para mal o para bien, estos momentos seguirán ahí. 

.-.-

Un Kiss, SamNovels

Still a secret |TF#2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora