Capítulo 20 ~ Apuesto

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Capítulo 20 ~ Apuesto.

La puerta de la casa de Taehyung se abrió y con ella entró la felicidad, sus dos hijas corretearon hacia él para abrazarlo y llenarlo de besos, Jungkook, quien las había llevado, los miraba con una amplia sonrisa. Taehyung no pudo haber sido más feliz que en ese momento, o quizás si pudo haberlo sido tan solo un poquito más, Aera estaba segura de eso.

—Papi —su hija mayor miró a Jungkook de manera significativa —recuerda lo que hablamos.

—Pero princesa —Jungkook refunfuñó como si él fuera el niño en la sala.

—¿Qué sucede? —Taehyung los veía de manera divertida mientras abrazaba a Aecha.

—Es que... —Jungkook se acercó a él, lo suficientemente apenado, lo cual no era una sorpresa, lo que si fue inesperado fue el hecho de que tímidamente puso una mano en su hombro —las niñas y yo estábamos jugando y yo perdí.

—De acuerdo...—Taehyung lo miró sin comprender —¿y?

—Y pues, tengo un castigo —completó como si eso explicara todo.

—¿Un castigo? —Taehyung repitió viendo como el pelinegro comenzaba a jugar con la manga de su suéter.

—Si... tengo...tengo que darte un besito —murmuró entre dientes.

Taehyung comenzó a reirse muy fuerte —¿cómo es eso un castigo? —Pareció ofendido.

—Tae —Jungkook lo golpeó levemente —no te burles, me da vergüenza.

Taehyung lo contempló deleitándose con lo precioso que era y preguntándose si ¿así se suponía que las parejas divorciadas actuaban? Porque sinceramente no lo creía. Ellos actuaban como sí...como si volvieran a ser adolescentes enamorados. Taehyung no quería ni pensarlo así, porque significaba que todo el tiempo estaría esperando más de Jungkook y bajo un punto de vista no era bueno, porque le había ofrecido su amistad y no quería ser un mentiroso o hacer incomodar a Jungkook, pero es que este tipo de interacciones eran difíciles de controlar.

Por otro lado estaba que se suponía que Jungkook estaba con Lisa, él no quería actuar como Lisa había actuado en el pasado, intentando meterse entre ellos, pero no iba a alejarse, dejaría todo por Jungkook, incluso su integridad y que se jodieran todos.

—Lo siento cariño —le frotó el hombro en señal de apoyo —no te avergüences, hazlo cuando quieras, Aera y Aecha no te lo dejarán pasar —señaló a las niñas que los miraban atentamente.

—Si, lo sé —suspiró —¿puedes besarme tú?

—No —Taehyung negó rápidamente.

—Eres malo —Jungkook se quejó pero no parecía molesto, solo nervioso.

Taehyung solo se encogió de hombros con una sonrisa engreída, Jungkook lo miró decidiendo que no prolongaría más el momento, así que deslizó sus manos por las mejillas de Taehyung hasta entrelazarlas detrás de su nuca provocándole un estremecimiento al mayor, quien solo se pudo quedar muy quieto antes de que una de sus mejillas recibiera una suavidad que lo hizo cerrar los ojos.

Su cuerpo enteró se sacudió cuando sintió los labios de Jungkook hundir su mejilla por unos segundos que hubiera querido que fueran enternos y quizás creyó que lo eran porque aún cuando Jungkook se separó le costó un tiempo abrir los ojos y cuando lo hizo vió el rostro del pelinegro muy cerca de él causando que casi perdiera el juicio y lo atrajera por más.

—Listo, misión cumplida —Jungkook sonrió ampliamente.

Taehyung se aclaró la garganta —¿viste? No fue tan difícil —resaltó tratando de ignorar las manos de Jungkook que aún seguían enterradas en su cabello.

My Dear ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora