My Dear Forever

Capítulo 23 ~ Insalvable

Capítulo 23 ~ Insalvable.

Taehyung nuevamente había caído en el abismo pero por esta vez, no creía que fuera capaz de salir de allí. Había conseguido repararse un poco antes, cuando tenía cierto poco de Jungkook, pero habían pasado tres semanas y no lo había visto en lo absoluto. A penas se habían enviado mensajes donde decían cuando llevarían a las niñas dónde Momo e Irene y cuando irían a recogerlas, porque si, el pelinegro ya no iba directamente a su casa, por lo que no habían tenido ni una mínima interacción.

Sinceramente, Taehyung sentía que se estaba volviendo loco, diez años de estar casados para terminar sin poderse ver el uno al otro ni por un segundo, casi era inaceptable, pero era una decisión tomada, que por más que su ser se desgarrara por dentro, debía respetar.

Aunque dolía horrible, maldición Taehyung le costaba levantarse cada día y reunir fuerzas para realizar cualquier actividad, su mente estaba en automático y cuando la mente fallaba, nada funcionaba bien, ni hablar de su corazón, era todo un desastre.

Taehyung había vuelto al hábito de llorar por las noches, no era que quisiera hacerlo, era que cuando se acostaba y comenzaba a recordar los momentos que había compartido con Jungkook, bajo el silencio y la oscuridad de su habitación, su cuerpo lo añoraba, era como si le pidiera a gritos ir a buscarlo para sentirse a salvo, para sentirse bien.

Tampoco ayudaba el hecho de saber que había compartido tantos momentos con Jungkook y que aún así este se encontraba eligiendo a Lisa una vez más sobre él, dolía porque lo hacía preguntarse si alguna vez Jungkook había dejado de sentir cosas por Lisa, lo hizo pensar que tal vez el pelinegro siempre estuvo enamorado de ella y por esa razón, a la primera oportunidad había decidido quedarse con ella.

Aún cuando podía percibir cierta debilidad de parte de Jungkook hacia él, aún cuando había tenido esos ojos y caricias sobre él, Jungkook había decidido alejarlo, significaba quizás que no importaba lo que hiciera, Jungkook siempre la elegiría a ella.

Dolía, maldición dolía, Taehyung lo amaba como nunca pensó poder amar a nadie, pero él no lo amaba igual y lo peor es que no podría tener ni una pizca de su afecto. Jungkook ya no era suyo.

Eso sin mencionar que no había dejado de fumar desde que empezó a hacerlo, pues era la única manera de conseguir un pequeño momento de paz cuando su pecho dejaba de doler y le regalaba la relajación que tanto deseaba, aunque fuera una mentira, de hecho, la tenía tan mal, que no le importaba aceptar una simulación donde estuviera con Jungkook, aunque no fuera real.

Necesitaba cualquier cosa para olvidarse de la sensación de vacío, la ansiedad, la incertidumbre y el dolor, por esa razón se encontraba tocando la puerta de un local que nunca creyó visitar a menos que no fuera con Jungkook.

Necesitaba que un poco de dolor físico opacara el dolor real, lo necesitaba con angustia y severidad.

—¿Taehyung?

—Bogum —pronunció a modo de saludo.

Taehyung se quedó un momento mirándolo, preguntándose si alguna vez podría dejar de pensar en Jungkook y darse una oportunidad con otra persona...con Bogum, un chico que había suspirado por él, el mismo tiempo que había estado casado. Diez años.

—¿Qué haces aquí?

—Queria...—Taehyung se aclaró la garganta —queria hacerme un tatuaje...

—¿Qué? ¿Es en serio? —abrió los ojos de manera cómica.

—Si...—el castaño rió al ver su asombro.

—Eso...eso es todo un logro —musito contento haciéndose a un lado para que Taehyung pasara al local —tu ponte cómodo, será un placer para mí ayudarte.