The Acacia Strain - The Impaler

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We are the wolves who dress as the sheep
Never resting and refusing to sleep
Leave no survivors we devour the dead
Scream all you can while we rip you to shreds
While we rip you to shreds
Rip you to shreds
Rip you to shreds

Todos estaban de cierta manera intranquilos por lo que sucedía con las amenazas hacia Sayumi y su familia, y más aún de que Tayler se había atrevido a ir a Sony a buscarla allá, claro no paso a mayores, pero eso había puesto en máxima alerta a Ashton quien no dejaba ni un segundo sola ni a su pareja ni a los niños algo que también hacía el tío Roland.

Esto igual mantenía a Fernanda muy atenta de todo, no quería que nadie de sus amigos tuviera algún problema o fuera lastimado.

Ashton estaba en la casa, checando unas cosas de la disquera cuando su timbre sonaba, se había quedado con Kiba y Maggie, quienes estaban jugando en sus respectivas recamaras.

Sayumi había ido al doctor con los gemelos, les tocaba la revisión mensual y había sido acompañada por Robert, Astrid y Fer a la consulta. Ya que Ashton estaba saturado de trabajo para la futura gira que se venía en LATAM con Beyond the Light.

El timbre sonaba y se levantaba a ver quién era, el no esperaba a nadie y el tio Leonard tenía llaves de la casa, así que lo descargaba casi enseguida.

Abría la puerta y veía a su madre parada y viéndolo con aquellos ojos negros penetrantes y llenos de resentimiento, pero tenía una mirada frívola y se le notaba la hipocresía en su rostro, con una sonrisa que nadie le hubiera creído.

—¿Qué haces aquí Kristine? —preguntaba Ashton un tanto molesto.

—Acabo de salir del trabajo, ya sabes cómo directora de hospitales de aquí de Nueva York, soy muy solicitada, y cómo cirujana igual.

El chico sólo rodaba los ojos.

—No te pregunte eso, tu vida no me interesa Kristine.

El rostro de la señora se fruncia al ver la contestación de su hijo.

—Siempre has sido un altanero, pero soy yo la de la culpa, al dejarte con el inútil de tu padre y el borracho de tu tío —decía con cierto tono de desprecio la señora

—Al menos ellos tuvieron los suficientes para sacarme adelante, no cómo tu. Te fuiste y me dejaste sólo por qué te iban a truncar según tu todo —señalaba Ashton.

—Yo tenía cosas que hacer, no me juzgues, quedar embarazada de tu padre no fue parte de mis planes.

Eso había movido un poco a Ashton, le dolía lo dicho por su madre, lo ocultaba, no quería mostrarse débil enfrente de ella.

—Nadie te juzga, no todas son buenas madres.

—Ese no es el punto de mi visita, vengo hablar contigo de tu novia china —comentaba la señora.

—Es japonesa —corregía Ashton.

—Sea lo que sea, no quiero que sigas con ella, no da buena imagen —decía la Kristine.

Ashton la veía y soltaba una carcajada.

—¿La de quién? Porque la mía no.

—Todos saben que eres mi hijo, si de por sí ya verte tatuado y perforado causa revuelo entre mis allegados ahora imagínate que hayas tenido los escrúpulos de hacer una familia con una madre soltera —siseaba muy enojada la doctora.

—Ese es tu problema no el mío.

En ese momento se escuchaba que abrían la puerta, y entraban los chicos, Sayumi cargando a Nana y Robert con la trasportadora de Makoto, mientras que Astrid cargaba la pañalera y Fer iba con su bastón y una bolsa, todos veían a Ashton en el pasillo con su mamá.

La Melodía del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora